La biblia del yoga moderno : la guía definitiva del yoga actual
La biblia del yoga moderno : la guía definitiva del yoga actual
- EAN: 9788484456117
- ISBN: 9788484456117
- Editorial: Gaia Ediciones
- Encuadernación: Rústica
- Medidas: 170 X 140 mm.
- Páginas: 400
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Descripción
En este libro descubrirás:
* Prácticas y técnicas de yoga moderno para incrementar tu flexibilidad y tu fortaleza, aliviar el estrés y calmar tu mente.
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* Recomendaciones para principiantes así como consejos avanzados para yoguis que deseen profundizar en su práctica.
* Combinaciones de posturas para crear tu propia práctica completa y equilibrada de yoga en casa.
* Pautas para modificar las posturas de acuerdo a tus necesidades y a tu experiencia individual.
Christina Brown lleva enseñando yoga desde 1996. Ha sido discípula de reconocidos maestros de yoga de todo el mundo, y su práctica está inspirada por las tradiciones de BKS Iyengar, Asthanga Vinyasa, Yoga Synergy, Judith Lasater y otros. Esta profesora de yoga internacionalmente reconocida y autora de éxito imparte clases en su estudio de Sídney, Australia y dirige prestigiosos programas de formación de profesores, retiros y talleres de yoga.
Brown ha escrito varios libros sobre su especialidad, entre los que destaca La biblia del yoga, publicado en esta misma editorial y que ha vendido más de 250.000 ejemplares en todo el mundo en su versión inglesa, además de ser traducido a una docena de idiomas.
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Un ingeniero estructural teórico, T.K.V. Desikachar vivió y estudió con su padre hasta la muerte de éste en 1989. Ha dedicado su vida a la enseñanza del yoga a personas de todas condiciones y niveles de habilidad, y en la actualidad enseña en la escuela fundada en memoria de su padre en Madrás, así como en Europa, los Estados Unidos, Australia y Nueva Zelandia.
dto.
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Desde épocas remotas, los Rsi, o grandes sabios, durante la composición de sus propias obras, lograron alcanzar una fuente de Sabiduría que contenía el conocimiento de las leyes espirituales y científicas que regulan el micro y el macrocosmos. Tras su profunda búsqueda, y su consiguiente autorrealización, descubrieron que la causa primera del sufrimiento humano se encuentra en la ignorancia (avidyiä) de su propia naturaleza real, que es Plenitud, Síntesis y Unidad.
Si el hombre, por un acto de libre albedrío, se escindió del contexto universal atenuando su "conexión" con el Principio, para reencontrar su dignidad de ser ha de escapar de la fragmentariedad y la limitación en que se sumergió, reconociéndose como Totalidad o Unidad y alcanzando su condición universal-principial. Toda la simbología de la Ciencia Sacra contempla este proceso de escisión o caída del hombre y la subsiguiente recomposión o reintegración.
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Días de prisión
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Días de Prisión es uno de los libros más importantes escritos por Sri Aurobindo. Bajo forma de relato, él mismo narra como transcurrió la vida en la prisión de Alipore durante el año que permaneció allí encerrado hasta el día del juicio en que fue absuelto y su inmediata decisión de partir a Pondicherry siguiendo un adesh divino (una orden divina). Sri Aurobindo iba entonces a involucrarse en otra revolución –una revolución espiritual– cuyo desafío no era ya solamente el destino de la India, sino el futuro de la tierra.
Cuando me aproximé a Él por primera vez, yo no estaba enteramente inmerso en el espíritu del bhakta, ni tampoco en el del jnani. Me acerqué a Él hace mucho tiempo, en Baroda, algunos años antes de que comenzase el Svadeshi, antes de que me hubiese introducido en la vida pública. En esta época, apenas tenía una fe viva en Él. Había en mí un agnóstico, unateo y un escéptico, y no estaba absolutamente seguro de que existiera un Dios en todo lo que existe. Yo no sentía Su presencia. Sin embargo algo me atraía hacia las verdades de los Vedas, de la Gita, de la religión hindú. Sentía que debía existir una verdad poderosa en alguna parte de este Yoga, y una verdad poderosa en esta religión basada en el vedanta. Así pues, cuandoabordé el Yoga y resolví practicarlo con el fin de comprobar si mi idea estaba en lo cierto, lo hice en este estado de ánimo y Le dirigí esta plegaria. «Si Tú existes, entonces conoces mi corazón. Tú sabes que yo no pido la mukti (liberación), no pido nada de lo que Te puedan pedir otros; pido solamente fuerza para elevar esta nación; pido solamente que se me conceda la gracia de vivir y de trabajar para este pueblo que amo, y ruego que se me permita consagrarle mi vida». Durante largo tiempo me esforcé por lograr larealización del Yoga y al menos en alguna medida la conseguí, pero no me quedé satisfecho en cuanto al plano en el que yo estaba más empeñado. Entonces, durante mi reclusión en la cárcel, en la soledad de mi celda imploré de nuevo al Señor. Dije: «Dame a conocer Tu adesh (mandato divino). No sé qué trabajo debo hacer ni cómo llevarlo a cabo. Hazme conocer Tu voluntad»2. Entonces, en la comunión del Yoga percibí dos mensajes.
El primero decía: «Te he dado una obra que cumplir, y es ayudar a que esta nación se eleve. Pronto llegará el momento en el que serás liberado, porque, esta vez, no es Mi voluntad que tú seas condenado, o que tengas quepasar el tiempo sufriendo por tu país, como tantos otros. Tú reclamabas un adesh; helo aquí: Ve a realizar mi obra; esto es lo que he oído para ti».
El segundo mensaje que recibí fue este: «Algo te ha sido mostrado en este año de reclusión, algo acerca de lo cual tenías tus dudas, y este algo es la verdad de la religión hindú. Es esta religión la que Yo he reavivado y que ahora ofrezco al mundo, y es ésta la que Yo he desarrollado y perfeccionado a través de los rishis, santos y avatares, y que ahora comienza a propagarse entre las naciones a fin de llevar a cabo mi obra. Estoy haciendo resurgir esta nación para que difunda mi palabra. Ésta es el sanatan dharma, laeterna religión de la que tú no tenías antes un conocimiento real, y que te he revelado ahora. El agnóstico y el escéptico en ti han recibido su respuesta, porque te he dado pruebas, dentro y fuera de ti, físicas y subjetivas, que te han convencido. Cuando te lances a la acción, habla a tu nación, recuérdalesiempre esta palabra: que si ella se yergue actualmente, es para el sanatan dharma, para el mundo y no para ella misma. Esta libertad que le doy es para el servicio del mundo
"Yo sabía, a lo largo de todo el proceso, lo que Dios significaba para mí, porque le oía una y otra vez, siempre atento a esta voz interior: «Te estoy guiando; así pues, no temas», me decía. «Conságrate al trabajo para el que te he traído a esta prisión y cuando salgas, ten presente esto: no tengas miedo jamás, ni dudes jamás. Acuérdate de que soy Yo quien está haciendo esto, no tú, ni ningún otro. Por lo tanto, cualesquiera que sean las nubes que puedan llegar, cualesquiera que sean los peligros y sufrimientos, cualesquiera dificultades, cualesquiera imposibilidades, no hay, de hecho, nada imposible ni difícil. Yo estoy presente en la nación y en su renacer, y Yo soy Vasudeva, Yo soy Narayana, y es Mi voluntad la que se ejecutará, no la de otros. Lo que Yo deseo hacer, ningún poder humano puede evitarlo».
Durante su encierro aprendió a conocer a fondo el alma de los indios y de la madre India y su particular misión en el mundo. A lo largo de su estancia en prisión, el contacto con los guardianes, indios o ingleses, prisioneros de todas clasessociales, intelectuales o delincuentes, jueces y abogados que iban cambiando durante todo el proceso, le iban enseñando como Dios estaba en todo. En prisión descubrió que el alma milenaria de los indios les permitía disfrutar del precioso legado de su libertad interior, donde el miedo no existía, incluso en medio de las dificultades más extremas, descubrió las risas y la atmósfera pacífica y risueña de personas que, condenadas a muerte, eran capaces de jugar, cantar y disfrutar de lecturas espirituales como el Gita, los Upanishads o los Puranas. Nos habla también largamente de las cualidades que debe tener el alma aria.
“Esta alegría espontánea, esta forma de sabiduría, son la marca del sattwa, y sólo ellos tienen la capacidad de iniciar el yoga, ya que no se dejan dominar por el sufrimiento y permanecen alegres y llenos de buen humor en todas las situaciones." "Pero el hindú, como tal, condenado a la soledad y sumergido en las circunstancias más penosas, se dirige irresistiblemente hacia Dios, arrastrado por la eterna atracción que le lleva hacia Él. Así fue para nosotros. ¿De dónde procedía esa ola que nos envolvía a todos? Nadie sabría decirlo. Algunos, que jamás habían invocado a Dios, se involucraron en una disciplina espiritual y, asentándose sobre ellos la gracia del Todo-Compasivo, se mantuvieron sumergidos en la beatitud. En tres o cuatro meses estos jóvenes realizaron lo que un yogui no logra tras largos años depráctica." "Las olas sáttwicas barrían el banco de los acusados y, salvo cuatro o cinco, todos nos sentíamos inundados de una gran alegría, una alegría tal que cualquiera que la haya saboreado no puede ya ni olvidarla ni compararla con ninguna. En verdad, la esperanza del país, la esperanza de su futuro, reposa sobre la plenitud de sus cualidades sáttwicas. La soltura con la que el espíritu de fraternidad y el amor de Dios se apoderan del corazón del hindú y se expresan en sus actos, y la habilidad con la cual alcanza él mismo el conocimiento de sí, no se encuentran en tal grado en ningún otro pueblo."
dto.
Sobre la traducción
Ananda Kentis Coomaraswamy nació en 1877 en Colombo, Ceilán, hijo de Sir Mutu Coomaraswamy, jurista de origen indio y de Elisabeth Clay de origen inglés. Tras estudiar en el colegio Eton cursó estudios en la universidad de Londres obteniendo el doctorado en 1904. Llamado por el Museum of Fine Arts de Boston (U.S.A.) se le confiará la dirección del Departamento de artes del Islam y de Oriente Medio, desarrollando desde entonces una intensa labor de investigación y publicación. Coomaraswamy es sin duda uno de los más importantes exponentes del pensamiento oriental tradicional, especialmente a partir de su estrecha correspondencia epistolar con René Guénon a partir de la década de los años 30.
La bibliografía de A K. Coomaraswamy es vastísima; más de un millar de títulos entre libros y artículos entre los que cabe citar: "Arte y Simbolismo Tradicional", "Artículos Selectos de Metafísica", "El Tiempo y la Eternidad", "El Vedanta y la Tradición Occidental", "Hinduismo y Budismo", "Sir Gawain y el Caballero Verde", "La verdadera filosofía del arte cristiano y oriental", "Los Vedas, Ensayos de Traducción y Exégesis", etc. Su extraordinaria erudición en los campos del arte y de las doctrinas tradicionales hacen de él una de las máximas autoridades.
Murió en Needham, Massachusetts, el 11 de septiembre de 1947 .
dto.