Lago Tranquilo es un oso que llega, llevado por su paraguas, al jardín de una casa privada. Allí viven tres niños, con los que entablará una bella relación. Lago Tranquilo contará tres historias orientales (El Tío Ry y la luna, Una pesada carga y La suerte del granjero) que esconden enseñanzas valiosas para el desarrollo y evolución personal para aplicar en la vida cotidiana: paciencia, perseverancia, generosidad, honestidad, desinterés, vivir el momento... Piedras angulares en la vida de cualquier niño. Miguel, Carlos y Andrea comparten con Lago Tranquilo grandes momentos, historias geniales y sin duda lo mejor será que se hacen grandes amigos. Pequeñas historias zen es un álbum que ha recibido las más elogiosas críticas no solo en Estados Unidos, sino en todo el ámbito internacional. Ha sido traducido a más de 10 idiomas, recomendado por las más prestigiosas publicaciones de literatura infantil y ha recibido importantes galardones y premios a nivel mundial.

Aprendiendo a gestionar la frustración a través del Yoga.

Claudio es un pequeño pajarito que aún no sabe volar, lo cual le genera una terrible frustración y enfado. En el cuento le acompañamos en su camino y le damos herramientas para gestionar sus emociones.

A través de divertidas posturas de Yoga, los niños pueden vivenciar la historia y aprender estrategias para tolerar la frustración que puedan sentir frente a la dificultad de aprender algo nuevo.

Es una forma ideal de pasar un rato en familia y practicar Yogade una manera fácil y divertida, sin necesidad de tener conocimientos previos.

A partir de 3 años.

Surgidas de las antiguas sagas, estas narraciones heroicas nos conmueven por su belleza, a veces ruda, pero siempre grandiosa y teñida de extraña poesía.

El maestro observó a cuatro monjes que discutían, obstinados, frente a una bandera que flameaba. Cada uno argumentó según su particular enfoque:

-Este paño es un objeto inanimado y es el viento quien lo hace ondear.

-La brisa carece de movimiento propio, por lo que es imposible que agite cualquier cosa.

-El flamear es sin duda una relación de causa y efecto.

-En lo esencial, no hay bandera inquieta, sólo el viento la hace flamear ...

Fue entonces cuando Huei-Neng, el patriarca fundador del budismo zen, analfabeto, al caminar frente a ellos los serenó: -Amigos, ni viento ni bandera, sólo veo vuestras mentes agitadas. Sorprendidos, los jóvenes pidieron con humildad que el maestro los aceptase como sus discípulos.

Cuando los grandes maestros no encontraban las palabras, ni las definiciones intelectuales para explicar las más importantes enseñanzas de la vida, recurrían a la parábola, a la fábula, al mito o al sueño.