Herramientas de la vida
En septiembre del 2013 me encontraba en Tokio y allí recordé al Juan Carlos de 17 años y la búsqueda que había iniciado. Decidí escribirle unas líneas para así transmitirle esos conocimientos que buscaba, recabados en los siguientes 25 años. Así llegó este decálogo, sin necesidad de influir pero sí de ayudar. En ningún momento observé el publicarlo como una posibilidad, pero las sugerencias de mis amistades y la ayuda de Jorge Liria hicieron que me decantara por la posibilidad de convertirlo en el libro que ahora tienes entre tus manos. La idea que me impulsa a hacerlo es la misma que tuve conmigo mismo, poder ayudar a cualquiera que lo necesite.
dto.