En el libro de Ana se pueden distinguir dos aspectos claramente diferenciados. Por una parte está la historia de la vida de Ana, la abuela de Jesús, que también contiene las descripciones de los eventos más importantes de las vidas de María (la madre de Jesús), Jesús y María Magdalena. Esta historia está bañada de detalles históricos, cotidianos, de las iniciaciones que realizaban, así como de las personalidades de esos personajes que han sido ocultos hasta ahora. Aunque tremendamente apasionante, el propósito de esta parte del libro no es descartar otras versiones de la historia de Cristo y establecer esta como verdadera. El objetivo es atraer la atención del lector sobre un tema de gran interés para la humanidad y poder transmitir a través de las palabras las altas frecuencias que despiertan la memoria en el subsconsciente humano de los códigos de luz en el ADN del ser humano. Una vez estos códigos de luz en el ADN del ser humano se abren, entra en juego el otro aspecto del libro, donde Ana explica por qué los hechos ocurridos hace 2000 años, protagonizados por Ana y su familia (incluyendo a Jesús y María Magdalena), son de vital importancia para el siguiente paso de evolución humana y planetaria que están ocurriendo hoy en nuestras vidas. Ese segundo aspecto del libro constituye un valiosísimo manual de crecimiento del ser humano, repleto de mensajes profundos de amor y sabiduría cuyo objetivo es el empoderamiento individual y finalmente la mayor conquista que el ser humano puede realizar en el planeta Tierra en este momento: alcanzar la conciencia crística.

La Religión de la Naturaleza, tronco único de cuantas religiones ha inventado el hombre, se ve hoy encubierta tras los velos sucesivos que sobre ella han ido echando estas religiones, y la Verdad Primitiva, el Templo sepultado que diría Maeterlinck, yace oculta tras de esos múltiples velos o re-velaciones, como la yema del árbol bajo su pérula invernal, o como la verdad trascendente bajo el simbolismo que la recubre. De aquí la importancia que entraña para la Filosofía Natural el estudio crítico y desapasionado de los simbolismos de las religiones conocidas y de aquí también el objeto de este libro.

Desde el altísimo punto de vista de la Religión de la Naturaleza, las religiones más antiguas y veneradas: paganismo primitivo, jainismo, zoroastrismo, brahmanismo, buddhismo, mosaísmo, sintoísmo, cristianismo y mahometismo, son meras fábulas morales, dadas como ejemplo de conducta a la masa humana, al "gran rebaño", por sus "pastores" o sacerdotes, a título de un simbolismo, oculto tras la trama fabulosa, y que encierra siempre en una u otra forma una verdad natural, una enseñanza científica llamada a salir de nuevo a la luz del día por el esfuerzo del teósofo o sea, como dicen también las primeras líneas de otra obra de H. P. B.: La Clave de la Teosofía, de aquel investigador ecléctico, armonista, analogista, "filaleteo" o amante de la verdad, que, aspirando ya a levantar con su esfuerzo aquellos velos de las religiosas velaciones y re-velaciones, -Velo de Isis- busque, como buen filósofo, la verdad primitiva y perdida que antaño fuera ocultada bajo "rosados cuentos de niños", como los llama la Maestra, y después monopolizada por los sacerdocios como arma de dominación y de necromantes egoísmos.