Resulta desconcertante, en ocasiones deprimente y con frecuencia irritante, intentar recordar un dato que no llega al presente; pero cuando ese problema es frecuente puede llegar a ser grave.

 Si tenemos dificultad en saber, justo en ese momento, cuál es nuestro destino, es posible que el pánico nos invada y terminemos aturdidos tratando de buscar en el fondo de nuestro cerebro la información que hace poco allí estaba. Con el tiempo ese trastorno nos hará perder amigos, tendremos dificultad para efectuar nuestro trabajo, y hasta la familia dejará de delegar en nosotros responsabilidades esenciales. Sin embargo y salvo patologías cerebrales muy concretas que luego veremos, siempre existe la posibilidad de recuperar todo dato que antes haya sido guardado.

La ansiedad, lo mismo que la angustia, son trastornos que se caracterizan por una exagerada preocupación por los sucesos de la vida cotidiana, con frecuencia sin razones obvias. Las personas con síntomas de trastorno de ansiedad y angustia generalizadas tienden a esperar siempre un desastre y no puede dejar de preocuparse por la salud, dinero, familia, trabajo o escuela, aunque esta preocupación a menudo no es realista o está desproporcionada. La vida cotidiana se convierte entonces en un estado constante de preocupación, miedo y terror. Finalmente, los síntomas dominan el pensamiento de la persona e interfieren con el funcionamiento diario, incluyendo el trabajo, escuela, actividades sociales y las relaciones. En este libro se describen estos síntomas, además de otras enfermedades relacionadas, con el fin de que el lector tenga una completa información médica, al mismo tiempo que se le informa de los remedios naturales existentes en el mercado.