Salvemos a los seres elementales
Salvemos a los seres elementales
- EAN: 9789872761486
- ISBN: 9789872761486
- Editorial: Pau de Damasc
- Año de la edición: 1753
- Medidas: 0 X 0 mm.
- Páginas: 0
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AGOTADO
Descripción
Todo el mundo a nuestro alrededor está compenetrado por seres elementales. Los seres elementales participan de todo lo que sucede en la naturaleza. También nuestro mundo interior, el mundo de nuestros sentimientos y pensamientos consiste de seres elementales. En este libro relato todo lo que conozco sobre todos los ámbitos del mundo de los seres elementales. Hago una descripción personal porque me parece lo más apropiado para que sea lo más comprensible y auténtico posible.
Otros libros de Alquímia
La naturaleza de las cosas
La naturaleza de las cosas es uno de los escritos fundamentales de Teofrasto Bombasto de Hohenheim, más conocido como Paracelso, incluido en sus Obras mágicas, filosóficas, cabalísticas, astrológicas y alquímicas.
Compuesto por nueve libros o capítulos, expone un aspecto distinto de la Naturaleza, realizando un minucioso estudio de las cualidades naturales y las capacidades sobrenaturales de los seres y las cosas. En este libro, el gran médico y alquimista se refiere tanto a los remedios naturales que curan el cuerpo, como a los remedios sobrenaturales ocultos que curan el alma.
PARACELSO nació en Suiza en el año 1493. Autor de una obra esotérica y científica inmensa, dominó la medicina, la astrología, la alquimia y la magia.
Ediciones Obelisco ha publicado en esta misma colección su Libro de las ninfa, los silfos, los pigmeos, las salamandras y otros espíritus.
dto.
La gran obra alquímica
El autor explica en este libro las obras de estos tres grandes y reconocidos alquimistas clásicos. Nos explica en forma minuciosa y en lenguaje claro sus textos, así como también el modus operandi mediante el cual se culmina la Gran Obra. Contiene ilustraciones en color de trabajo en el laboratorio.
dto.
Pinceladas de naturaleza
Perfecta conjunción entre arte y palabra, con la naturaleza y Spagyria como hilo conductor, descubre las fuerzas arquetípicas que impregnan el universo.
El arte es, según la Real Academia Española, la 'manifestación de la actividad humana mediante la cual se expresa una visión personal y desinteresada que interpreta lo real o imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros'. En Pinceladas de Naturaleza su autor, y mi hermano, Héctor Avilés Morrondo, hace uso de los dos primeros recursos para, con la sensibilidad que siempre le ha caracterizado, plasmar con el pincel y la palabra la analógica relación que existe entre la forma de la diferentes especies, su hábitat y sus propiedades terapéuticas.
Y es que ya dijo Novalis que «mejor que el científico, comprende el poeta la naturaleza».
Obviamente, el científico al que se hace referencia es el que responde al paradigma actual, según el cual el observador tiende a proyectar sobre lo observado todo aquello que pretende demostrar, en lugar de escuchar, oler, sentir, percibir y, en definitiva, vivir en su máxima expresión el objeto de la contemplación. Además, tendemos a definir los objetos de forma aislada, evitando toda interacción con el entorno. Por el contrario, el poeta, y en general el artista, ve y va más allá de las formas, las sueña, las ensueña, las analogiza, las mitifica, las esencializa... Y de esencias es, precisamente, de lo que trata esta obra, es decir, de Spagyria.
Me congratula escribir este prólogo porque hasta ahora siempre que me han preguntado acerca de libros en los que aprender Spagyria, he acabado emplazando a mi interlocutor a estudiar el «libro de la vida», o lo que es lo mismo, el «libro de la naturaleza». Ahora, con Pinceladas de Naturaleza siento que ese gran libro se hace aún más accesible. Y es que esta obra es fruto de la contemplación, del íntimo diálogo que surge cuando en lugar de, como decía antes, proyectar sobre lo contemplado nuestros prejuicios e informaciones adquiridas, es el propio objeto el que nos revela el sentido de su propia existencia. En Spagyria, todo lo que existe es contemplado desde una triple dimensión: detrás de todo hay una idea, una función que pugna por expresarse materialmente y que se acompaña de una dirección energética, de una onda, diría un cuántico. Así, el spagyrista, distinguiendo estos tres niveles, otorga a las funciones un ordenamiento septenario, como hace la luz que, atravesando un prisma de cuarzo, se difracta en siete rangos de color.
Los antiguos se empeñaban en explicarnos esta distribución septenaria en todo lo que existe, hasta el punto de elegir entre sus divinidades a siete principales para gobernar su Olimpo y, en consecuencia, su mundo arquetípico. Esto se atribuía a Marte, aquello a Mercurio... Intentaban que percibiéramos el mundo de los dioses administrando la totalidad de los acontecimientos que se pudieran vivenciar. Las fuerzas de Marte, las de la batalla, las de la conquista, las de la fiebre, las de la irritación, las de la disputa o las de la violencia, ¿vienen entonces de los dioses o de los planetas cuyo nombre toman? No, querido lector, estas fuerzas vienen del universo, de lo indefinido, de nuestro origen y se observan en todo: en los átomos, en los cristales, en los colores, en las formas, en los vegetales, en los animales y hasta en el hombre, en sus funciones biológicas y psicosociales. Estas fuerzas arquetípicas impregnan el universo, tal y como lo veían nuestros ancestros.
dto.
Concordancia mito-físico-cábalo-hermética
Las fábulas y los mitos del antiguo Egipto, las leyendas griegas y latinas, las enseñanzas de los druidas, la sabiduría hebrea y los escritos de los Filósofos Herméticos no nos hablan más que de una sola y única cosa: la Ciencia de la Naturaleza o Ciencia Alquímica, la llave de oro que abre el secreto tradicional que permite la regeneración de toda la creación caída.
El camino que conduce a esta ciencia divina es arduo y difícil; los textos de los alquimistas son oscuros y están llenos de zancadillas. El presente libro es una guía fiel que nos acompaña en este laberinto en el que todos se pierden, excepto aquel que obtiene el precioso Don de Dios.
Apoyándose en los mejores autores y en la experiencia en laboratorio, se comporta como una llave maestra que nos abre los secretos de la Gran Obra.
dto.
