La autoconfianza y la autodisciplina son requisitos fundamentales en el camino espiritual. Sin autodisciplina, ni siquiera los más inteligentes pueden beneficiarse de las enseñanzas del Yoga. Los grandes profetas, como Jesús y Buda, pasaron muchos años en la práctica de la meditación y la contemplación.

Los Yoga Sutras de Patanjali Maharishi es un manual completo para la investigación y el control de nuestros propios pensamientos. Es una escritura clásica y una guía holística para los aspectos físicos, mentales y espirituales de la meditación.

El presente libro es una fuente maravillosa para los que practican Yoga en Occidente, especialmente para aquellos que estudian la parte psicológica del Yoga, la psicología más antigua de la humanidad.

Los prácticos y dinámicos comentarios de Svvami Durgananda sobre los Raja Yoga Sutras proceden de sus conferencias en el Curso Avanzado de Formación de Profesores de Yoga, celebrado en Marzo de 2001. Son fruto de la inspiración de los grandes Yoguis Sri Swami Sivananda y Sri Swami Vishnu-devananda y de su intensa práctica personal y experiencia en la enseñanza durante treinta años.

A través de este libro -dedicado al Yoga para adultos mayores- aprendemos a querer a nuestro cuerpo, a respetarlo tal como es, considerando ese compañero con el cual hemos transitado tantos años –a veces sin cuidarlo debidamente- como un ser respetable, digno de cariño y gratitud. Con estos ejercicios fortalecemos nuestros músculos y articulaciones, elongamos y mejoramos la postura, eliminando también numerosas dolencias físicas propias de esa etapa.
Todo en la vida lo vamos encauzando según nuestra actitud. Si somos alegres y optimistas, generamos y atraemos eventos, personas y situaciones agradables. En el Yoga intensificamos esta tarea de cambiar nuestra mentalidad mediante ejercicios de visualizaciones o meditación; creamos la imagen de un cuerpo vigoroso y sano, que nos permite disfrutar de una hermosa mañana, de un paseo, de una compañía; agradecemos habernos despertado listos para una jornada enriquecedora. Retomamos ese largo camino recorrido, con satisfacción y orgullo, sabiendo perdonarnos errores, enterrar equivocaciones, pero sobre todo, valorar nuestros esfuerzos, para continuar realizando proyectos e ilusiones.