Max, el dragón

Max, el dragón
- EAN: 9788487055232
- ISBN: 9788487055232
- Editorial: Fundacion Rosacruz
- Encuadernación: Rústica
- Medidas: 130 X 190 mm.
- Páginas: 65
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Disponible 48/72 horas
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La Visión Rosacruz del Arte de Paracelso
A lo largo de la historia, siempre han existido personajes que, lejos de acomodarse entre los estrechos límites de lo establecido, han hecho gala de una enorme iniciativa por querer cambiar la mentalidad corriente, por aportar una perspectiva diferente a la actividad diaria o profesional de la época en la que viven. Su empuje y decisión llegan a ser tan inquebrantables e irresistibles que, aún sin pretenderlo, acaban generando toda clase de movimientos de simpatía y antipatía hacia su persona y su obra. Como consecuencia de todo ello, sus vidas, en comparación con la de la mayoría se tornar turbulentas y desapacibles, salpicadas de multitud de vicisitudes y acontecimientos, muchas veces extravagantes o incluso extraordinarios. Muchos de ellos son como “cometas” que, en un momento determinado y de forma inesperada, surcan nuestras acomodativas vidas y, con su estela de luz, nos invitan a descubrir nuevos caminos. Diríase, tal como preconiza la ciencia hoy día respecto a los cometas, que son verdaderos “sembradores de vida nueva“ interestelares. A nuestro entender, Teofrasto de Hohenheim más conocido como Paracelso, fue una figura semejante.
dto.
Los rosacruces desvelan el secreto
Desconocida por el público, a menudo considerada como una sociedad secreta, la Antigua y Mística Orden de la Rosa-Cruz perpetúa una herencia cultural y espiritual que se remonta al siglo XVII. No sectaria, no religiosa y apolítica, está abierta a hombres y mujeres, sin distinción de religión, de raza o de clase social. Con un espíritu de apertura y basada en la decisión de su Consejo Supremo, la AMORC desvela en parte el secreto que hasta hoy caía sobre sus enseñanzas.
Es la primera vez que estos textos rosacruces son publicados, dando la posibilidad al lector de hacerse una idea de lo que esta Orden enseña sobre aspectos tan diversos como la materia, la consciencia, la vida, los símbolos, la filosofía, la salud, los fenómenos psíquicos, el alma humana, los milagros, los sueños, Dios, etc. Se explica igualmente qué es lo que la Tradición Rosacruz transmite sobre Jesús, los Esenios, los Templarios, y sobre otros temas relacionados con el esoterismo y el misticismo.
Aparecen también en este libro documentos y símbolos oficiales, ilustrando la historia de la Orden Rosacruz AMORC desde sus orígenes hasta nuestros días. En cualquier caso, este viaje a través del tiempo confirma que teniendo su fuente en un pasado remoto, el Rosacrucismo permanece muy actual y abre interesantes perspectivas para el futuro.
El Consejo Supremo de la Orden está compuesto por los Grandes Maestros de todas las jurisdicciones de AMORC. Este consejo se halla bajo la autoridad y la presidencia del Imperator, título tradicional y simbólico utilizado para designar al responsable supremo de la Orden. Como tal, él es quien garantiza la continuidad de la Tradición Rosacruz y quien supervisa las actividades de todas las Grandes Logias. Al igual que los Grandes Maestros, es elegido por un periodo de cinco años renovables.
dto.
Historia y doctrina de la Rosa-Cruz
Sédir escribió este libro en 1911. Constituye un todo que puede interesar, instruir y sobre todo orientar hacia "la Via, la Verdad y la Vida", lo que fue el objetivo supremo de Sédir.
La existencia histórica de los Rosacruces siempre podrá ser discutida, puesto que salvo en 1614 en general pusieron gran cuidado en pasar desapercibidos y ocultar sus doctrinas y secretos aunte el gran público. Por otra parte, hace dos siglos que eruditos serios repiten, después del padre Mersenne, Gassendi, Spinoza y Leibnitz, que la Rosacruz no es más que el producto de algunas imaginaciones supersticiosas. Se ha pretendido que los manifiestos de lso Rosacruces: la Fama, la Confessio, la Reformación, son obras de fantasía escritas por Jean-Valentin Andreae.
Lo que para nosotros no deja lugar a dudas, es que el espíritu del hombre no puede crear lo inexistente. Todo cuanto se supone que el hombre imagina no es otra cosa que la transcripción más o menos exacta, más o menos fiel de ideas, formas, armonías existentes en su perfección en alguna parte del universo.
Esta es la razón por la que creemos que hubo Rosacruces, que los hay, y que los habrá, así como hubo, hay y habrá charlatanes. La cuestión es saber separar lo verdadero de lo falso.
dto.