Manual del alquimista
Manual del alquimista
- EAN: 9788485316380
- ISBN: 9788485316380
- Editorial: Luis Cárcamo, Editor
- Año de la edición: 1974
- Encuadernación: Rústica
- Medidas: 210 X 130 mm.
- Páginas: 158
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Descripción
Práctica de laboratorio alquímico. Introduce a las concepciones alquímicas y al trabajo de laboratorio con vegetales, incidiendo además en relaciones filosóficas, astrológicas y médicas. La segunda parte del libro incluye textos correspondientes al trbajo con los minerales, o Gran Obra.
Otros libros de Alquímia
Sobre la piedra filosofal
Una extensa Introducción de Grillot de Givry muestra irrefutablemente que el santo y doctor de la iglesia,
autor de la SUMA TEOLÓGICA y discípulo de Alberto Magno, es el autor de estos tratados de Alquimia, y da
noticias del autor y las ediciones de los mismos a lo largo de la historia. El sabio maestro, Langlet du Fresnoy, afirma respecto a su contenido: Este tratado es lo mejor que he visto en este género para quien lo sepa entender.
EL ARTE DE LA ALQUIMIA, DEDICADO AL HERMANO REYNALDO es un completo manual de alquimia operativa. Nuestra edición incluye notas inéditas de Grillot de Givry a
este libro.
“Guarda estas reglas en el fondo de tu corazón
bajo un triple sello inviolable,
pues en mi otro libro, dado a la gente corriente,
he hablado como un filósofo, pero aquí,
confiando en tu discreción,
he revelado los secretos más ocultos”.
(Sobre el arte de la alquimila. Cap I)
dto.
Pitagoras y el pitagorismo
A Pitágoras lo encontramos, aún hoy, en numerosos autores y en frases hechas, como . ¿Y todo eso es filosofía? Pues sí, entendida como el arte de curar las almas.
El silencio es algo profundo, religioso, sobrio (.). Los hombres nos enseñan a hablar, los dioses a callar.
Se les llama Versos de Oro para indicar la eficacia excelente y divina que los pone por encima de todos los demás poemas; (.) En efecto, el oro es un metal muy puro.
El sacerdote Abaris conjeturaba que Pitágoras era en realidad Apolo Hiperbóreo. Pitágoras lo confirmó mostrándole su muslo de oro.
La Tetraktys la podemos resumir en esto: 1 + 2 + 3 + 4 = 10 (la Década). <más allá="" no="" hay="" nada="">, dice Reuchlin hablando por boca de Filolao las palabras de Pitágoras.
Los pitagóricos juraban (.) invocando al divino Pitágoras: .
Pitágoras Por medio de su tañido angélico, las sutiles vibraciones de la mvsica cælestis penetrarán en los <oídos del="" alma="">de los músicos y, a través de ellos, en los corazones de la humanidad.
dto.
Pinceladas de naturaleza
Perfecta conjunción entre arte y palabra, con la naturaleza y Spagyria como hilo conductor, descubre las fuerzas arquetípicas que impregnan el universo.
El arte es, según la Real Academia Española, la 'manifestación de la actividad humana mediante la cual se expresa una visión personal y desinteresada que interpreta lo real o imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros'. En Pinceladas de Naturaleza su autor, y mi hermano, Héctor Avilés Morrondo, hace uso de los dos primeros recursos para, con la sensibilidad que siempre le ha caracterizado, plasmar con el pincel y la palabra la analógica relación que existe entre la forma de la diferentes especies, su hábitat y sus propiedades terapéuticas.
Y es que ya dijo Novalis que «mejor que el científico, comprende el poeta la naturaleza».
Obviamente, el científico al que se hace referencia es el que responde al paradigma actual, según el cual el observador tiende a proyectar sobre lo observado todo aquello que pretende demostrar, en lugar de escuchar, oler, sentir, percibir y, en definitiva, vivir en su máxima expresión el objeto de la contemplación. Además, tendemos a definir los objetos de forma aislada, evitando toda interacción con el entorno. Por el contrario, el poeta, y en general el artista, ve y va más allá de las formas, las sueña, las ensueña, las analogiza, las mitifica, las esencializa... Y de esencias es, precisamente, de lo que trata esta obra, es decir, de Spagyria.
Me congratula escribir este prólogo porque hasta ahora siempre que me han preguntado acerca de libros en los que aprender Spagyria, he acabado emplazando a mi interlocutor a estudiar el «libro de la vida», o lo que es lo mismo, el «libro de la naturaleza». Ahora, con Pinceladas de Naturaleza siento que ese gran libro se hace aún más accesible. Y es que esta obra es fruto de la contemplación, del íntimo diálogo que surge cuando en lugar de, como decía antes, proyectar sobre lo contemplado nuestros prejuicios e informaciones adquiridas, es el propio objeto el que nos revela el sentido de su propia existencia. En Spagyria, todo lo que existe es contemplado desde una triple dimensión: detrás de todo hay una idea, una función que pugna por expresarse materialmente y que se acompaña de una dirección energética, de una onda, diría un cuántico. Así, el spagyrista, distinguiendo estos tres niveles, otorga a las funciones un ordenamiento septenario, como hace la luz que, atravesando un prisma de cuarzo, se difracta en siete rangos de color.
Los antiguos se empeñaban en explicarnos esta distribución septenaria en todo lo que existe, hasta el punto de elegir entre sus divinidades a siete principales para gobernar su Olimpo y, en consecuencia, su mundo arquetípico. Esto se atribuía a Marte, aquello a Mercurio... Intentaban que percibiéramos el mundo de los dioses administrando la totalidad de los acontecimientos que se pudieran vivenciar. Las fuerzas de Marte, las de la batalla, las de la conquista, las de la fiebre, las de la irritación, las de la disputa o las de la violencia, ¿vienen entonces de los dioses o de los planetas cuyo nombre toman? No, querido lector, estas fuerzas vienen del universo, de lo indefinido, de nuestro origen y se observan en todo: en los átomos, en los cristales, en los colores, en las formas, en los vegetales, en los animales y hasta en el hombre, en sus funciones biológicas y psicosociales. Estas fuerzas arquetípicas impregnan el universo, tal y como lo veían nuestros ancestros.
dto.
