Ausencia de la felicidad : la historia de Helen Schucman como escriba de un curso de milagros
Ausencia de la felicidad : la historia de Helen Schucman como escriba de un curso de milagros
- EAN: 9786074571431
- ISBN: 9786074571431
- Editorial: Ediciones El Grano de Mostaza
- Año de la edición: 1753
- Encuadernación: Rústica
- Medidas: 150 X 230 mm.
- Páginas: 572
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Descripción
“Este es Un curso de milagros, por favor, toma nota.”
Así es como comenzó la escritura de Un curso de milagros en octubre de 1965. Durante los siete años siguientes Helen Schucman, una psicóloga clínica de la ciudad de Nueva York, oyó la voz de Jesús dictándole los tres volúmenes que constituyen uno de los mensajes espirituales más significativos de nuestro tiempo. Ausencia de felicidad relata este proceso de dictado enmarcándolo en el contexto de la búsqueda de Dios que Helen llevó a cabo durante toda su vida. Aquí se refleja el conflicto entre su ego y su naturaleza espiritual:
“Simbolizaba ambos lados de la personalidad de Helen, y reflejaba la misma ambivalencia que todos compartimos con respecto a nuestra relación con Dios y con la persona de Jesús… Al hacer la crónica del desarrollo de este conflicto personal y su resolución última estoy escribiendo también la historia de todo el mundo”.
Kenneth Wapnick, inspirado por la profunda relación con Helen durante los últimos ocho años de la vida de ella, reseña detalladamente su labor como escriba del Curso, sus experiencias con Jesús, y su relación con William Thetford, amigo íntimo, colega y colaborador en la escritura del Curso. El libro incluye extensos extractos de los recuerdos de Helen, de sus sueños y cartas, así como de los mensajes personales y del material instructivo que recibió de Jesús como parte integral del dictado original del Curso. Toda esta información no se ha publicado anteriormente.
Sobre todo, Ausencia de felicidad es un libro sobre el amor, tal como concluye el prefacio del autor:
“Helen y yo compartíamos un profundo amor mutuo y por Jesús, en cuyo amor sabíamos que estábamos unidos, y en nombre de cuyo Curso estábamos colaborando. Mi plegaria es que yo pueda transmitir ese amor en estas páginas. En las palabras qyue Beethoven inscribió sobre los compases iniciales de su obra maestra coral Missa Solemnis: “Que desde el corazón llegue al corazón”.
Kenneth Wapnick obtuvo su doctorado en Psicología Clínica en la Universidad de Adelphi en 1968. Fue socio y amigo íntimo de Helen Schucman y William Thetford, los dos psicólogos que trascribieron UN CURSO DE MILAGROS.
Kenneth ha estado relacionado con UN CURSO DE MILAGROS desde 1973, escribiendo, enseñando e integrando sus principios en su práctica de psicoterapia.
Es miembro de la Junta Directiva de la Foundation for Inner Peace que publica UN CURSO DE MILAGROS.
En 1983, Kenneth y su esposa Gloria crearon la FOUNDATION FOR A COURSE IN MIRACLES (FUNDACIÓN PARA UN CURSO DE MILAGROS), un centro de enseñanza y sanación ubicado en Crompond, Nueva York, que creció rápidamente. En 2001 la Fundación se trasladó a Temécula, California. Publica un boletín trimestral, “The lighthouse” (El Faro), que puede obtenerse gratuitamente en su página web: www.facim.org.
Helen Schucman, el tema de este libro, fue la escriba de Un curso de milagros. Desde octubre de 1965 hasta septiembre de 1972 “oyó” la voz de Jesús dictándole los tres volúmenes que componen uno de los mensajes espirituales más significativos de nuestro tiempo.
La presente obra relata este proceso de dictado, enmarcándolo en el contexto de la búsqueda de Dios que Helen llevó a cabo durante toda su vida.
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El final de la muerte : las enseñanzas profundas de Un curso de milagros
En estas enseñanzas holográficas, Jesús expone la muerte tal como es: el más grandioso de todos los mitos inconscientes que han existido desde el principio del tiempo. Él nos anima a ver más allá de sus múltiples disfraces y a superar la muerte en todas sus siniestras formas, tal como Él mismo hizo. Se cree universalmente que la muerte es el único resultado cierto de la vida. Se considera un parte natural y legítima de la vida, el resultado que todos esperamos. La supervivencia del ego depende de la creencia de que la muerte física es innegociable, inevitable e inescapable. Nos considera víctimas de sus propias leyes de tiempo, privación, enfermedad, decaimiento y muerte. En otras palabras, insiste en que somos víctimas de un poder distinto del Amor omniabarcante de Dios. Pero, ¿cómo podría existir otro poder que el Amor de Dios a menos que nosotros, a través de nuestro libre albedrío, decidiéramos valorarlo?
dto.
El poder sanador de la bondad II : perdonar nuestras limitaciones
Este segundo libro en torno a la bondad se centra en dos advertencias que Jesús nos ofrece en Un curso de milagros.
Siguiendo las características de su dulce orientación, nos dice que no nos sintamos perturbados por las sombras que rodean nuestra "pequeña disposición" a aprender de él y que no nos desesperemos debido a nuestras limitaciones. Estas precauciones fueron los temas de dos seminarios presentados en nuestro centro —«Sombras de limitación» y «Dulces son los usos de la adversidad»— que forman la base de este libro. Si nos identificamos con el ego, nuestras limitaciones se vuelven motivo de comparación y juicio y, por consiguiente, nos impulsan a buscar maneras de superar las imperfecciones en nuestros cuerpos y en el mundo. Este énfasis sirve al propósito del ego de esconder la decisión de la mente a favor de la culpa, substituyendo el ilimitado Ser de Cristo por un yo limitado.
Al identificarnos con la amorosa Presencia del Espíritu Santo en nuestras mentes correctas reconocemos nuestra errónea elección, y así permitimos que la verdadera corrección nos pueda sanar.
Ahora miramos nuestras imperfecciones bondadosamente y las redefinimos no como nuestra realidad, sino como meros desvíos en nuestro camino a casa. Estas sombras de limitación se convierten en los contornos del aula que Jesús utiliza para enseñarnos sus bondadosas lecciones de perdón. Así se desvanecen por fin en la luz de la Expiación, en la cual todos estamos unidos como el perfecto y único Hijo de Dios.
dto.
UCDM Lecciones de dicha y esperanza
Un acertado comentario que nos introduce, de la mano de Susana Ortiz, en el Manual para el Maestro, tercera parte de Un Curso de Milagros (UCDM). Susana Ortiz tiene una amplia trayectoria en la enseñanza de Un Curso de Milagros, su camino espiritual. Este comentario supone el primero en castellano del Manual para el Maestro, parte clave del Curso, en la que nos explica cómo vivir como Maestro de Dios, aquel que elige el Amor y la Unidad frente a la individualidad.
En un mundo regido por el principio de escasez que nos convierte forzosamente en competidores, supervivientes y enemigos, el Maestro de Dios aparece como una lluvia regeneradora, como un símbolo de esperanza. El Maestro de Dios es, parafraseando el Curso, alguien que simplemente, en algún momento, tomó la decisión de no ver sus intereses como algo aparte o diferente de los intereses de los demás. Este es un mundo en el que se ignora la realidad y se pasa por alto que todo está unido a todo, que no se puede ganar a costa de otro y que el mundo agoniza debido a la falta de amor.
Este libro te acompaña en el viaje más importante que pueda concebirse: ése que te lleva del miedo al Amor.
dto.
Forma frente a contenido
Podemos rastrear la preocupación casi universal por el sexo y el dinero hasta esa intención oculta del ego que consiste en mantenernos arraigados en el cuerpo y en el mundo para que no lleguemos al verdadero origen del dolor y el conflicto: la decisión de la mente de mantenerse separada de Dios, pero sin responsabilizarse de ello. En el marco de los principios del ego, y de su doctrina de intereses separados, tanto el sexo como el dinero son formas de comportarnos que expresan el contenido de nuestra mente.
Por tanto, este libro se centra en identificar el contenido que da lugar a la culpa, el conflicto y las obsesiones asociados con el sexo y el dinero. El perdón nos permite reorientar la atención de la complejidad del comportamiento a la simplicidad del propósito. De este modo, el sexo y el dinero, surgidos para expresar la culpabilidad del ego —uno o el otro—, pasan a reflejar el principio sanador del Espíritu Santo: lo hacemos juntos o no lo hacemos.
Nada es tan cegador como la percepción de la forma. Pues ver la forma significa que el entendimiento ha quedado velado.
(T-22.III.6.7-8)
dto.