Agenda de Madre vol. 13 . 1972 - 1973
Agenda de Madre vol. 13 . 1972 - 1973
- EAN: 56565
- ISBN: 56565
- Editorial: Instituto de Investigaciones Evolutivas
- Año de la edición: 2012
- Encuadernación: Rústica
- Medidas: 150 X 240 mm.
- Páginas: 592
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Descripción
“Antes de morir, la mentira se desencadena. La gente sólo entiende la lección de la catástrofe. ¿Será preciso que ésta llegue para que abran los ojos?”
Es el año del Wattergate, del viaje de Nixon a Pekín, el asesinato de los atletas israelíes en Munich, el primer embargo petrolero. Es el último camino de Madre. Un camino sembrado de insólitas vivencias y de visiones fulgurantes. El fin de un mundo, y el comienzo de otro… si queremos, o incluso aunque no queramos.
“A veces, es tan nuevo e inesperado que es casi doloroso”. Y nosotros le preguntábamos: “¿Pero es un estado fuera de la Materia?” “Yo no salgo de la vida material –nos confesaba–, pero… aparece muy distinta. Es rarísimo. Y es FÍSICO, ¡esto es lo extraordinario! Como si lo físico se desdoblara… Un estado nuevo en la Materia. Pero regido por algo que no es el Sol, no sé qué es… Estoy tocando otro mundo. Otra manera de ser…, peligrosa, pero maravillosa”.
Y cómo escuchábamos su pequeño hálito jadeante, cada vez más jadeante, que parecía venir de algún otro lado de la Tierra: “No hay diferencia entre la vida y la muerte. No es ni la vida ni la muerte, es… algo… ¿comprendes?, no es que desaparezca la muerte: LAS DOS están cambiando… en algo que no se conoce aún, que parece a la vez extremadamente peligroso y totalmente maravilloso”. ¿Y si la “muerte” fuera sólo el otro lado MATERIAL de nuestra pecera humana: una orilla soleada para una próxima especie? ¿Un nuevo estado de los dos lados del mundo en el que la vida y la muerte se mudan en… otra cosa? “Estoy caminando por una finísima línea, muy estrecha…” Y este grito, esta súplica: “¡Dejadme hacer el trabajo!”
El 17 de noviembre de 1973, ella, aparentemente, se extinguía… ¿por qué?
“La función no ha terminado,
esperad al último acto” –había dicho.
Otros libros de Yoga
Yoga sutras
Sin nngún género de dudas podemos afirmar de los "Yogasutras de Patanjali" que son la referencia técnico-literaria más importante de la doctrina yóguica tradicional pues, a pesar de su concisión y brevedad, contienen el núcleo intelectual de una sabiduría milenaria. Para nuestra edición hemos escogido unas fuentes fidelísimas al texto sánscrito. Nuestra edición es, y no tenemos pecar de falsa modestia, una excelente traducción que, por necesidad, habrá de satisfacer (ese es nuestro deseo) tanto a los prácticos de Yoga, como a los amigos de la religión en su sentido más generoso. Deseábamos tener en nuestra colección esta obra. Ahora ya lo tenemos. Estudiadla y disfrutadla. Om namah Sivaya.
dto.
Mis recuerdos de Ramana Maharshi
El renombre de Bhagaván Sri Ramana le atrajo desde Inglaterra hasta la India el 1 de noviembre de 1935 y, una vez establecido en la Suprema Morada de Bhagaván, jamás regresó a su país natal. Por lo tanto, tiene mucho que contarnos, no sólo de Bhagaván y de sus enseñanzas, sino también de las muchas cosas que sucedían en su presencia.
En este libro, Sadhu Arunáchala nos brinda su testimonio de lo que acontecía en presencia de Bhagaván, principalmente de aquellos hechos que no han sido descritos en libros de otros autores.
Sobra decir que Sadhu los relata con gran precisión y respeto a la verdad, razón por la cual este libro será bien acogido tanto por los devotos de Bhagaván como por el resto de personas.
En el epílogo, Sadhu comenta sobre Bhagaván:
"Aunque hablemos de él como si estuviera muerto, no hay duda de que está aquí y, además, lleno de vida, tal y como nos prometió, a pesar de las aparencias".
Esto nos ayuda a comprender hasta qué punto Sadhu es alguien inherente al Hogar de Bhagaván.
SADHU ARUNÁCHALA
El comandante británico retirado Alan W. Chadwick fue uno de los primeros devotos europeos de Sri Ramana Maharshi.
Como él mismo nos relata en esta obra, tras la lectura de La India secreta -el libro de Paul Brunton que dio a conocer en Occidente a Bhagaván-, se deshizo de todas sus posesiones, se despidió de sus hermanas y emprendió su viaje a la India. El 1 de noviembre de 1935 el comandante Chadwick -a partir de entonces Sadhu Arunáchala- llegó a Sri Ramana Áshram, en Tiruvannámalai. Allí conoció a Ramana Maharshi, que se convertiría en su guru y con quien convivió hasta 1950, año en que Bhagaván abandonó su cuerpo. Sadhu Arunáchala nunca regresó a Europa, permaneció en el áshram hasta su muerte, en abril de 1962.
La especial relación que lo unía a Ramana Maharshi, así como sus innumerables vivencias compartidas a lo largo de quince años, hacen de su relato un valioso testimonio.
dto.
El conocimiento de si mismo : filosofía vedanta
En estos tiempos de escepticismo y materialismo, pocas personas se preocupan por conocer su verdadero Yo divino e inmortal.
Pero el conocimiento del verdadero Yo, ha sido siempre el tema central de la filosofía del Vedanta.
En sus más antiguos escritos, los Upanishads, que forman parte de las Escrituras Védicas, encontramos anhelado y ensalzado ardientemente el conocimiento del Yo, o Atma Jnana. Los grandes inspirados mencionados en los Upanishads, descubrieron y enseñaron que el conocimiento del Yo constituye la raíz de todo conocimiento científico, filosófico o religioso.
Por lo tanto, todo sincero investigador del conocimiento, del desarrollo intelectual, moral o espiritual, debe, ante todo, aprender a discernir entre espíritu y materia, alma y cuerpo, y alcanzar el omnisciente Yo divino, que es la eterna base del conocimiento.
Swami Abhedananda
SWAMI ABHEDANANDA estudió durante su niñez, sánscrito y filosofía y antes de su mayoría de edad, sintió una gran inspiración interior por aprender yoga, la cual le llevó al centro Sri Ramakrishna Paramahamsadev en Dakshineswar. Allí, Sri Ramakrishna reconoció que fuera un gran yogui en su vida anterior y dijo que éste sería su último nacimiento, accedió a enseñarle yoga y le inició con un mantram. Este toque místico del Gurú de inmediato lo llevó a un profundo Samadhi.
Después de la muerte de su Maestro, se convirtió en un monje renunciante y tomó el nombre de “Abhedananda”. Viajó descalzo durante diez años desde el Himalaya hasta Rameswaram, dependiendo totalmente de las limosnas y de los alimentos que le ofrecían, sin tocar el dinero. Llevaba como ropa sólo un taparrabos en su cintura y siempre dependía por completo de los demás, caminando de 20 a 25 millas cada día.
En 1896 recibió la llamada de Swami Vivekananda para que le ayudase en su tarea de dar a conocer el Vedanta en Inglaterra y se embarcó hacia Londres en agosto de 1896. En Inglaterra, conoció a los profesores Max Müller y Paul Deussen, y también a los filósofos de renombre de la época. A petición de Swami Vivekananda, Swami Abhedananda viajó a EE.UU., a la edad de 31 años, para hacerse cargo de la Sociedad Vedanta de la ciudad de Nueva York, donde dio noventa conferencias públicas en seis meses y donde conoció al famoso filósofo norteamericano William James.
Durante sus 25 años de ministerio espiritual en Occidente cruzó el Pacífico diecisiete veces, hasta que finalmente volvió a la India en noviembre de 1921. Visitó Honolulu, Japón, Shangai, Hong Kong, Cantón, Manila, Singapur, Kuala Lumpur y Malasia.
dto.