El horóscopo de tránsitos muestra dónde se encuentran los planetas en un momento determinado en relación con la posición que ocupaban en el momento del nacimiento.
“Los astros inclinan, pero no obligan”, reza uno de los aforismos más famosos del arte de la astrología. De este modo los tránsitos no determinan acontecimientos concretos en nuestras vidas, sino que señalan los momentos en los que estos acontecimientos tienen más posibilidades de ocurrir.
La observación de los tránsitos es una de las técnicas astrológicas más antiguas y eficaces, no tanto para predecir acontecimientos futuros como para facilitarle una correcta toma de decisiones, si es adaptada de forma inteligente a cada situación individual en la que se encuentre a lo largo de su vida
Con un estilo ágil y accesible, la autora nos introduce en el significado de los tránsitos planetarios. Como el navegante que utiliza un mapa estableciendo su itinerario, evitando los escollos y aprovechando las corrientes y los vientos favorables, los lectores podrán determinar cómo les conviene actuar en determinados momentos críticos de sus vidas aprovechando la energía marcada por los tránsitos astrológicos.

Los antiguos decían que “la sangre es la vida” y, sin una sangre perfecta es imposible gozar de buena salud. El influjo de los astros está como impreso en nuestra sangre; como un yugo, “el hombre lleva el destino atado a su cuello”, dice la tradición islámica refiriéndose a la vena yugular. El presente libro aborda la astrología bajo un punto de vista simbólico y esotérico a la vez que relaciona los doce signos con las doce sales bioquímicas llamadas de Schüssler. La enfermedad no es una entidad en sí misma, sino una deficiencia de alguno de los componentes bioquímicos que son la base de la química de la vida. Con una simplicidad asombrosa podemos saber, merced a la carta astral, cuáles son estas deficiencias. El mejor método de curación consistirá, pues, en proporcionarle a la sangre aquello que le falta.