Hugh Paston, rico y escéptico, acaba de sufrir una conmoción por la muerte de su esposa en un accidente de coche junto con su amante. En esta encrucijada de su vida, y en busca de distracción, vaga hasta una tienda de libros antiguos con cuyo dueño entabla amistad y quien encenderá su interés por la literatura ocultista. Hugh Paston se ve arrastrado al estudio de los Misterios Eleusinos y, decidido a invocar a Pan, el dios de los pies de cabra, compra la Granja de los Monjes, un antiguo monasterio largo tiempo abandonado y amenazado de ruina. Con la ayuda de Mona Wilton, una joven artista, Hugh Paston reconstruye y renueva la granja con la intención de celebrar los ritos. En el antiguo monasterio el protagonista resulta poseído por el espíritu de su prior del siglo XV, Ambrosio, que fue emparedado en una de las celdas por practicar determinados ritos paganos que había descubierto en antiguos manuscritos griegos de la biblioteca, rituales que estaban dedicados a Pan.

La creencia de que vivimos rodeados de seres dotados de un poder sobrehumano y de una naturaleza a que no alcanzan los sentidos del hombre, es un hecho universal que se repite en todas las civilizaciones. También es cierto que, con el paso de los años, y aún de los siglos, los hechos se han recubierto de una gruesa capa de superstición, que ha ido deformando estas ideas, dando lugar a multitud de leyendas.

El presente trabajo intenta explicarnos lo que ocurrió en realidad, basándose en escritos de la época, permitiéndonos así hacernos una idea clara sobre la verdad que esconden los hechos, juzgados a menudo, antes de ser investigados, como misteriosos.

El Kybalion siempre suscitó, desde el momento de su aparición, acendradas polémicas entre aquellos que defendían y aquellos que descalificaban su legitimidad. No obstante cabe decir que en no pocas ocasiones hemos constatado que libros de escaso bagaje cumplían una función iniciadora hacia otras lecturas más cultas y, contrariamente, libros de gran calado intelectual eran capaces de desfondar, por su propia profundidad, vocaciones primerizas incapaces de asimilar la densidad de aquel conocimiento. En todo caso, el Kybalion, pertenece a cierto extraño grupo de libros que a nadie dejan indiferentes.