La paz no es de éste mundo

La paz no es de éste mundo
- EAN: 58981
- ISBN: 58981
- Editorial: Associaciò per l'Estudi de la Cultura Catar
- Año de la edición: 2013
- Encuadernación: Grapado
- Medidas: 140 X 210 mm.
- Páginas: 24
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El enigma de los cátaros
Montségur es uno de esos lugares donde todavía sobrevuela el espíritu cátaro y el misterio del Santo Grial, desafiando las llamas "purificadoras" de los inquisidores que, en 1244, quisieron suprimir de la faz de la tierra esta doctrina "herética".
¿Quiénes fueron los cátaros? ¿Cuál fue su origen? ¿Qué tesoro quisieron salvar? ¿Cuál fue su verdadera doctrina, su relación con la Occitania medieval, con los templarios? ¿Por qué fueran cruelmente perseguidos y asesinados?
Jean Markale intenta responder estos y otros interrogantes con la mayor objetividad posible. A través de la comparación con diversas mitologías y movimientos religiosos, llega a conclusiones contundentes que nos acercan a la verdad de los acontecimientos. Ofrece, además, datos de la investigación que llevó a cabo en el lugar donde transcurrieron los hechos. El enigma de los cátaros abre nuevas perspectivas, sugiere pistas olvidadas o desconocidas y formula hipótesis novedosas. Una obra imperdible.
dto.
El santuario del Grial en el catarismo
Quiero revelarme a la humanidad por primera vez, sin caricaturas históricas ni falsedades, tal como Soy verdaderamente, tal como me graban Mis adorados discípulos y como Yo quiero que me grabéis en vuestros corazones, llenos de amor.
Percibidme:
· Como Hijo del Amor y no de Jehová
· Como Apóstol del Amor y no como padre de los apóstoles de Jerusalén
· Como Maestro del Amor y no como nuevo legislador
· Como Rey del Amor y no reycillo de Jerusalén o de Bizancio
· Como el Coronado en la civilización de los grandes y pequeños cristos y no como una de las tres "Personas" inventadas y puestas sobre el trono bizantino
· Como Candil del Amor, y este amor puro, perfecto y superante será el acervo de los habitantes inmaculados de la divina civilización solar.
dto.
La astrología de las constelaciones bondadosas
Al leer miles de evangelios originales –coptos, egipcios, etíopes, maniqueos, cátaros –nuestro querido lector corre el riesgo de desmayarse. Toda su carga de conocimientos anterior se convierte en polvo: los ideales en los que creía antes resultan ser ridículamente insignificantes. ¡Resulta que existen otros mundos, otros enfoques, otro cristianismo!
El evangelio arquetípico no tiene que contener obligatoriamente un elemento biográfico o instrucciones de una u otra eminente personalidad religiosa. Es suficiente recibir, mediante sus páginas, una revelación sobre las cien mil ventajas que tiene el bien ante el dominio del mal mundial.
El buen mensaje en el univérsum es la revelación sobre el bien como el sumo arquetipo del teohombre, del hombre eterno, homo inmortalis.
dto.
El Salterio de Eufrosinia
l cantor de salmos de nuestros días, no solo recrea el estilo original y la tradición devocional de los boca de oro eslavos, sino como novador la desarrolla y enriquece. Los autores de los himnos de los habitantes celestiales, de los llantos profundos de arrepentimiento, de las cántigas guerreras parecen estar vinculados con un cierto hilo conductor: un estilo musical único, una fuerza sanadora inagotable y una gran potencia de exorcismo. ¡El Salterio celeste no tiene principio ni fin!
El autor presenta este fruto de sus hazañas incansables e inspiraciones místicas sublimes como don para los paladines del futuro, la humanidad de la Tierra nueva.
El Salterio de la Reina Celeste ha acumulado el conjunto de la gracia de los rezadores de la rama bogomila desde la creación del mundo. En sus páginas encontraremos las entonaciones de los cantores de salmos de la antigua Babilonia, Egipto, Partia, Palestina, Iberia. Con el oído sensible, percibamos las vibraciones de las esferas de los hesicastas de Éfeso, Athos, Cuevas de Kiev y Pskov…
Lo milagroso y extraordinario del presente salterio consiste en que el que lo recita, halla lazos peculiares con la Madre Divina, se hace un todo inseparable con Ella.
p. Afanasi
“Padre, Tu nos perdonaste
por la intervención de la Reina Celeste.
Las palabras de agradecimiento son improcedentes.
Convertiste nuestras penas en alegramientos,
nuestra aisladas cabañas en fraternos pueblos.
¡Cielos y quienes vivís en las alturas, retumbad,
a la Desposada divina de mil quinientas hipóstasis,
glorificad!
dto.