Los problemas de la humanidad
Los problemas de la humanidad
- EAN: 9788478083985
- ISBN: 9788478083985
- Editorial: Editorial Sirio, S.A.
- Año de la edición: 1753
- Encuadernación: Rústica
- Medidas: 140 X 210 mm.
- Páginas: 256
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Descripción
eis problemas mundiales y sus numerosas ramificaciones presentan continuamente a la humanidad posibilidades de progreso. Este libro indica cuáles son estos problemas. Se relacionan los factores espirituales y las causas subyacentes con las manifestaciones externas y con los efectos que se producen en la escena mundial.
El texto de este libro se publicó por primera vez en forma de folleto inmediatamente después de la guerra. Pretendía mostrar los graves problemas existentes en siete áreas principales de la vida humana, tras la experiencia devastadora de la guerra mundial. Se comprendió que los problemas mismos habían existido de forma más o menos discreta y con un efecto creciente en la sociedad humana durante varios años. La guerra sirvió para precipitar las causas incipientes de alteración en las relaciones humanas y para revelar las profundidades no reconocidas del mal y de la ignorancia.
La edición actual de “Los Problemas de la Humanidad”, publicada en 1964, fue revisada y editada para eliminar todos los hechos y la información anticuada. Sin embargo, seis problemas básicos continúan confrontando a la humanidad con la oportunidad de progresar: la rehabilitación psicológica de las naciones, el problema de los niños del mundo; el problema del capital, el trabajo y la ocupación; el problema de las minorías raciales; el problema de las iglesias; el problema de la unidad internacional y la distribución equitativa de los recursos del mundo. Muchos de estos problemas sociales y económicos surgen, fundamentalmente, como resultado del crecimiento de la conciencia humana y del progreso en muchas comunidades y países desfavorecidos hacia la libertad, la igualdad y la interdependencia en un mundo moderno.
La enseñanza básica sobre estos problemas humanos contenida en los folletos originales se ha preservado sin ningún cambio. Aquí se muestra una perspectiva que relaciona el potencial espiritual y los factores subjetivos de la apariencia externa de los asuntos humanos. Las divisiones continuas en conciencia; las evaluaciones y las reacciones psicológicas a las condiciones mundiales; losprejuicios nacionales, religiosos, de clase o raciales;las condiciones de analfabetismo, enfermedad y pobreza, y el desequilibrio económico, son todos responsables de la creación y la perpetuación de las condiciones en las que la guerra es inevitable.
Sin embargo, el reconocimiento de las causas de estos problemas proporciona una oportunidad a aquellos que aman y sirven a sus semejantes. Para ocuparse de los efectos con comprensión, compasión e inteligencia, la primera condición previa es la capacidad de tener un pensamiento claro, imparcial–una forma de enfoque meditativo— a fin de ayudar a crear la “forma-pensamiento de solución”. Todos los hombres y mujeres de buena voluntad están interesados en la solución de estos problemas. Especialmente están interesados en aquellos que aceptan la auto-disciplina del entrenamiento para el discipulado en la nueva era, aquellos servidores mundiales capaces de relacionar las verdades esotéricas y las realidades espirituales en el campo de servicio en el que se encuentren.
El esoterista de hoy es un trabajador práctico. Su conciencia iluminada le permite acceder a una fuente de energía que es inagotable y que tiene su origen en la energía circulante de la Vida Una. Por eso se convierte en un centro de transmisión de energía entre la Jerarquía y la humanidad, reflejando el alma, o principio Crístico, a lo largo de todo su ámbito de servicio, iluminando y elevando las regiones oscuras de la conciencia humana. Su conocimiento de los asuntos mundiales y de los problemas humanos le ayuda a dirigir sus energías donde pueden ser de mayor servicio para el plan para la humanidad, y en el restablecimiento de todas las relaciones.
“Expresándolo más científicamente y desde el punto de vista esotérico: La impresión espiritual ha sido interrumpida, y también interferida la corriente divina circulatoria. La tarea de los discípulos del mundo es restablecer esta corriente y eliminar la interferencia. Tal es el principal problema que tienen ante sí las personas espirituales”.
Otros libros de Escuela Arcana
Tratado sobre los siete rayos Tomo V. Los rayos y las iniciaciones.
La primera parte de esta obra contiene las Catorce Reglas de la Iniciación de Grupo, lo que constituye la prolongación de las enseñanzas dadas en Iniciación Humana y Solar concernientes a las Catorce Reglas para Aspirantes. La segunda parte del libro está consagrada a las nuevas iniciaciones, gracias a las cuales el discípulo se libera progresivamente de las diversas formas de nuestra vida planetaria. La posibilidad de practicar la iniciación grupal es una revolución propia de la era actual. Este libro pone el acento en el desarrollo de la idea de grupo: servicio de grupo y absorción de grupo en el centro jerárquico.
El último volumen de este tratado sobre los siete rayos contiene la estructura espiritual básica sobre la cual será construida la próxima presentación de la Sabiduría Eterna. El libro está escrito en dos partes: la primera parte enumera y detalla las Catorce Reglas para la Iniciación Grupal. Estas son las reglas para discípulos e iniciados, haciendo un paralelismo en una vuelta superior de la espiral, a las reglas para aspirantes contenidas en el libro “Iniciación, Humana y Solar”. La segunda parte de este volumen tiene que ver con los Rayos y las Iniciaciones, esas nueve expansiones de conciencia principales a través de las cuales el iniciado se libera progresivamente de las diferentes formas de nuestra vida planetaria, continuando finalmente sobre el Sendero de desarrollo y servicio en el universo escogido por él.
Uno de los principios sobresalientes desplegado a través de las páginas de este libro, es el del crecimiento de la idea grupal –servicio grupal, responsabilidad grupal e iniciación grupal. La posibilidad de la iniciación grupal parece ser la del surgimiento de nuevos desarrollos de la era de Acuario; de aquí el valor profundo para el discípulo de las Catorce Reglas para la Iniciación Grupal. Estas reglas encarnan grandes verdades en forma simbólica, en las que la conciencia se expande con la aceptación de obediencia oculta, y la satisfacción de todos los requisitos en el Sendero de la Iniciación en grupo, penetrando juntos hacia el centro de un ashram, y en el corazón y la voluntad del Maestro que lo preside.
Debido a que “el camino hacia el sancta sanctorum es el camino del servicio externo, y debido a que la iniciación es el efecto de una progresiva capacidad para intuir el Plan, registrar el propósito ashrámico y actuar de acuerdo a él, estas reglas son en realidad grandes Fórmulas de Acercamiento… acercamiento a una parte específica del Sendero, y no acercamiento al iniciador. Les pediría que reflexionasen sobre esta diferencia. El iniciado se va haciendo progresivamente consciente de la dinámica de la Ciencia del Servicio del Plan. Esta distinta comprensión puede venir solamente cuando su personalidad fusionada y mezclada y la expresión de voluntad del alma, hayan desaparecido en la radiante luz del Propósito Divino.”
Una parte importante de esta enseñanza, aunque está más allá de la comprensión del estudiante medio en la actualidad, es de incalculable valor en expandir la mente para contemplar los patrones y procesos más grandes en los cuales la función individual puede ser vista en perspectiva. Tratando con asuntos tan abstrusos, el autor demuestra de nuevo una maravillosa capacidad de relacionar los más profundos aspectos de la enseñanza del Maestro con la vida y la conciencia del aspirante del mundo hoy. Dado que no hay separación en la vida, y dado que el aforismo “Como arriba, así es abajo” funciona en todos los detalles de todo el cosmos, y reconocidamente dentro de las vidas planetaria y solar, la clara delineación de continuidad es de gran valor.
“La revelación concierne solamente a la Unidad. La naturaleza práctica de esta verdad solamente es reconocida cuando el discípulo intenta hacer dos cosas: comprenderla individualmente y llevar la naturaleza de la unidad planetaria y de la no-separatividad, a las mentes y a las vidas de los hombres de todas partes.”
dto.
Iniciación humana y solar
Una iniciación es una expansión de la conciencia, lo que lleva a la revelación e iluminación. La iniciación es experimentada por todas las formas de vida, grandes y pequeñas. El trabajo de la Jerarquía planetaria, en sus diversas etapas de la maestría, se describe en este libro, y se dan las Catorce Reglas por las cuales el neófito puede llegar a ser un Solicitante en el Portal de la Iniciación.
El tema de la "iniciación" aparece en diversas relaciones a lo largo de esta serie de libros. Una iniciación es una expansión de consciencia, un medio para abrir la mente y el corazón a un reconocimiento de lo que ya existe en la realidad. Es, por lo tanto, un resultado de la capacidad de trascender esos espejismos e ilusiones que velan la verdad y limitan la consciencia.
Como un proceso vivo, la iniciación es experimentada por todas las formas de vida, grandes y pequeñas, de lo universal a lo particular. El proceso de iniciación en nuestro sistema solar se basa en un patrón que se duplica y se refleja dentro del todo, y a lo largo de todas sus muchas partes. Se podría llamar el hilo de energía viviente, aceptado y entretejido en todo el tapiz por cada unidad de consciencia en la creación de una síntesis final.
A partir de este descubrimiento un tanto abstracto, el individuo debe concretar el proceso en un esfuerzo por percibir y entender cómo las formas diversas y distintivas de la vida incluidas en un organismo completo realizan una función individual de vital importancia que, en relación con todas las demás partes, contribuyen al plan de la evolución que todo lo abarca. Incluso este esfuerzo para estirar la mente más allá de sus límites normales hacia la comprensión del propósito planetario, plan y proceso, evoca un conocimiento más inclusivo de las relaciones dentro del todo. Una mente que así se expandió nunca vuelve a sus dimensiones originales.
dto.
La reaparición de Cristo
En la hora actual numerosas religiones esperan la venida de un Avatar o Salvador. Esta nueva venida de Cristo como Instructor mundial para la era de Acuario es presentada en esta obra como un acontecimiento inminente, inscribiéndose de manera lógica y práctica en la continuidad de la revelación divina a lo largo de las edades. Cristo pertenece a la humanidad entera. Es preciso reconocerlo y comprenderlo como "la misma gran entidad en todas las religiones del mundo".
"Para la salvación de los justos y la destrucción de aquellos que hacen el mal, para el firme establecimiento de la Ley, Yo vuelvo a nacer edad tras edad." Así dice el conocido pasaje del Bhagavad Gita (traducción de Prabhavananda e Isherwood), expresando la eterna esperanza del corazón humano. En este libro, la reaparición de Cristo se reconoce como inevitable dentro de la continuidad de la revelación divina. No sólo la Deidad jamás se ha quedado sin testigo, sino que en períodos definidos en la historia de la evolución humana, la "palabra de Dios", la potencia proyectada de Su existencia vital, se ha manifestado en la forma con el propósito de establecer los principios a ser demostrados durante el próximo ciclo.
En todas las épocas, ha habido tales mensajeros, manifestándose a través de una u otra de las grandes religiones mundiales o siguiendo una nueva forma de religión basada en la nueva revelación. Sin embargo, la revelación Divina y la aparición periódica de mensajeros, o Avatares, ocurre según la ley cósmica, cuando existen ciertas condiciones en el esquema entero afectado, y afectando cada parte, grande y pequeña. Entonces una cadena de acontecimientos, que deben actuar bajo la ley en el futuro, se pone en marcha.
La parte que nuestro pequeño planeta Tierra juega en este intrincado y fluido sistema de interrelaciones parece ser de vital importancia en este momento. En este libro, se sugiere la trascendencia esotérica y planetaria de la reaparición de Cristo como causa subyacente para Su servicio Acuariano a la humanidad. Éste es el principio y el fin de una era -- el principio de Acuario y el fin de Piscis – indicando también un punto crucial trascendental en la evolución de la conciencia humana, de la necesidad individual a las necesidades de la humanidad entera, de la salvación personal al servicio mundial, y del materialismo a la espiritualidad. Parece que esta transición culminante debe estar "marcada" en ambas fases, principio y fin, por Cristo mismo, y un principio anclado en la conciencia humana, que incluye no sólo el amor de Dios establecido durante la era de Piscis, sino también la nueva potencia del futuro, la "Voluntad" de Dios, en la que sólo Cristo fue absorbido completa y perfectamente.
La inminencia de la reaparición del Cristo es percibida y esperada por muchos, perteneciendo como representante a toda la humanidad sin tener en consideración el credo y la doctrina religiosa. "Él a quien todos los hombres esperan" determinará la forma y el momento de Su aparición y el campo de su trabajo, de modo que no cree divisiones o separaciones, religiosas, sociales o ideológicas entre los hombres. Él viene no sólo como el Primogénito de Dios, sino como Cabeza de la Jerarquía espiritual, el gobierno interno del planeta. Por consiguiente, Él es un dirigente mundial, representando el Reino de Dios, y cumpliendo una función definida en el mundo de los hombres. Él viene para establecer a través del precepto y el ejemplo en el servicio mundial, los principios en los que un mundo unido, interdependiente e interactivo puede crear sus nuevos sistemas materiales e instituciones espirituales para la nueva civilización. La preparación para la segunda venida es responsabilidad de la humanidad; a aquéllos que saben y aceptan el retorno inminente de Cristo, les corresponde preparar las mentes y los corazones de los hombres para reconocerLo y recibirLo, y para crear esas condiciones de equilibrio y alineamiento espiritual que finalmente Le atraerán entre nosotros. No importa qué mensaje o revelación pueda personificar Cristo cuando venga, no importa qué principio o energía pueda fijar en la Tierra para uso humano, Él no viene para salvar a la humanidad de los resultados de sus propios pecados, sino una vez más para mostrar a la humanidad cómo salvarse en las nuevas condiciones y las nuevas oportunidades con las que el mundo se enfrenta.
dto.
El discipulado de la nueva era II
Estos dos volúmenes contienen el texto de una serie de instrucciones individuales y colectivas dadas a un pequeño grupo de aspirantes durante quince años por un Maestro de Sabiduría. Se hallan enseñanzas detalladas sobre la Meditación, la Iniciación y los Seis Estados del Discipulado. El acento está puesto sobre la nueva era, sobre la necesidad de abrir la vía al trabajo grupal y sobre el cambio que se produce en el método de entrenamiento para la iniciación, siendo este entrenamiento, en adelante dispensado ya no individualmente sino en grupos de discípulos.
Mientras la intención original en las instrucciones de trabajo de grupo contenidas en el Volumen I, era la eventual exteriorización, a través de grupos de nueve discípulos integrados, del trabajo de nueve grupos organizados subjetivamente (de aquí el nombre "Grupos de Nueve" dado a este trabajo), este segundo volumen contiene la enseñanza dada entre los años 1940 y 1949, después que el grupo fue reducido y reorganizado en un único grupo, "el nuevo grupo simiente".
Uno de los principales objetivos del nuevo grupo simiente era "anclar" algunos de los principios y pensamientos simiente para la nueva civilización de la era de Acuario, y también crear un grupo integrado de trabajadores Jerárquicos preparados, capaz de proporcionar la necesaria cooperación a las actividades iniciadas por la Jerarquía para fertilizar y preparar la conciencia humana para la tremenda estimulación del futuro inmediato. En este libro, por consiguiente, las instrucciones personales cubren un período más corto de tiempo y sólo 22 individuos. Gran parte de la enseñanza continúa poniendo énfasis a las necesidades y problemas de trabajo de grupo, fusión de grupo, conciencia de grupo y a la relación de los miembros de un grupo entre si y con el Maestro a quien tratan de servir. "Permitan que su horizonte sea amplio y su humildad grande", se dice al grupo, para que "un sentido ajustado de la proporción" --definición esotérica de humildad-- pueda regular el crecimiento en todas las relaciones, de acuerdo con las necesidades evolutivas del Plan Jerárquico.
Se acentúan dos aspectos sumamente importantes de la vida del discipulado, desde el punto de vista de las técnicas prácticas de entrenamiento: la meditación y la iniciación. La meditación no sólo se muestra como un camino de acercamiento individual al alma, y grupal al Maestro, sino como técnica creativa del Señor del Mundo por la que todo se trae a la existencia. Todos los centros de conciencia en el planeta, grandes y pequeños, pueden emplear las mismas técnicas meditativas para crear las formas nuevas y necesarias, de acuerdo con el cambio de énfasis del flujo de energía y el propósito divino. Así, la meditación se convierte en un acto de colaboración consciente con "los propósitos estrictamente redentores" de nuestra vida planetaria.
También se dan las enseñanzas para la iniciación en una presentación esencialmente práctica como "realidades de la vida", para ser entendidas y aplicadas. La idea ilusoria de la iniciación como premio a un estilo de vida correcto y autodisciplinado, se disipa a la luz de la realidad. La iniciación para el discípulo nada tiene que ver con las "iniciaciones" internas en organizaciones, características de muchas ordenes y grupos ocultos, privadas de significado excepto en el contexto de la propia organización.
La iniciación para el discípulo es el resultado de una expansión consciente hacia "un todo cada vez mayor" --una expansión progresiva dentro de la corriente efectiva de conciencia de nuestra Vida planetaria. Estas expansiones de conciencia van acompañadas por una sucesión de revelaciones; y en este volumen de "El Discipulado en la Nueva Era", se abordan cinco puntos de revelación, con las insinuaciones y las fórmulas simbólicas que llevan a una correcta interpretación de ellos.
Un discípulo es "uno que sabe"; ha aprendido a través de la experiencia personal que las leyes y principios espirituales aplicadas al servicio, crean una condición de equilibrio en la que se restablece la relación entre el Camino de Dios y los caminos de los hombres. A través de ese punto de fusión, la luz puede irradiar en beneficio de aquellos que se mueven en la oscuridad. La verdadera revelación es una experiencia compartida.
dto.