Discursos Yo Soy Del Amado David Lloyd

Diario de El Puente a la Libertad - Jesus

Ustedes, cada uno, son un Rayo precipitado desde el Corazón de Dios. Esta es la verdera naturaleza de su ser. Ustedes no están estancados.
No hay obstrucción del flujo de la Energía de Dios que circula desde la Primera Causa Universal hacia abajo, dentro de su corazón y hacia afuera, desde dentro de sus mundos hasta su periferia, y luego regresa nuevamente hacia dentro de sus propios seres, emociones, mentes, cuerpos etérico y físico, hasta que el círculo haya sido completado. Esto está siempre en movimiento constante.

La Ley de la Vida está basada en la ciencia de dar y recibir. En el lenguaje científico se le llama la fuerza centrífuga y centrípeta.

Para comprender la unificación de la ciencia y la religión, la clave es que la parte elemental que las compone, en realidad se desarrolla mediante la Ley de Evolución en el Reino Elemental.
De ese modo los científicos saben algo de la Verdad de esa Ley, y la aplican a la estructura física. Naturalmente la religión se vuelca más al aspecto Espiritual y del desarrollo Divino a través deesa estructura carnal. Ambas, seguro que son correctas.
Ustedes son una naturaleza dual en el momento presente, con la predominancia ahora, hacia la manifestación del Ser Divino, irradiando a través de la estructura carnal, y soltando los conceptos de carencia, para perfeccionar la estructura carnal, hacia dentro de un Ser de Luz.
Eso llegará posteriormente, en el momento exacto de la Ascensión cuando la Estructura Elemental que les ha servido a ustedes tan bien, sea recogida hacia dentro de su Propio Estado Elemental Ascendido.

La sanación interior la voz del alma y los siete rayos es un paseo por los procesos y etapas de la evolución personal, que nos ayuda a limpiar todo el dolor producido en las distintas etapas de nuestro crecimiento y desarrollo como seres humanos. Recorre desde la etapa de la infancia hasta la adultez, reconociendo nuestro dolor y sus causas, los motivos que nos hacen sufrir. Aprendemos que solo debemos dar importancia a lo que verdaderamente la tiene. Nos ayuda a alcanzar la sanación a través del perdón, primero a nosotros mismos y, a continuación, a todos los que forman parte de nuestro desarrollo como persona, desde nuestros padres, hermanos, profesores, familia, trabajo, hasta nuestros hijos. Aprendemos a ver la vida desde otro punto de vista, comprendiendo que la realidad cambia según la persona: una misma vivencia se experimenta diferente en cada uno de nosotros. Cada persona es única. Cada mirada es única. Comprendemos que el amor verdadero es lo que realmente nos une a nuestro Padre Celestial, que todos a la vez formamos uno. Es una herramienta que nos sirve para cualquier circunstancia y que va a darnos la ayuda que necesitamos para vivir más felices, con nosotros mismos y con los demá