Toda gran historia parece iniciar desde la capacidad de atreverse a enfrentar y transitar un dolor profundo personal, capaz de transformarnos para reconocer lo que siempre hemos sido en esencia: Amor.

44 fragmentos, una combinación de versos, afirmaciones y prosa para el alma.
Una forma de reflexionar y hacerles compañía al silencio. Ese silencio tan poderoso en donde podemos descubrir las verdades más profundas y las respuestas menos esperadas. Esas que sanan y redireccionan el rumbo de nuestra propia historia.

"Kemberling para mi es un ser humano valiente, resiliente y aventurero, que ha encontrado en la meditación, el yoga, el cuerpo y la escritura terapéutica las herramientas para escucharse, descubrirse y manifestar en su vida todo lo que ha ido soñando, y en ese camino poder ir alumbrando y acompañando a otros en ese mismo proceso".
En este libro Kemberling se rompe y se muestra rota, pero también profundamente amada por ella misma, fundida en su mayor coraje. Dándonos una valiosa herramienta y logrando dos cosas: Inspirarnos, porque quien muestra amor en todo un proceso lleno de dolor, incertidumbre, y además lo comparte es valiente, y eso, al menos que seas una roca, te va a impulsar, te va a inspirar a encontrar ese coraje sea lo que sea que estés viviendo, te invita a seguir recorriendo el camino, no importa si estas decidiendo entre un pan de masa madre con mantequilla de maní o entre un amor que si se va, no volverá. Y lo más hermoso que logra, es hacerse sentir, es como si la tuvieras a tu lado, casi auxiliándote para encontrar esa luz que no siempre tenemos a mano. Tendrás tus páginas preferidas en las cuales te sentirás en profunda compañía, en donde dirás “creí que solo me pasaba a mí”.

Kemberling tiene más de 16 años dedicados a la práctica personal de la escritura intuitiva, el yoga y la meditación. Multifacética y eterna aprendiz. Egresada de la Universidad Central de Venezuela. Licenciada en Fisioterapia desde hace 10 años, desempeñándose en diversas áreas (neurológica, traumatológica, deportiva, uroginecológica, oncológica, odontológica y geriátrica) en donde fue desarrollando la escucha activa e implementando diversas herramientas para el autoconocimiento, desarrollo personal y gestión de emociones como base para la recuperación de pacientes con dolor crónico.

Desde hace 3 años su pasión ha sido acompañar a muchas personas de diversas partes del mundo a crear su versión más consciente con herramientas de programación neurolingüística e hipnosis clínica emocional y con prácticas de escritura, yoga y meditación.

A nivel empresarial ofrece servicios enfocados en la prevención de lesiones laborales, promoviendo la productividad consciente y disminuyendo la incidencia de estrés y ansiedad laboral con talleres prácticos de meditación/pausas activas.

«Estar inmerso en el momento presente y obtener placer de ello, prestando atención al mismo tiempo al más mínimo detalle es la esencia del arte de la ceremonia del té. Es extraordinario que Sen no Rikyu, el creador de esta ceremonia en el siglo XVI, llegara a esta conclusión en la era Sengoku, cuando los señores de la guerra, los samuráis, libraban entre sí interminables batallas y seguramente era una época muy estresante.»

Occidente siente una fascinación permanente por el modo de vida japonés, y ello supone acceder a la filosofía, la cultura y el patrimonio de ese extraordinario país.

Ikigai es un término japonés para referirse a los placeres y el sentido de la vida. Todo el mundo, de acuerdo con la cultura japonesa, tiene ikigai, y este se encuentra mediante la búsqueda, profunda y concentrada, en uno mismo. Es la «razón para levantarse cada mañana», para encontrar el placer, la satisfacción personal en las actividades cotidianas, sea en el trabajo o en el ocio. Una de las razones de la longevidad del pueblo japonés, junto con su alimentación, la práctica de ejercicio moderado y su espiritualidad.

Ikigai esencial combina percepciones de los saberes científicos de Ken Mogi sobre el funcionamiento del cerebro, lo cual confiere al libro una perspectiva cognitiva fascinante.

Las emociones condicionan la realidad de la vida; cuando se está bloqueado, hay miedos e inseguridades.

Ser capaz de reconocer estos «bloqueos emocionales», e intentar superarlos, lleva a sentirse mejor con uno mismo.