La guía más completa para comprender la ansiedad, acabar con sus mitos y abordarla con seriedad y rigor.

La guía más completa para comprender la ansiedad, acabar con sus mitos y abordarla con seriedad y rigor.

Nadie sabe realmente que es la ansiedad hasta que la experimenta. Esto es así pese a que cada vez se habla más de esta afección, de la que hasta los medios se hacen eco y sobre la que se han publicado centenares de libros en un intento de aportar luz a un problema que cada día afecta a más personas. Y lo cierto es que de poco o nada sirven las fórmulas sin ningún valor científico que prometen la curación, pues para hacer frente a la ansiedad es necesario comprenderla en toda su complejidad y entendernos a nosotros mismos.

Ruben Casado lleva más de veinte años tratando e investigando la ansiedad. Este libro nos ofrece, por primera vez, un mapa detallado de todo lo que hay que saber al respecto. Porque solo conociendo bien su naturaleza podremos aprender a convivir con ella de forma más sana.

* La risa genera una avalancha de endorfinas que hace que nos sintamos eufóricos, relajados y libres de estrés. Las técnicas para practicar la risa que se incluyen en este libro harán que le resulte más fácil reírse a través de una serie de ejercicios de calentamiento seguidos por distintas actividades diseñadas para provocar las carcajadas.
* Cuando nos reímos, nos sumergimos en el momento. La risa nos ayuda a tomarnos un descanso en medio del torbellino de ocupaciones diarias y nos permite sumergirnos en el aquí y ahora.
* La risa es la atención en movimiento. Todos necesitamos reírnos más. Este libro le enseña cómo hacerlo.

La risa es un idioma que entiende todo el mundo. Si la compartimos con otras personas nos lleva a establecer un vínculo con ellas, hace que nos sintamos parte de algo. La risa nos sumerge en el momento presente; nos permite comunicarnos con alegría, aliviar la tensión y disfrutar de una profunda sensación de relajación.

Este libro nos sirve de inspiración para buscar maneras ingeniosas de introducir la risa en nuestras vidas voluntariamente, es decir, de reírnos sin necesidad de esperar a que la risa llegue por sí sola; puesto que, cuando decidimos que el cuerpo se ría, sin importar las circunstancias ni el estado de ánimo en que nos encontremos, nos liberamos de las limitaciones que nos imponen nuestras respuestas condicionadas y rutinarias.