HOy curar significa algo más que superar una dolencia o una enfermedad. Significa también alcanzar, mantener y restablecer el equilibrio y la armonía corporal y mental, así como la relación que mantenemos con nosotros mismos y con los demás.

YOGA CURATIVO ayuda a que hagas esto, enseñándote cómo integrar una conciencia del pañchatattva, las cinco fuerzas de la vitalidad, en tu práctica de Yoga. Cada tattva está alojado en uno de los cinco centros de energía del cuerpo, los chakras. YOGA CURATIVO explora cada tattva específico y el chakra en el que reside, revelando la naturaleza de su energía vital y lo que ocurre cuando se perturba esta vitalidad. Los asanas (posturas) de Yoga más beneficiosos para mejorar la energía de cada tattva están totalmente ilustrados paso a paso con claras fotografías. También se incluyen otras técnicas para lograr el equilibrio: trabajo con la respiración, gestos, visualizaciones, mantras y consejos dietéticos.

Restableciendo el pañchatattva a un estado de equilibrio y mejorando el flujo del prana (vitalidad) en el cuerpo, puedes conseguir una vida más saludable y feliz. Deja que este libro bellamente ilustrado te enseñe cómo hacerlo.

- Explica las técnicas de Hatha Yoga para mejorar el sistema de energía chakra-tattva

- Revela cómo desarrollar una conciencia del desequilibrio en el cuerpo

- Ilustra todos los asanas paso a paso con fotografías en color

- Incluye una tabla de referencia de las posturas beneficiosas para las enfermedades más comunes

ras la muerte de su esposa, Arand T. Hingorani recibía cada mañana la visita de Gandhi, «para animarme y consolarme ?cuenta él?, y escribía algo sobre lo que meditar». Más adelante le pidió al Mahatma que escribiera para él un pensamiento con el que meditar cada día. A partir del 20 de noviembre de 1944, y durante casi dos años, Gandhi escribió a su amigo los pensamientos solicitados. Cuando en 1946 Hingorani le pidió permiso para publicar los «pensamientos», Gandhi replicó: «¿Qué tienen, que tan deseoso estás de publicarlos? Si quieres editarlos, hazlo después de mi muerte. Este tipo de escritos no suelen aparecer en vida del autor. ¿Quién sabe? ¡Puede que ni yo mismo sea capaz de vivir conforme a lo que he escrito! Pero si me mantengo fiel a ellos hasta el último instante de mi vida, entonces, y sólo entonces, merecerá la pena publicarlos!»..