Los cátaros : la herejía que pudo vencer
Los cátaros : la herejía que pudo vencer
- EAN: 9788498271997
- ISBN: 9788498271997
- Editorial: Dilema S.L.
- Año de la edición: 1753
- Encuadernación: Rústica
- Medidas: 160 X 230 mm.
- Páginas: 282
(0 Comentarios)
Comenta y valora este libro
Disponible 48/72 hoas
Descripción
Se entiende como catarismo (del griego katharós, “puro”) a un movimiento religioso de carácter herético que se desarrolló sobre todo en el norte de Italia y en el Languedoc, a partir del siglo XII. Los teólogos y ascetas Cátaros, o Perfectos, fueron en realidad muy pocos, numéricamente hablando; el grueso de la secta estaba constituido por los creyentes, que llevaban una vida más normal. Los Cátaros partían de una concepción del mundo de carácter dualista, estableciendo una oposición entre un Dios, creador de todo lo espiritual, y otro dios maléfico (el “Dios extraño”) que había creado la materia para encarcelar y esclavizar las almas. Este movimiento tuvo gran difusión por Occitania, encontrado adhesiones, o al menos apoyos interesados, entre todos los estamentos sociales. Al final, en la primera mitad del siglo XIII, se desencadenó una sangrienta represión (cruzada, inquisición...) que hizo que el catarismo desapareciera en el siglo XIV.
Otros libros de Cataros
Lágrimas rusas
Este libro es llanto amargo, desconsolador y con un matiz trágico y triste.
Es la historia de la pena, la historia de la enfermedad de Rusia y del mundo, y también la historia de la lucha del ser humano contra el mal, la mentira, el fariseísmo y contra sí mismo.
Es un libro sobre la traumática área social, la invasión global de fuerzas demoníacas y el abandono existencial del ser humano.
Y también un retrato adecuado de su época.
En un corte superficial y profundo a la vez, los puntos dolorosos de nuestro tiempo.
El autor llora por su patria, por la cual tiene nostalgia (‘Por la añoranza rusa mi cabeza se ha mareado’) y está dispuesto a que se recupere, no solo a poner todas sus fuerzas espirituales y morales, sino también a dar su vida. Juan Bogomilo tiene la valentía de hablar de aquello de lo que se atreven a hablar actualmente pocas personas en el mundo, y también a hojear ‘las páginas de Rusia, no leídas hasta ahora’.
A veces el corazón del autor parece no aguantar la gran pena y entonces sale, como un cuajarón de sangre de la garganta: ‘Piérdete, Rusia, con tu arquetipo torcido’. U otro: ‘Nada cambiará, por mucho que oigan tus gritos, por mucho que incienses ládano bendito…’.
dto.
San Salvador Verdadero : la montaña del ruiseñor española
Ha llegado el tiempo del despertar del hombre divino, que lleva durmiendo los siete mil años que dura ya la 84ª civilización, mezclada.
La Tierra está en una profunda crisis, niño mío, y tengo que abrirme paso penetrando densos bosques y espejos deformados, uno tras otro. Pero con mi cetro ardiente seco los pantanos de las megápolis y los desfiladeros de los pensamientos cavernosos. Por primera vez se revela una luz nunca antes vista por el mundo.
Soy enviada a vosotros por el Padre de la bondad inenarrable para vencer el mal en esta Tierra. ¡Ha llegado la hora del despertar! Toco con el cetro bodhisátvico el interior devastado: ¡Despiértate, paladín en potencia!
dto.
Milenio de renovación del mundo
Por el éter transmundial testimoniamos la alegría que le espera a la humanidad: ¡El gran cambio! ¡El eje mundial ha girado hacia la bonhomización!
Miles de civilizaciones bondadosas, mundos habitados, con esperanza y amor miran a la Tierra, enviando Minné ardiente. Los panteones bondadosos, los habitantes bondadosos de comunidades intergalácticas –el univérsum bondadoso se puso en movimiento.
Los bondadosos Padre y Madre se revelan por primera vez a la nueva bondadosa humanidad.
El mal desenmascarado se va. ¡Anuncio el descendimiento a la Tierra de las almas hermosas y bondadosas, ajenas y privadas del mal!
Vuelven a la Tierra los panteones bondadosos –las pléyades de buenas divinidades y gente bondadosa: padres y madres, ancianos y ancianas, albios y albias, constelaciones y ciudades bondadosas, seres bondadosos, pajaritos bondadosos de miles de especies, animales domésticos y salvajes –pececitos, perritos, bichitos: angelitos, espíritus domésticos, urbanos, de los bosques y las estepas… ¡Qué sinfonía de Bondad celestial!
dto.