Manual del maestro masón : rito de emulación
Manual del maestro masón : rito de emulación
- EAN: 9788492984473
- ISBN: 9788492984473
- Editorial: Entreacacias S.C
- Encuadernación: Rústica
- Medidas: 110 X 170 mm.
- Páginas: 172
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Descripción
Traducción crítica y desarrollada del tercero de los manuales que JSM Ward escribió para analizar el espíritu de la masonería especulativa.
A diferencia del rito Escocés Antiguo y Aceptado, de mayor tradición en el ámbito masónico español e iberoamericano, el rito de Emulación o Reconciliación apenas cuenta en nuestro idioma con ensayos, reflexiones y análisis sobre su simbolismo, procedan estas obras de traducciones o se trate de escritos de nueva planta.
Este yermo panorama hace aun más valiosa la oportunidad de aproximarse a los trabajos de investigación masónica que llevó a cabo John Sebastian Marlow Ward, y que fueron publicados con gran éxito a partir de los años 20 del siglo pasado.
Al contrario de lo que sucede en otros ámbitos de nuestra vida, la Francmasonería tiene en la atemporalidad de sus ritos y símbolos la ventaja de que reflexiones escritas hace un siglo, o más, pueden ser hoy leídas y consideradas como valiosas en su casi totalidad, pues solo aparecerán como desactualizadas algunas referencias a la luz de una época concreta o comentarios relacionados con el estado de la ciencia en el momento en que fueron elaborados los trabajos.
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Pero las semillas de la decadencia fueron sembradas en la Orden del Temple en su mismo origen. La Orden había concebido una gran obra que era incapaz de llevar a cabo, porque no conoció ni la humildad ni la abnegación, porque Roma era entonces invencible, y porque los jefes posteriores de la Orden no comprendieron su misión.
Consiguieron ser opulentos, pero se volvieron insolentes. Roma llegó a temer a la Orden, y el temor es siempre cruel. El Papa Clemente V y el Rey Felipe el Hermoso dieron la señal a Europa, y los Templarios fueron arrojados a las mazmorras. Pero antes de su ejecución, el jefe de la Orden condenada organizó e instituyó lo que posteriormente se daría en llamar Masonería Hermética o Escocista.
La Orden sobrevivió bajo otros nombres, y los Templarios labraron la ruina del Rey de Francia. Los instigadores de la Revolución Francesa habían jurado arrojar el Trono y la Tiara sobre la tumba de Jacques de Molay.
dto.
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Poderosa durante dos siglos, en plena Edad Media, la Orden del Temple continúa fascinando, al tiempo que inquietando, a un gran número de personas. Es difícil, en efecto, tener una visión precisa e imparcial de este apasionante tema con la abundancia de textos de no demasiado valor que inundan el mercado. Política y ateísmo se mezclan indiscriminadamente, olvidando que la Pura Francmasonería, si prestamos atención a su origen, no se concibe sin una creencia en Dios, Gran Arquitecto del Universo. Los miembros de las asociaciones caballerescas existentes, los responsables de iglesias e instituciones sociales, al igual que muchos francmasones, conocen mal la Orden Ilustre de la Estricta Observancia Templaria. En tiempos antiguos esta contó con la presencia de los llamados aristócratas de alto rango, de grandes compromisarios de Estado y de grandes artistas como Mozart o Goethe. Una docena de reyes y príncipes regentes también formaron parte de esta corriente templaria de inspiración jacobita, como el duque de Sudermania o el en rey de Suecia, los príncipes Frédérick Auguste de Brunswick, Henri de Prusia, Charles de Mecklembourg-Strelitz o Charles de Hesse-Cassel, así como numerosos obispos y pastores. Si no existiera un vínculo entre la Orden del Temple y la Francmasonería, como nosotros hemos dejado bien claro de la mano de masones con experiencia, entonces por qué los últimos altos grados en todos los ritos le hacen mención, por qué un buen número de cartas dan fe de ello, por qué el diploma del Gran Colegio de los Ritos del Gran Oriente de Francia está encuadrado entre «dos templarios armados», que además se conocen como caballeros del águila blanca o negra
dto.
