El Evangelio según el espiritismo
El Evangelio según el espiritismo
- EAN: 9788496595200
- ISBN: 9788496595200
- Editorial: hojas de luz
- Año de la edición: 1753
- Encuadernación: Rústica
- Medidas: 140 X 210 mm.
- Páginas: 448
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Descripción
Es frecuente que algunos puntos del Evangelio y en general de la Biblia nos resulten ininteligibles e irracionales, al no disponer de la clave que nos haga comprender su verdadero sentido.
Allan Kardec incorpora en esta obra las claves que nos facilita la doctrina del espiritismo y que permiten una perfecta asimilación de las enseñanzas contenidas en el libro sagrado.
La presente obra reúne los artículos del evangelio que constituyen un código de moral universal, sin distinción de culto, conservando todo lo útil al desarrollo del pensamiento y del espíritu y prescindiendo de todo lo extraño a dicho objetivo.
Otros libros de Espiritismo
El Génesis según el espiritismo
Esta nueva obra avanza un paso en el estudio de las consecuenciass y las aplicaciones del Espiritismo.
Como su título indica, tiene por objetivo el estudio de tres puntos diversamente interpretados, a saber: El génesis, los Milagros y las profecías en sus relaciones con las nuevas leyes que se deducen de la observación de los fenómenos espíritas.
Al demostrar la existencia del mundo espiritual y sus relaciones con el mundo material, el Espiritismo nos brinda la comprobación de una infinidad de fenómenos incomprensibles que son considerados, por tal motivo, inadmisibles por ciertos pensadores.
Estos fenómenos abundan en las escrituras, y en razón del desconocimiento de la ley que los gobierna, los tratadistas de ambos bandos antagónicos han girado sin cesar en el mismo círculo de ideas: unos omitiendo los descubrimientos positivos de la ciencia, y otros ignorando el principio espiritual, de modo que no han podido llegar a una solución racional y convincente.
La solución se encuentra en la acción recíproca del espíritu y la materia, y, del tal manera, se libera del carácter sobrenatural que se atribuía a la mayor parte de los fenómenos. Pero, ¿qué es más positivo: admitir los hechos como resultantes de las leyes de la Naturaleza o rechazarlos totalmente?
Su desestimación absoluta lleva a la destrucción de la base misma de todo edificio, mientras que su aceptación, aun limitada, no suprime más que lo accesorio, dejando intacta la base. Esa es la causa por la cual el Espiritismo induce a mucha gente a aceptar verdades consideradas antes meras utopías.
ALLAN KARDEC
Su verdadero nombre era Hipólito León Rivail.
Nació el 3 de octubre de 1804 en la ciudad francesa de Lyon. Comenzó sus primeros estudios en Lyon y después los completó en Yverdun (Suiza) con el célebre profesor Pestallozzi de quien muy pronto se volvió un consagrado e inteligente colaborador.
Se hizo profesor y doctor en medicina y después se instaló en París, donde fundó un instituto semejante a los de Yverdun.
En 1854 Rivail oyó hablar por primera vez de las mesas giratorias y al ser insistido por sus amigos de asistir a estas sesiones, no se recusó en ello. A partir de conocerlas, empezó a interesarse en ellas y a asistir de manera continuada a estas reuniones. En ellas, un día recibió una comunicación de un espíritu protector que decía haberlo conocido en una vida anterior, en el tiempo de los druidas, cuando vivían juntos en un pueblo galo. Este espíritu se llamaba Allan Kardec y prometió ayudarlo en una tarea mucho más importante para la que fue designado.
El primer libro que Hipólito León Rivail publicó con esfuerzo propio ante la negativa de las editoras, fue el “Libro de los Espíritu”. Éste era un volumen de 500 páginas impreso a 2 columnas, de las cuales en la de la izquierda aparecían las preguntas a los espíritus y en la de la derecha las respuestas dadas. Contenían los principios de la doctrina espiritista sobre la naturaleza de los seres del más allá, así como sus manifestaciones y relaciones con los seres humanos, las leyes morales, la vida presente y futura y hasta lo que estaba por venir en la humanidad.
Cierto día los espíritus revelaron a Kardec que le quedaban 10 años de vida y lo exhortaron a que adelantara su obra, fue así que publicó un opúsculo el que tituló: “El espiritismo en su más simple expresión”, fundó una sociedad, luego una revista espiritista y su obra cimera “El libro de los Médiums”, que se publicó en 1861. En 1864 publicó “El evangelio según el espiritismo” y finalmente, en 1868, “El Génesis, los milagros y las predicciones según el espiritismo”. En abril de 1858, sabiendo que el plazo fijado se acercaba, Kardec fundó la sociedad de estudios espiritistas y ya para entonces sus seguidores sumaban más de 30 mil.
dto.
El espiritismo: su historia, sus doctrinas, sus hechos.
Arthur Conan Doyle, además de dar vida al detective más famoso de la historia, era también un amante del mundo místico, esotérico y médium. “El Espiritismo”, es un testimonio vivo del acercamiento del autor al círculo espiritista de su época. Estamos ante una obra de estudio profundo sobre la propia historia de la corriente, remontándose incluso a casos de médiums anteriores a la codificación de Allan Kardec en su “Libro de los Espíritus” (1857).
A lo largo del libro, Doyle presenta casos históricos, investigaciones y experiencias reales que reafirman el fenómeno espiritista recogido a lo largo de los siglos, desde su origen en los antiguos oráculos hasta los tiempos del autor, tratando nombres como el de Emanuel Swedenborg, Washington Irving, Daniel Dunglas Home, etc., además de estudiar visiones de la corriente espiritista en otros países como Francia, Alemania e Italia.
La exploración que realiza Arthur Conan Doyle hacia la relación entre la filosofía, la religión, la ciencia y el espiritismo, hace las delicias de cualquier amante del misterio, interesado en el mundo más allá de la vida y los secretos que este entraña.
dto.
Memoria del padre Germán : vida de un espíritu piadoso
Las Comunicaciones con los Espíritus son innegables, ya ha sonado la hora en el reloj de los tiempos, señalando el momento solemne de la comunicación entre los muertos y los vivos, los primeros han lanzado el grito de alerta y los segundos han tenido que oir a pesar suyo el toque de llamada, el resultado final es que los muertos hablan con los vivos. Estudiemos el Espiritismo, que es la ciencia de la vida, porque el Espiritismo ¡Es la Verdad!
La misión del Padre Germán en su última existencia fue la Misión más hermosa que puede tener el hombre en la tierra; y como cuando el espíritu deja su carnal envoltura, sigue sintiendo en el espacio lo mismo que sentía en la tierra, él sintió, al verse libre de sus enemigos, la misma necesidad de amar y de instruir a sus semejantes, y buscó todos los medios para llevar a cabo sus nobilísimos deseos.
El Padre Germán recogió a muchas ovejas descarriadas, guiándolas solícito por el estrecho camino de la verdadera religión; que no es otra cosa que hacer el bien por el bien mismo, amando al bueno porque por sus excepcionales virtudes merece ser tiernamente amado, y amando al delincuente, porque es un enfermo del alma en estado gravísimo, que sólo con amor puede curarse.
Sus Memorias no guardan orden perfecto en la relación de los acontecimientos de su vida; tan pronto relata episodios de su juventud (verdaderamente dramátcicos) como se lamenta de su abandono en la ancianidad; pero en todo cuanto dice hay tanto sentimiento, tanta religiosidad, tnato amor a Dios, tan profunda admiración a sus eternas leyes, tan inmensa adoración a la naturaleza, que leyendo los fragmentos de sus Memorias, el alma más atribulada se consuela, el espíritu más escéptico reflexiona, el hombre más criminal se conmueve, y todos a su manera buscan a Dios, convencidos de que Dios existe en las inmensidades de los cielos.
dto.