Iniciación humana y solar
Iniciación humana y solar
- EAN: 9788412776508
- ISBN: 9788412776508
- Editorial: Editorial Nous
- Año de la edición: 1753
- Encuadernación: Rústica
- Medidas: 140 X 210 mm.
- Páginas: 182
(0 Comentarios)
Comenta y valora este libro
En stock. Envío inmediato.
Descripción
Una iniciación es una expansión de la conciencia, lo que lleva a la revelación e iluminación. La iniciación es experimentada por todas las formas de vida, grandes y pequeñas. El trabajo de la Jerarquía planetaria, en sus diversas etapas de la maestría, se describe en este libro, y se dan las Catorce Reglas por las cuales el neófito puede llegar a ser un Solicitante en el Portal de la Iniciación.
El tema de la "iniciación" aparece en diversas relaciones a lo largo de esta serie de libros. Una iniciación es una expansión de consciencia, un medio para abrir la mente y el corazón a un reconocimiento de lo que ya existe en la realidad. Es, por lo tanto, un resultado de la capacidad de trascender esos espejismos e ilusiones que velan la verdad y limitan la consciencia.
Como un proceso vivo, la iniciación es experimentada por todas las formas de vida, grandes y pequeñas, de lo universal a lo particular. El proceso de iniciación en nuestro sistema solar se basa en un patrón que se duplica y se refleja dentro del todo, y a lo largo de todas sus muchas partes. Se podría llamar el hilo de energía viviente, aceptado y entretejido en todo el tapiz por cada unidad de consciencia en la creación de una síntesis final.
A partir de este descubrimiento un tanto abstracto, el individuo debe concretar el proceso en un esfuerzo por percibir y entender cómo las formas diversas y distintivas de la vida incluidas en un organismo completo realizan una función individual de vital importancia que, en relación con todas las demás partes, contribuyen al plan de la evolución que todo lo abarca. Incluso este esfuerzo para estirar la mente más allá de sus límites normales hacia la comprensión del propósito planetario, plan y proceso, evoca un conocimiento más inclusivo de las relaciones dentro del todo. Una mente que así se expandió nunca vuelve a sus dimensiones originales.
Otros libros de Escuela Arcana
Tratado sobre magia blanca o El camino del discípulo
Este libro contiene las Quince Reglas para la Magia, y para el alma, basadas en estas palabras del Bhagavad-Gita: “Aunque soy el que no ha nacido, el Alma que no muere; aunque soy el Señor de los Seres, no obstante, como Señor de mi naturaleza, me manifiesto por medio del poder mágico del Alma”.
El alma no manifestada en su ser esencial, manifestada a través de la naturaleza del equipo de la personalidad, es siempre una fuente de misterio. Evade la mente analítica concreta: revela su verdadero ser a la mente iluminada fusionada con el corazón abierto, que no busca captar y sostener el progreso personal, sino ejercer el poder mágico en el servicio. El poder del alma siempre está disponible para quien busca, como aspirante al discipulado aceptado, convertirlo en un servicio práctico en su propia época, estado y entorno particular.
El libro se cierra con un llamamiento entusiasta al alma de todos los aspirantes: “Finalizaré exhortando, a todos aquellos que leen estas instrucciones, a reunir todas sus fuerzas, a renovar sus votos de dedicación al servicio de la humanidad, a subordinar sus propias ideas y deseos al bien del grupo, a apartar la vista de sí mismos y fijarla nuevamente en la visión… Que todos los estudiantes se decidan, en este día de emergencia y oportunidad, a sacrificar lo mejor de sí mismos para ayudar a la humanidad”.
dto.
El discipulado de la nueva era I
Estos dos volúmenes contienen el texto de una serie de instrucciones individuales y colectivas dadas a un pequeño grupo de aspirantes durante quince años por un Maestro de Sabiduría. Se hallan enseñanzas detalladas sobre la Meditación, la Iniciación y los Seis Estados del Discipulado. El acento está puesto sobre la nueva era, sobre la necesidad de abrir la vía al trabajo grupal y sobre el cambio que se produce en el método de entrenamiento para la iniciación, siendo este entrenamiento, en adelante dispensado ya no individualmente sino en grupos de discípulos.
¿Cuántos supuestos discípulos están convencidos de su mérito para recibir entrenamiento directo de un Maestro de Sabiduría? ¡Y cuán pocos pueden absorber las intensas presiones de la experiencia y beneficiarse de la oportunidad! En estos dos volúmenes de "El Discipulado en la Nueva Era" está incluida la serie de instrucciones personales dada a un pequeño grupo de chelas durante un período de 15 años, con instrucciones relacionadas con cierto número de temas.
Cuando finalmente el esfuerzo grupal se interrumpió, el Maestro Tibetano advirtió que aunque su propósito de fundar el grupo para el entrenamiento Ashramico había demostrado ser fallido, las instrucciones y las enseñanzas dadas como resultado de la formación del grupo demostrarían ser de gran valor para el creciente número de aspirantes al discipulado; y ciertos conceptos importantes se anclaron en la conciencia humana a través del canal grupal, incluyendo especialmente el hecho vital de la reaparición de Cristo. Cuando la interacción entre la Jerarquía y la humanidad se fortalece, muchos jóvenes discípulos que se acercan a la periferia de un Ashrama se están beneficiando de la experiencia de este grupo reunido por el Tibetano para el entrenamiento, y del caudal de cuidadosa enseñanza y estimulación espiritual puesta a su disposición.
Los requisitos que enfrenta un discípulo en la nueva era son drásticos y serios; requiere como primer pre-requisito, la necesidad de la descentralización personal, la renuncia a las preferencias individuales y al énfasis de todo tipo, y la absorción en un grupo para propósitos de servicio. "El tema entero de la interacción grupal es mucho más profundo y más significativo de lo que ustedes sospechan o aprecian", se ha dicho.
El desarrollo de la conciencia grupal implica el olvido de sí mismo, cuestión que a menudo resulta en una experiencia penosa; requiere también una respuesta sensible al propósito y al plan de los Maestros a través de algunas áreas de trabajo inspiradas Jerárquicamente.
Los espejismos y las ilusiones patentes y sutiles que engañan al discípulo y limitan su conciencia, deben identificarse claramente, verse, conocerse y trascenderse. El discípulo debe reconocerse a sí mismo tal como es, y avanzar hacia el próximo objetivo espiritual.
En la primera parte del Volumen I de "El Discipulado en la Nueva Era" se muestra claramente la interrelación entre algunos de los requisitos del Plan Jerárquico y el lugar de los grupos de servicio del discipulado. Las "Seis Etapas del Discipulado" en la parte final del libro, muestran la secuencia de desarrollo en conciencia hacia el centro de un Ashrama tan claramente, que sólo los que se auto-engañan pueden fracasar al identificar su propio lugar y la oportunidad resultante.
En estas dos partes del libro, se da entrenamiento, sugerencias e instrucciones personales a cada uno de los 41 discípulos y aspirantes al discipulado. En estos comentarios directos y claros, cualquier aspirante sincero al discipulado puede hallarse él mismoy su propia necesidad y encontrar, a veces en términos drásticos, desde las profundidades de la comprensión espiritual, el conocimiento y el amor de un Maestro de Sabiduría. Así se perpetúa el esfuerzo de este grupo pionero de entrenamiento para aquellos que hoy huellan el Sendero del Discipulado.
dto.
Tratado Siete Rayos Psicologia Esoterica II
Este segundo volumen de Psicología Esotérica, trata exhaustivamente con las cualidades de rayo que controlan la vida, la consciencia y la apariencia de un ser humano en el plano físico.
La primera parte del libro, que trata sobre el Rayo Egoico, incluye las secciones sobre «El crecimiento de la influencia del alma», «las siete leyes del alma o vida grupal», «los cinco grupos de almas» y «las reglas para inducir control del alma». La segunda parte, que trata sobre el Rayo de la Personalidad, contiene una enseñanza detallada sobre «la apropiación de los cuerpos», «la coordinación de la personalidad», «algunos problemas de psicología» y «enfermedades y problemas de los discípulos y los místicos».
La parte final de este volumen sobre la «Humanidad Hoy», ancla estos pensamientos y energías universales en la arena del mundo. La situación mundial es contemplada desde el punto de vista Jerárquico y en relación con los requisitos del amanecer de la nueva era de Acuario. Es necesario establecer en el mundo una síntesis de pensamiento y una unidad de propósito para crear las condiciones en las que la paz pueda prosperar.
dto.
Telepatía y el vehículo etérico
La base científica del ideal ampliamente aceptado de la “hermandad humana”, reside en el hecho de la estructura etérica –o energía – entretejida que subyace todas las formas en todos los reinos dentro del planeta. Es esta unidad esencial la que proporciona las condiciones para la intercomunicación a todos los niveles de consciencia, y crea la posibilidad de la impresión simultánea en muchos mediante una corriente de energía inspirada por el Plan.
El ocultismo tiene que ver con los hechos científicos tras los idealismos espirituales que muchos aceptan, porque idealizar es una tendencia humana natural. Uno de los conceptos más idealizados, es la de la hermandad humana. El ocultismo muestra que la base científica de ese ideal reside en el hecho de que una estructura etérica subyacente en todas las formas dentro del sistema solar, energizada y mantenida en la existencia por una fuerza vital. Por lo tanto, la humanidad es una en la vida y en la forma; simplemente es inconsciente de la unidad en su propia consciencia.
En todo este proceso, las facultades del hombre juegan un papel importante –los cinco sentidos objetivos con sus cinco contrapartes espirituales. El principio o facultad mental es de tremenda importancia para la humanidad en esta etapa en su desenvolvimiento evolutivo. La triple mente unifica como una facultad, la mente superior o abstracta, el alma –el hijo de la mente, y la mente inferior concreta. A medida que esta condición de fusión y control mental se desarrolla, el discípulo aprende a usar la mente de nuevas maneras, especialmente en el manejo de la energía que, dado que vitaliza y anima su cuerpo etérico, influencia mediante radiación su efecto en los demás.
Es a través de este uso controlado y consciente de la energía mental, que se puede establecer científicamente comunicación telepática con otras mentes mediante la estructura etérica común a todos. Y por los mismos medios la mente del discípulo o de un grupo de discípulos que estén desarrollando conciencia grupal, pueden ser impresionados por la claridad de pensamiento y de propósito de aquellos miembros de la Jerarquía espiritual que se ocupan del funcionamiento del Plan para la humanidad. Se nos dice que la Jerarquía espiritual trabaja solamente a través de las mentes de los discípulos, utilizando la ciencia de impresión, y solamente para los objetivos del Plan. La impresión es transportada como una corriente de ideas –aquellas ideas inherentes en el Plan para el hombre– que el discípulo o el grupo, pueden entonces interpretar y traducir a una acción escogida por ellos mismos.
La forma de telepatía que se está desarrollando ahora dentro de los aspirantes del mundo espiritualmente despiertos, no es, por lo tanto, la del centro plexo solar que es de naturaleza animal, sino el resultado de una polarización y penetración mental en la conciencia hacia el alma y la Tríada. Esto produce un canal de comunicación abierto en dos direcciones –verticalmente hacia la Jerarquía espiritual del planeta, buscando impresionar el Plan en todas las mentes receptivas, y horizontalmente hacia las mentes de los hombres unidas en la sustancia mental de la conciencia humana como una.
La segunda parte de este libro discute la estructura etérica del planeta y del sistema solar del cual cada hombre y cada forma es una parte integrante; el patrón del triángulo en el control del flujo de la energía y en establecer una continuidad de circulación a través de todo el sistema, tiene una importancia inmediata para la humanidad. Estamos implicados en la vida del Logos Planetario –“en Él vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser”– y somos parte contribuyente del esfuerzo actual de llevar el cuerpo etérico bajo la influencia del alma, simbolizada por el triángulo. Hasta donde, y a la velocidad, que tengamos éxito, la estructura etérica planetaria estará cambiando de forma para volverse más conscientemente integrada en el sistema de energía del cual nuestro planeta es una pequeña unidad.
Así se ejemplifica el proceso vivo de unidad –la parte contribuyendo a la totalidad, y la totalidad afectando a la parte a través de cada célula y de cada átomo de todos los grados de sustancia que contiene.
dto.
