Libros de Lic. Laura Podio

Dibujar, pintar o sencillamente observar mandalas o diseños concéntricos es un excelente ejercicio para concentrarnos y focalizar nuestra mente. Si disponemos de tiempo, digamos de una hora u hora y media por día, tendremos una excelente oportunidad para conectarnos con nuestro interior y acercarnos cada vez más a la paz y la armonía en nuestra vida.

El trabajo con mandalas nos ayuda a conocernos, a concentrarnos, a observar qué nos sucede cuando cambian nuestros planes. Nos ayuda para tener flexibilidad de emociones, pensamiento y acción. Y nos permite desarrollar valiosas cualidades.

"Muchas veces me preguntan porqué se dice que los mandalas sirven para sanar, y suelo responder que lo que sana es el proceso de pintarlos, o de dibujarlos, o solamente de observarlos." Laura Podio

"Cada mañana el sol nos anuncia que tenemos una nueva oportunidad de crecer y de expandirnos. Cada día podemos llevar a cabo la mayor de las tareas. No hace falta que nos transformemos en héroes, el mayor heroísmo es hacer lo que debemos hacer, aunque parezca sin importancia ni finalidad. Los invito a regalarse unos instantes de luz y de color, unos momentos a solas con su niño interno, con la alegría de vivir cada momento. Con la alegría de jugar. Bendiciones para cada mañana de luz." Laura Podio

Los mandalas son figuras armónicas y bellas. Las mujeres, interna y externamente, tenemos la capacidad de desplegar la belleza y el poder de la creación. Siempre me interesó incorporar figuras a los mandalas, buscando más allá de la geometría característica de estos diseños. Ahora les presento trabajos realizados con figuras de mujeres formando mandalas. Pero, ¿son mandalas? En realidad no importa cómo los llamemos. Heredamos la palabra "mandala" del arte hindú, pero todas las culturas han desplegado cientos de diseños, muy diferentes entre sí, que sin embargo siguen cumpliendo con los objetivos de un proceso de sanación interna: tienen un centro, una periferia y figuras que se repiten rítmicamente alrededor de ese centro, y eso es lo que nos ayuda a calmar nuestra mente. Podemos dejar volar la imaginación y colocar diferentes figuras a nuestros diseños, salirnos del círculo o jugar dentro de él¿ el mandala seguirá siendo una meditación activa. Es un ritual sanador, que nos une a nuestra verdadera naturaleza. Estas bellas mujeres nos estarán esperando para darles color, y a cambio nos ayudarán a concentrarnos, a armonizarnos y a vincularnos con nuestra creatividad y belleza interna, con la Diosa que habita en cada una de nosotras. Laura Podio .

"¿Por qué hablamos de mandalas?, quizás porque hemos heredado el término de la sabiduría de la antigua India. Y con este término nos referimos a diseños concéntricos, que podemos hallar como fruto de la creación humana o encontrarlos en la naturaleza. Se trata de un centro, una periferia y ciertas figuras que se repiten rítmicamente alrededor de ese centro. No importa si son expresiones del hinduismo, del budismo, del arte celta o de un artista moderno, todos ellos comparten las mismas características y cualidades que nos aportan un camino a la sanación interna. Pintando mandalas despertamos nuestra creatividad, trabajamos con nuestras emociones, frustraciones y tareas pendientes. Esta actividad artística nos ayuda a conocernos, a concentrarnos, a observar qué nos sucede cuando cambian nuestros planes. Nos ayuda a tener flexibilidad en las emociones, en el pensamiento y en la acción. Nos permite desarrollar valiosas cualidades, especialmente una disciplina espiritual, lo que implica orden, aceptación y paciencia. Podemos ofrecer a los seres que amamos un diseño realizado desde nuestro corazón con los colores que lleguen a nuestra alma. No intentemos explicar ni buscar significados, aprendamos a disfrutar del aquí y ahora que representa la experiencia. El arte puede ser un ritual sanador, un santuario personal. Permitamos que nuestra creatividad curativa se desarrolle y, sin dudas, nos beneficiaremos". Laura Podio

El dibujo de mandalas requiere precisión, disciplina, exactitud, concentración, orden y paciencia, cualidades que pueden desarrollarse. La propuesta de este libro es brindar un efectivo curso práctico para aprender a dibujarlos y descubrir así cómo conectarnos con nuestro centro y relajarnos, y de esa manera poner en marcha los mecanismos internos de sanación, desarrollando aptitudes artísticas insospechadas.

¿Qué son los mandalas? Pues diseños concéntricos, armónicos, equilibrados… Pueden tener un círculo que los contenga pero, también, pueden ser libres, como si miráramos una flor de frente con sus pétalos. La palabra “mandala” proviene del idioma sagrado de India, el sánscrito, que nombraba de esta manera a ciertos diagramas utilizados para la concentración y meditación. En Occidente no los usamos como una herramienta religiosa y, de hecho, algunos tienen muy poco en común con los dibujos de India. No importa cómo los llamemos, lo que interesa es la función que cumplen a nivel interno una vez que comenzamos a trabajar con ellos. ¿Para qué sirven, por qué se recomienda pintarlos? El trabajo con ellos genera armonía interna, concentración, re-enfoque de la atención y paz interna. Si logramos vencer las tensiones diarias seremos menos reactivos a nuestro medio y, de esta manera, se generarán menos conflictos, es decir que podremos utilizarlos para la paz.
 ¿Y quiénes pueden pintarlos? La respuesta es sencilla: ¡todos!, niños, adultos, adultos mayores… La diferencia que radicará en los trabajos se deberá al gusto personal al elegir el diseño y a la destreza en las técnicas a utilizar.
 Los invito a intentarlo, a encontrar un momento de paz. Bendiciones para el camino.
 
 
Laura Podio
Nació en Argentina. Es Licenciada en Artes Visuales con orientación en Pintura, recibida en el Instituto Universitario Nacional del Arte (IUNA) de Buenos Aires.
 Desde el año 1996 viaja regularmente a India y otros países del sudeste asiático para investigar las raíces del arte religioso budista tibetano e hindú, así como la cocina y la alimentación ayurvédica. Junto al Dr. Alfredo Lauría, trabaja en la difusión del Ayurveda encargándose de las áreas de Cocina Ayurvédica, y arte terapéutico con mandalas, temas sobre los cuales ha realizado numerosos cursos, charlas y seminarios. Es co-fundadora del Centro Argentino de Ayurveda, donde se realizan tareas de difusión y práctica de los conocimientos védicos. Extiende su investigación sobre artes arcaicas y tradicionales, vinculadas a la forma del mandala y otros artes simbólicos. Actualmente cursa la Licenciatura en Psicología (Universidad de Palermo), y continúa su formación en pensamiento junguiano, mitología de la India y Filosofía Vedanta.
 

La palabra “mandala” proviene del idioma sagrado de India, y denomina a ciertos diagramas utilizados para meditar. En cambio, en Occidente, con esa palabra “prestada” nombramos a diseños concéntricos, decorativos, que muy a menudo parecen flores desplegando sus pétalos. Pero no importa cómo los llamemos, lo que debemos saber es que funcionan como ordenadores internos, y que tanto dibujarlos como pintarlos nos brindan una sensación de bie-nestar interno, alejándonos de las tensiones diarias y el estrés cotidiano.
 En ese sentido, un mandala puede ser una herramienta para lograr libertad interna, para llevarnos a ese sitio privado en el cual podemos ser nosotros mismos, sin reparos. Cada diseño es una oportunidad, es como una estructura impersonal en la que cada uno de ustedes puede volcar su propia creatividad al darle color o textura, al modificar la forma… No hay reglas fijas, sólo la posibilidad de jugar. No hay prohibiciones, sólo sentir libremente aquello que queremos expresar. Los invito a tomarse esa libertad interior, a volcar lo mejor de cada uno de ustedes en estos diseños que he creado para todos. No importan las destrezas, no importa “no saber”, no nos hace falta nada más que el deseo de crear.
 
Laura Podio
Nació en Argentina. Es Licenciada en Artes Visuales con orientación en Pintura, recibida en el Instituto Universitario Nacional del Arte (IUNA) de Buenos Aires.
 Desde el año 1996 viaja regularmente a India y otros países del sudeste asiático para investigar las raíces del arte religioso budista tibetano e hindú, así como la cocina y la alimentación ayurvédica. Junto al Dr. Alfredo Lauría, trabaja en la difusión del Ayurveda encargándose de las áreas de Cocina Ayurvédica, y arte terapéutico con mandalas, temas sobre los cuales ha realizado numerosos cursos, charlas y seminarios. Es co-fundadora del Centro Argentino de Ayurveda, donde se realizan tareas de difusión y práctica de los conocimientos védicos. Extiende su investigación sobre artes arcaicas y tradicionales, vinculadas a la forma del mandala y otros artes simbólicos. Actualmente cursa la Licenciatura en Psicología (Universidad de Palermo), y continúa su formación en pensamiento junguiano, mitología de la India y Filosofía Vedanta.