Los herederos de maría Magdalena afirman que la vía a la divinidad auténtica presente no está en '" el miedo ni en el pecado, sino en este amor infinito y en el mundo insondable del sosiego celeste.

La disputa espiritual de dos mil años de la prescripción entre el apóstol Pedro y la alumna querida del Señor, que posteriormente concibió puramente y que dio a luz al Teoniño - el fundador de la dinastía europea de la posteridad del Cristo, - María Magdalena - se acaba con la victoria de ella .

Este libro es la primera tentativa de ruptura con la intelectualidad espiritual de la inquisición medieval y de restaurar al Cristo presente del amor celeste infinito abrasador!

¿ Qué y cuál herencia María Magdalena quiere entregar a todos nosotros? La respuesta a esta pregunta la encontraréis en este libro o en un encuentro con el

autor. El juramento dado por María Magdalena al Señor en sus días terrenales, se realiza hoy. "Dulcísimo, llevaré a Tus pies a toda la humanidad! No me apaciguaré,
hasta que vea al mundo amarte como a Ti yo Te amo"

Este libro no ha sido escrito con una intención deliberada, tampoco dictado... Al apartar su atención de las teclas del piano por un minuto, el autor trató de expresar lo que le había sido revelado durante la interpretación.

No ha existido un género semejante en la historia. Lo defino como revelación musical. Me eran transmitidos directamente desde el mundo empíreo los impulsos y señales que yo expresaba como podía con palabras, dándome cuenta de la gran limitación del discurso verbal.

Lo que se dice después de una interpretación musical, ya no se puede volver a decir nunca más. Las palabras deberían hablar solo de lo inenarrable. ¡Y la música habla siempre sobre lo inenarrable, lo que no se puede expresar! Ten pues la bondad de hablar sobre lo que es inexpresable con palabras. Lo que se sonoriza inenarrable y musicalmente... ten la bondad de sonorizarlo de manera verbal.

Por el éter transmundial testimoniamos la alegría que le espera a la humanidad: ¡El gran cambio! ¡El eje mundial ha girado hacia la bonhomización!

Miles de civilizaciones bondadosas, mundos habitados, con esperanza y amor miran a la Tierra, enviando Minné ardiente. Los panteones bondadosos, los habitantes bondadosos de comunidades intergalácticas –el univérsum bondadoso se puso en movimiento.

Los bondadosos Padre y Madre se revelan por primera vez a la nueva bondadosa humanidad.

El mal desenmascarado se va. ¡Anuncio el descendimiento a la Tierra de las almas hermosas y bondadosas, ajenas y privadas del mal!

Vuelven a la Tierra los panteones bondadosos –las pléyades de buenas divinidades y gente bondadosa: padres y madres, ancianos y ancianas, albios y albias, constelaciones y ciudades bondadosas, seres bondadosos, pajaritos bondadosos de miles de especies, animales domésticos y salvajes –pececitos, perritos, bichitos: angelitos, espíritus domésticos, urbanos, de los bosques y las estepas… ¡Qué sinfonía de Bondad celestial!

Cualquier intento de explicar quién es realmente Juan de San Grial resulta insuficiente e ínfimo. Es poeta, músico, filósofo historiador, pensador, escritor de más de quinientos libros, fundador de una nueva escuela musical revolucionaria… Su literatura constituye por sí sola la construcción de un nuevo paradigma: el del bien.

Pese a haber atravesado un largo camino de búsquedas y de pruebas muy arduas, ha guardado la firmeza de espíritu siendo la personificación del camino excepcional que transitaron todos los grandes mensajeros de civilizaciones y mundos luminosos. Un anciano amoroso y claro, portador de la esperanza del renacimiento espiritual de la humanidad.

Dotado de dones excepcionales, toda su vida, desde el mismo nacimiento —su interés juvenil por la música y la poesía, la búsqueda de la última verdad en la literatura, la filosofía, las doctrinas esotéricas, la astrología y la religión, el encuentro con grandes ancianos, largos años en el camino de hazañas, etc.— todo ha sido un misterioso modelado para poder afirmar los pilares de una espiritualidad universal que sitúa al ser humano como el mayor tesoro de la Tierra. La obra de Juan de San Grial compone los adoquines de un camino que el hombre es digno de recuperar: el camino de la libertad en la convivencia con la Divinidad.

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Tú, niño, has abierto al mundo nuevas Puertas, por eso suceden las persecuciones y la furia del maligno. ¡Cuántas Puertas del Reino has abierto, puertas que nadie antes había visto en la Tierra y por las que nadie había entrado jamás! ¿Entonces de qué te asombras? Por cada Puerta abierta... hay una cruz. He revelado cómo acumular Espíritu Santo: ¡unas puertas indescriptibles! Y tú has entrado por ellas. Y por tus Puertas entrarán miles. Aguanta.