Las leyes de la moral cósmica
Las leyes de la moral cósmica
- EAN: 9788493926380
- ISBN: 9788493926380
- Editorial: Asociación Prosveta Española
- Año de la edición: 2013
- Encuadernación: Rústica
- Medidas: 210 X 150 mm.
- Páginas: 336
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Descripción
«Los agricultores fueron los primeros moralistas. Cuando no siembran, no esperan ninguna cosecha, y si plantan lechugas, saben que no recolectarán zanahorias. ¿Por qué entonces un hombre que siembra el odio y la discordia, puede esperar recolectar el amor y la paz? Para tener un palacio de mármol, no se utilizan ladrillos. Para tener un cuerpo sano, no se absorben alimentos putrefactos. ¿Cómo tener pues un psiquismo sólido, resistente, una inteligencia clara y un corazón generoso, si no cesamos de engendrar sentimientos y pensamientos desordenados, envenenados por la avidez o el rencor? Hay que hacer una selección en sus pensamientos y sus sentimientos como para la alimentación y la construcción de una casa… Las leyes que rigen nuestro psiquismo son las mismas que aquéllas que han sido descubiertas en los otros ámbitos de la naturaleza y de la técnica. Ni los hombres, ni las sociedades han inventado la moral; la moral está inscrita en toda la naturaleza, es la prolongación de las leyes naturales en nuestro psiquismo.»
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Los dos árboles del paraíso
«Desde hace miles de años los humanos han intentado comprender el origen del mundo, así como la aparición del mal (y su consecuencia, el sufrimiento) en este mundo. A menudo lo han presentado en forma de mitos, por lo que en los libros sagrados de todas las religiones se encuentran relatos simbólicos que hay que saber interpretar. La tradición cristiana utiliza el relato de Moisés, en el Génesis, en el que se dice que en el sexto día de la Creación, Dios hizo al hombre y a la mujer y los puso en el jardín del Edén, entre todas las especies de animales y plantas. Moisés sólo nombra dos árboles de este jardín: el Árbol de la Vida y el Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal, del que Dios prohibió comer sus frutos a Adán y Eva...
«El Árbol de la Vida representa la unidad de la vida, en la que la polarización aún no se manifiesta, es decir donde no hay ni bien ni mal, una región por encima del bien y del mal. Mientras que el otro Árbol representa el mundo de la polarización, en el que es obligado conocer la alternancia de los días y de las noches, de la alegría y de la pena, etc... Estos dos árboles son pues regiones del universo, o bien estados de conciencia, y no simples vegetales. Y que Dios dijera a Adán y Eva que no comieran del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal significa que aún no debían penetrar en la región de la polarización... »
dto.
La piedra filosofal
EVANGELIOS A LOS TRATADOS ALQUIMICOS
Los Evangelios pueden ser comprendidos e interpretados a la luz de la ciencia alquímica. Aparentemente, sólo relatan lo que fue la vida de un hombre, Jesús, nacido hace dos mil años en Palestina; pero en realidad, a través las diferentes etapas de su vida, desde su nacimiento hasta su muerte y su resurrección, se trata también de procesos alquímicos que ellos describen.
A pesar de las condenas de las que ha sido objeto por el clero, desde la edad media, la alquimia ha impregnado profundamente la mística y el esoterismo cristiano. Y si estudiamos las figuras del exterior y del interior de Notre-Dame de París o de Notre-Dame de Chartres, descubriremos que los constructores de las catedrales poseían conocimientos alquímicos cuya arquitectura y escultura aportan numerosos testimonios.
dto.
El libro de la magia divina
"La verdadera magia, la magia divina, consiste en utilizar todas las facultades, todos los conocimientos para la realización del Reino de Dios en la Tierra. Muy pocos magos, han alcanzado ese grado superior en el que cesa cualquier interés por las prácticas mágicas en sí mismas, en el que cesa cualquier deseo de gobernar a los espíritus para satisfacer nuestras ambiciones personales, siendo el único ideal el trabajar en la luz y para la luz. Los que lo consiguen son teurgos, y su trabajo es completamente desinteresado. Esos son los verdaderos bienhechores de la humanidad"
dto.
Mirada al más allá
"No hay que creer que una persona puede acceder a todas las regiones del mundo invisible porque posea cualidades mediúmnicas; no, sólo verá lo que corresponda a su estado de conciencia, a sus pensamientos, a sus deseos. La clarividencia se da a cada uno en función de su grado de evolución; el que todavía está inmerso en las regiones inferiores del plano astral, sólo se encontrará con las entidades que pueblan estas regiones; y sufrirá.
Si queréis comunicaros con las entidades celestiales, con el esplendor divino, debéis purificaros, ensanchar vuestra conciencia y trabajar para el más alto ideal: la fraternidad entre los hombres, el Reino de Dios. Entonces, vuestras emanaciones se volverán más puras, vuestras vibraciones más sutiles, y los espíritus luminosos no sólo os dejarán acceder hasta ellos, sino que incluso vendrán a visitaros, porque en vosotros encontrarán su alimento".
Indice de materias
1. Lo visible y lo invisible ( Leer capítulo )
2. La visión limitada del intelecto, la visión infinita de la intuición
3. El acceso al mundo invisible: de Iesod a Tipheret
7. clarividencia: actividad y receptividad
5. ¿Hay que consultar a los clarividentes?
6. Amad y vuestros ojos se abrirán
7. Los mensajes del Cielo
8. Luz visible y luz invisible: svetlina y videlina
9. Los grados superiores de la clarividencia
10. El ojo espiritual
11. La visión de Dios
12. El verdadero espejo mágico: el Alma universal
13. Sueño y realidad
14. El sueño, imagen de la muerte
15. Protegerse durante el sueño
16. Los viajes del alma durante el sueño
17. Refugios físicos y refugios psíquicos
18. Las fuentes de la inspiración
19. Preferir la sensación a la visión
dto.
