El libro de los médiums
El libro de los médiums
- EAN: 9788496595163
- ISBN: 9788496595163
- Editorial: hojas de luz
- Año de la edición: 2016
- Encuadernación: Rústica
- Medidas: 0 X 0 mm.
- Páginas: 526
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Otros libros de Espiritismo
El Génesis según el espiritismo
Esta nueva obra avanza un paso en el estudio de las consecuenciass y las aplicaciones del Espiritismo.
Como su título indica, tiene por objetivo el estudio de tres puntos diversamente interpretados, a saber: El génesis, los Milagros y las profecías en sus relaciones con las nuevas leyes que se deducen de la observación de los fenómenos espíritas.
Al demostrar la existencia del mundo espiritual y sus relaciones con el mundo material, el Espiritismo nos brinda la comprobación de una infinidad de fenómenos incomprensibles que son considerados, por tal motivo, inadmisibles por ciertos pensadores.
Estos fenómenos abundan en las escrituras, y en razón del desconocimiento de la ley que los gobierna, los tratadistas de ambos bandos antagónicos han girado sin cesar en el mismo círculo de ideas: unos omitiendo los descubrimientos positivos de la ciencia, y otros ignorando el principio espiritual, de modo que no han podido llegar a una solución racional y convincente.
La solución se encuentra en la acción recíproca del espíritu y la materia, y, del tal manera, se libera del carácter sobrenatural que se atribuía a la mayor parte de los fenómenos. Pero, ¿qué es más positivo: admitir los hechos como resultantes de las leyes de la Naturaleza o rechazarlos totalmente?
Su desestimación absoluta lleva a la destrucción de la base misma de todo edificio, mientras que su aceptación, aun limitada, no suprime más que lo accesorio, dejando intacta la base. Esa es la causa por la cual el Espiritismo induce a mucha gente a aceptar verdades consideradas antes meras utopías.
ALLAN KARDEC
Su verdadero nombre era Hipólito León Rivail.
Nació el 3 de octubre de 1804 en la ciudad francesa de Lyon. Comenzó sus primeros estudios en Lyon y después los completó en Yverdun (Suiza) con el célebre profesor Pestallozzi de quien muy pronto se volvió un consagrado e inteligente colaborador.
Se hizo profesor y doctor en medicina y después se instaló en París, donde fundó un instituto semejante a los de Yverdun.
En 1854 Rivail oyó hablar por primera vez de las mesas giratorias y al ser insistido por sus amigos de asistir a estas sesiones, no se recusó en ello. A partir de conocerlas, empezó a interesarse en ellas y a asistir de manera continuada a estas reuniones. En ellas, un día recibió una comunicación de un espíritu protector que decía haberlo conocido en una vida anterior, en el tiempo de los druidas, cuando vivían juntos en un pueblo galo. Este espíritu se llamaba Allan Kardec y prometió ayudarlo en una tarea mucho más importante para la que fue designado.
El primer libro que Hipólito León Rivail publicó con esfuerzo propio ante la negativa de las editoras, fue el “Libro de los Espíritu”. Éste era un volumen de 500 páginas impreso a 2 columnas, de las cuales en la de la izquierda aparecían las preguntas a los espíritus y en la de la derecha las respuestas dadas. Contenían los principios de la doctrina espiritista sobre la naturaleza de los seres del más allá, así como sus manifestaciones y relaciones con los seres humanos, las leyes morales, la vida presente y futura y hasta lo que estaba por venir en la humanidad.
Cierto día los espíritus revelaron a Kardec que le quedaban 10 años de vida y lo exhortaron a que adelantara su obra, fue así que publicó un opúsculo el que tituló: “El espiritismo en su más simple expresión”, fundó una sociedad, luego una revista espiritista y su obra cimera “El libro de los Médiums”, que se publicó en 1861. En 1864 publicó “El evangelio según el espiritismo” y finalmente, en 1868, “El Génesis, los milagros y las predicciones según el espiritismo”. En abril de 1858, sabiendo que el plazo fijado se acercaba, Kardec fundó la sociedad de estudios espiritistas y ya para entonces sus seguidores sumaban más de 30 mil.
dto.
El libro de los espíritus : principios de la doctrina espiritista
En 1854 Allan Kardec, seudónimo de Hippolyte Léon Denizard Rivail, oyó hablar por primera vez del fenómeno de las «mesas parlantes», al que solo empezó a conceder crédito tras haber sido testigo, en mayo de 1855, de inexplicables fenómenos relacionados con mesas ambulatorias y giratorias o «danzantes», así como con la llamada «escritura automática». Persuadido de la existencia de una región espiritual habitada por almas inmortales desencarnadas con las que era posible comunicarse, Kardec se decidió a examinar una voluminosa colección de escritos psicográficos que le proporcionaron amigos espiritistas interesados en su juicio y empezó a asistir con regularidad a sesiones, preparado siempre con una serie de preguntas que le eran respondidas de «manera precisa, profunda y lógica», a través de los sujetos a los que el espiritismo denomina «médiums», porque actúan como intermediarios en las comunicaciones con las supuestas almas desencarnadas. Toda esta materia, debidamente «repasada y corregida» por la entidad espiritual que se identificó como «la Verdad», sirvió de base al cuerpo de doctrina de El libro de los espíritus, su obra aparecida en 1857, cuya primera edición se agotó en pocos días, llegándose a la decimosexta en vida del autor.
dto.
El más allá se manifiesta
«Un libro abierto a la vida espiritual, que nos da una oportunidad para volver a abrir la puerta a Dios en nuestras vidas.
La primera vez que conocí a la autora me impactó su sencillez y a la vez el sufrimiento que en su cara se reflejaba. Parecía que estaba escrito que tenía que ayudarla a ordenar los mensajes que desde el Cielo y su guía Santiago venían dictándole desde hace treinta años.
No ha sido una tarea fácil, mientras el libro iba tomando forma, a mi alrededor sucedían muchas cosas, y dentro de mí se debatían diversos sentimientos y creencias: la incredulidad y la fe, el credo en el que fui educada y las creencias que el libro transmite, el miedo, la tristeza, el sufrimiento, la preocupación? y, al final de todos, la esperanza y el agradecimiento por haber tenido la oportunidad de participar en este maravilloso y divino proyecto.
El libro se divide en una introducción donde conocemos a su guía Santiago, y un cuerpo central donde se recogen los mensajes y diálogos que, estoy segura, removerán muchos cimientos; para finalizar con una tercera parte de oraciones, dedicatorias y frases que han marcado la vida de nuestra autora...».
dto.