Conócete a tí mismo. Jnani yoga - OC vol 17
Conócete a tí mismo. Jnani yoga - OC vol 17
- EAN: 9788494286384
- ISBN: 9788494286384
- Editorial: Asociación Prosveta Española
- Año de la edición: 1753
- Encuadernación:
- Medidas: 150 X 210 mm.
- Páginas: 279
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Disponible 48/72 hoas
Descripción
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Los secretos del libro de la naturaleza
Vivimos en una civilización que nos exige saber leer y escribir, pero estas dos actividades hay que saberlas ejercer también en otros planos.
En la Ciencia iniciática, leer significa ser capaz de descifrar el lado sutil y escondido de los objetos y de las criaturas, interpretar los símbolos y los signos colocados en todas partes por la Inteligencia cósmica, en el gran libro del universo. Y escribir, significa marcar este gran libro con el propio sello, obrar sobre las piedras, las plantas, los animales y los hombres a través de la fuerza mágica del propio espíritu. Por consiguiente, no es sólo sobre el papel que hay que saber leer y escribir, sino en todas las regiones del universo.
dto.
La armonía
"Existe un mundo de la armonía, un mundo eterno de donde ha salido la multiplicidad infinita de formas, de colores, de sonidos, de perfumes, de sabores…
Aquel que consigue acercarse a este mundo saborea sensaciones de una tal riqueza, de una tal intensidad que ya no desea nada más. Es algo indescriptible, casi imposible de soportar. Al contacto con esta armonía, comprende cómo vive el universo, cómo vibra, cuál es su estructura, cuál es su predestinación. Os imagináis que, para descubrir los secretos de la creación, es preciso buscar, estudiar, leer. No, para conocer el universo es necesario aprender a vibrar al unísono con él, gracias a los órganos del conocimiento espiritual: el plexo solar, el centro Hara, el aura… Todo el poder del espiritualista está en su voluntad de ponerse en armonía con el cuerpo universal, de alcanzar la cima y vivir la vida cósmica."
dto.
Las leyes de la moral cósmica
«Los agricultores fueron los primeros moralistas. Cuando no siembran, no esperan ninguna cosecha, y si plantan lechugas, saben que no recolectarán zanahorias. ¿Por qué entonces un hombre que siembra el odio y la discordia, puede esperar recolectar el amor y la paz? Para tener un palacio de mármol, no se utilizan ladrillos. Para tener un cuerpo sano, no se absorben alimentos putrefactos. ¿Cómo tener pues un psiquismo sólido, resistente, una inteligencia clara y un corazón generoso, si no cesamos de engendrar sentimientos y pensamientos desordenados, envenenados por la avidez o el rencor? Hay que hacer una selección en sus pensamientos y sus sentimientos como para la alimentación y la construcción de una casa… Las leyes que rigen nuestro psiquismo son las mismas que aquéllas que han sido descubiertas en los otros ámbitos de la naturaleza y de la técnica. Ni los hombres, ni las sociedades han inventado la moral; la moral está inscrita en toda la naturaleza, es la prolongación de las leyes naturales en nuestro psiquismo.»
dto.