En Espíritu Y En Verdad
En Espíritu Y En Verdad
- EAN: 9788494309816
- ISBN: 9788494309816
- Editorial: Asociación Prosveta Española
- Año de la edición: 1753
- Encuadernación:
- Medidas: 0 X 0 mm.
- Páginas: 0
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Descripción
"Imaginaos que se les anuncia, un día, a los creyentes de todas las religiones del mundo entero: "De ahora en adelante, ya no habrá más lugares de culto, ya no habrá más ceremonias, ni más clérigos, ni imágenes santas, ya no habrá nada material y exterior: vais a adorar a Dios en espíritu y en verdad", Sería el vacío para ellos, se sentirían perdidos. Sólo un ser excepcionalmente evolucionado puede encontrar en su espíritu, en su alma, el santuario en donde entrar para dirigirse al Señor, para tocar, saborear y respirar los esplendores del Cielo. Evidentemente que es deseable un ensanchamiento así de la conciencia. Para aquellos que sean capaces de llegar hasta ahí, ya no hay límites, porque el mundo del alma y del espíritu es el más bello, el más vasto; pueden trabajar hasta el infinito para construir su futuro de hijos e hijas de Dios".
Indice de materias
1. La estructura del universo
2. La Casa divina de pesos y medidas
3. Le conexión con el centro
4. La conquista de la cima
5. De la multiplicidad a la unidad
6. La construcción del edificio
7. Contemplar la verdad : Isis desvelada
8. El vestido de luz
9. La piel, órgano del conocimiento
10. El perfume del jardín del Edén
11. "En espíritu y en verdad"
12. La imagen, simple soporte para la oración
13. espíritu no está en los vestigios
14. encontramos a los seres en el espíritu
15. El sol, quintaesencia de toda verdadera religión
16. La verdad del sol: dar
17. El Reino de Dios está en nosotros.
Otros libros de Aïvanhov
Hrani Yoga- El significado alquímico y mágico de la nutrición
“ El mundo entero pone la cuestión del alimento en primer lugar, todos procuran resolver esta cuestión de forma prioritaria, trabajan y hasta se pelean para ello. Pero esta actitud con respecto al alimento todavía no es más que un impulso, una tendencia instintiva que no ha entrado en el dominio de la clara consciencia. Únicamente la Ciencia iniciática nos enseña que el alimento, que es preparado en los laboratorios divinos con una sabiduría indecible, contiene unos elementos mágicos que son capaces de conservar o de restablecer la salud, no sólo física, sino también psíquica. Para ello es necesario conocer en qué condiciones pueden ser captados estos elementos, y que el medio más eficaz es el pensamiento. Sí, porque el pensamiento del hombre es capaz de extraer del alimento partículas sutiles, luminosas, que entran en la construcción de todo su ser, y así es cómo, poco a poco, se transforma.
Cuando la comprendáis, la nutrición será para vosotros una fuente de beneficios y de maravillas, porque, más allá del simple hecho de alimentaros para manteneros con vida, se añadirán otros significados, otros conocimientos, otros trabajos a ejecutar, otras metas a alcanzar. En apariencia comeréis como todo el mundo, y el mundo entero comerá como vosotros, pero, en realidad, habrá una diferencia tan inmensa como entre la tierra y el Cielo.”
Omraam Mikhaël Aïvanhov
dto.
Los dos árboles del paraíso
«Desde hace miles de años los humanos han intentado comprender el origen del mundo, así como la aparición del mal (y su consecuencia, el sufrimiento) en este mundo. A menudo lo han presentado en forma de mitos, por lo que en los libros sagrados de todas las religiones se encuentran relatos simbólicos que hay que saber interpretar. La tradición cristiana utiliza el relato de Moisés, en el Génesis, en el que se dice que en el sexto día de la Creación, Dios hizo al hombre y a la mujer y los puso en el jardín del Edén, entre todas las especies de animales y plantas. Moisés sólo nombra dos árboles de este jardín: el Árbol de la Vida y el Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal, del que Dios prohibió comer sus frutos a Adán y Eva...
«El Árbol de la Vida representa la unidad de la vida, en la que la polarización aún no se manifiesta, es decir donde no hay ni bien ni mal, una región por encima del bien y del mal. Mientras que el otro Árbol representa el mundo de la polarización, en el que es obligado conocer la alternancia de los días y de las noches, de la alegría y de la pena, etc... Estos dos árboles son pues regiones del universo, o bien estados de conciencia, y no simples vegetales. Y que Dios dijera a Adán y Eva que no comieran del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal significa que aún no debían penetrar en la región de la polarización... »
dto.