Alquimia

¿Te dañas a ti mismo esforzándote demasiado, o sueles preocuparte a menudo por el dinero? ¿Te gustaría tener un aspecto físico más atractivo y despertar tu yo más sensual? ¿Estás obsesionado por un antiguo amor? ¿Tienes problemas en tus relaciones personales, con un compañero de trabajo o un jefe, que te minan la energía? ¿Estás pasando por la grave enfermedad o tal vez la muerte de un ser querido? En El éxtasis del fluir –éxito de ventas según el New York Times–, la doctora Judith Orloff, nos ofrece un enfoque único en el que une neurociencia, psiquiatría y medicina intuitiva con el objetivo de reducir el estrés, vivir con relajación el momento presente y lograr una irresistible luminosidad interior. Se trata de doce enfoques específicos para entregarse en ámbitos como el trabajo, los negocios, las relaciones y la salud. Pero ¿entregarse consiste en rendirse? Categóricamente, no. Según Orloff, la entrega es la pieza que necesitamos para conseguir la felicidad, la abundancia y el sentirnos más vivos. Entregarse permite eliminar bloqueos y también el agotamiento que supone esforzarse en demasía, a la vez que contribuye a conseguir metas con menos esfuerzo. AUTORA profesora clínica y asistente de Psiquiatría en la Universidad de California, Los Ángeles, ha ayudado a sus pacientes durante más de dos décadas a practicar el arte de la entrega y el fluir con el fin de lograr la libertad emocional. Autora de Libertad Emocional [Ediciones Obelisco], éxito de ventas según la lista del New York Times, y de los también best sellers Positive Energy [Energía positiva], Judith Orloff s Guide to Intuitive Healing [La guía para la curación intuitiva de la doctora Orloff] y Sexto sentido, Orloff ha colaborado en televisión, en The Dr. Oz Show y Today, y en los canales PBS, CNN y NPR. La presentación de este libro ha recibido más de medio millón de visitas en YouTube. Más información en: www.drjudithorloff.com.

Vive la vida como eres en vez de como deberías ser

Este libro es un libro arriesgado. En un momento histórico en el que el «mantra» de la civilización occidental es el «cambio», reivindicar que no cambiemos, que les pidamos a los amigos o a nuestras parejas que no intenten cambiarnos, que nos dejen ser como somos, es más, que nosotros nos aceptemos como somos y que ellos nos acepten tal cual somos, es cuanto menos una postura valiente, cuando no provocadora.