Mandalas para meditar

Los garabatos terapéuticos son una nueva, divertida y efectiva forma de encontrar calma con unos lápices y papel. Los ejercicios combinan diversas técnicas de relajación y meditación para ayudarnos a calmar la mente y el cuerpo, conectar con el momento presente y entrar en contacto con ese lado creativo que permite la expresión libre de nuestras emociones sin necesidad de usar palabras.
Los garabatos meditativos se basan en arteterapia, yoga, mindfulness, grafología y otras prácticas que, combinadas y llevadas al papel, proporcionan maravillosos beneficios para nuestro sistema nervioso. La ansiedad y el estrés se reducen al practicar unos minutos al día, con ejercicios para:
- Conectar la respiración con los trazos para conseguir un estado de calma - Despertar la creatividad y ayudar a conectar con nuestro niño interior - Serenar la mente y aliviar el estrés - Mejorar la concentración y la memoria y lograr una relajación eficaz - Crear nuevas redes neuronales para fomentar el pensamiento creativo - Liberar la expresión para hacer salir emociones reprimidas
Estos ejercicios los puede practicar cualquier persona que busque nuevas formas de disfrutar de momentos de relajación, reducir el nerviosismo, los pensamientos negativos y aprender a autorregularse a través del arte y la creación.

Un mandala es una herramienta que nos ayuda a descender a nuestro interior y a aprender en primera instancia a amarnos para atraer después el amor a nuestra vida y cultivarlo. El interior de un mandala es el lugar idóneo para abrir el corazón y dejar que el amor florezca. Mientras coloreas los mandalas de este cuaderno, tu consciencia se despertará y estarás más dispuesto a cultivar el amor, tanto en ti como en los demás.

 La autora ha pasado la mayor parte de su vida en la región de Montreal. La muerte a una tierna edad de uno de sus hijos la conmociona y la orienta hacia una búsqueda espiritual. En 1987, escribe un libro sobre lo ocurrido, titulado: Un ange dans ma vie (Un ángel en mi vida). Tras abrir un espacio multicultural, con libros sobre tendencias donde costureros, estilistas y fabricantes acuden en busca de inspiración, se retira unos años más tarde para dedicarse a un trabajo más interior y creativo. En 1995, tras formarse en creación literaria, canto y pintura, descubre el mundo de los mandalas, y éstos se convierten para ella en una auténtica revelación. Su alma de artista la conduce a la creación de mandalas específicos para diferentes situaciones anímicas.