Un bosque tranquilo. Mindfulness para niños
Un bosque tranquilo. Mindfulness para niños
- EAN: 9788499501512
- ISBN: 9788499501512
- Editorial: Ediciones Librería Argentina
- Año de la edición: 2015
- Encuadernación: Rústica
- Medidas: 340 X 170 mm.
- Páginas: 74
(0 Comentarios)
Comenta y valora este libro
Disponible 48/72 hoas
Descripción
Un bosque tranquilo es un cuento muy divertido tanto para niños como para mayores, para poder disfrutar en familia, leyendo todos juntos. También es un interesante recurso para educadores.
Además, supone una herramienta muy útil para que todos, niños y mayores, empecemos a tomar consciencia de la importancia que tiene la atención en nuestra vida diaria.
Al final del libro se añaden una serie de actividades que prolongarán, de la mano del Hada Atención Plena, los bellos momentos vividos en el libro, más allá de la mera lectura del mismo. Sus ejercicios, consejos y pasatiempos nos ayudarán a encauzar a nuestros menores por el camino de la atención plena en cada instante, de una manera fácil y amena, jugando y disfrutando con ellos.
Sus autoras, con una gran experiencia en Mindfulness para niños y familias, desarrollan talleres especializados para niños, jóvenes, padres y educadores.
Otros libros de Niños - Educación inf
Tu propósito de vida para niños
Del autor del best-seller TU PROPÓSITO DE VIDA, ahora para niños.
Esa mañana, Óscar notó un cosquilleo en la barriga, estaba nervioso y sentía un poco de miedo, pero estaba entusiasmado, algo decía que iba a ser un año de lo más especial.
Así que, mientras se acercaba a la entrada del Instituto, pensó:”Hoy es el primer día de mi nueva vida. La magia ha vuelto a Oportunidia”.
dto.
Una civilización niñocéntrica
Hace mucho tiempo que nuestra civilización perdió el eje respecto a la naturaleza de los seres humanos. Hemos sido creados para vincularnos espontáneamente con nuestro entorno, con el respeto y el equilibrio suficientes para vivir en armonía.
Sin embargo, hoy estamos perdidos. Generamos violencia, maltrato, guerras, enfermedades y malestar. La buena noticia es que los cambios para crear un contexto amoroso y solidario dependen de cada uno de nosotros: mujeres y hombres adultos.
En concreto, ¿qué podemos hacer? Los niños siempre hemos sido la guía más confiable. Se trata de reanudar el camino original, precisamos volver a la fuente. A la raíz. Y las raíces de los seres humanos somos los niños. Los niños reales que hacen parte de nuestro entorno, tanto como los niños que nosotros hemos sido o los niños que nacerán en cualquier momento. Antes, ahora o más tarde, es igual.
Los niños nacemos en eje con nosotros mismos. Llegamos a la vida terrestre sin lenguaje sin cultura sin mandatos sin juicios de valor sin moral sin miedo. Solo pretendemos desarrollar nuestro sí mismo en armonía. Una civilización respetuosa, amorosa, solidaria y beneficiosa para todos debería ser niñocéntrica. Es decir, organizada según las necesidades de los más pequeños. Adaptada a los más pequeños. Fácil y dichosa para los más pequeños. ¿Cómo haríamos algo así? Es relativamente sencillo.
En todas las áreas, deberíamos estar al servicio de los niños, y no al revés. Deberíamos adaptarnos a todo aquello que el niño manifiesta o reclama en lugar de pretender que los niños se adapten a la comodidad de los adultos.
¿Hasta cuándo? Hasta que el niño se sienta confortable. Esa es toda la medida: El confort de un niño. Por eso, en el presente libro ofrezco propuestas concretas centradas en el bienestar original del ser humano, destacando los vínculos primarios, es decir, la relación cariñosa entre adultos y niños. Estoy segura de que si confiáramos en la naturaleza instintiva de cada niño, recuperaríamos el sentido común, la alegría y la prosperidad. Y, sobre todo, recuperaríamos algo que hemos perdido hace muchas generaciones: la capacidad de amar al prójimo.
dto.
El don de la sensibilidad en la infancia
Es posible que tu hijo pertenezca al 15-20 por 100 de los niños que nacen con una alta sensibilidad, es decir, que llegarán a ser personas muy reflexivas, que se mostrarán sensibles ante cualquier sutileza y que se abrumarán con facilidad. Estas cualidades pueden hacer que el niño sea muy inteligente, meticuloso y creativo, pero que en ocasiones también parezca tímido y retraído, inadaptado, quisquilloso, o incluso que tenga una mala conducta. La psicoterapeuta Elaine N. Aron demuestra en este sorprendente libro que si tu hijo actúa de una manera excesivamente inhibida o exigente, o da muestras de que puede padecer alteraciones como el TDC (trastorno de déficit de atención) o el síndrome de Asperger, cabe la posibilidad de que sea tan sólo una persona altamente sensible. Educados con la comprensión, los cuidados y las atenciones adecuadas, estos niños pueden convertirse en unos adultos sanos, felices y equilibrados. AUTORA persona altamente sensible, se formó en el Instituto Jung de San Francisco y dispone de una abundante experiencia en psicoterapia. Tiene un máster en psicología clínica por la Universidad de York (Toronto) y un doctorado del Pacifica Graduate Institute. Cuenta con numerosas investigaciones psicológicas publicadas en el campo de las relaciones familiares en distintos medios y divide su tiempo entre San Francisco y Nueva York.
dto.
Hacer Buda
Cuando era niño y llegaba a casa después del colegio, tenía que afrontar, como todos los niños, mis obligaciones: los deberes, estudiar… Al finalizar estas tareas, empezaba con otras: desconectaba del mundo que me rodeaba viendo mis series de televisión preferidas o imaginando nuevas aventuras con mis juegos. Y lo lograba, pero no conseguía aclarar muchas de mis dudas ni acabar con esos miedos que tenía, ni llegaba a aplacar mi enfado cuando me peleaba o me castigaban y me enfurecía. Todo eso, por mucho que disfrutase jugando y mirando la televisión, seguía dentro de mí, y crecía.
La constante actividad a la que, como niño, me enfrentaba día a día me provocaba estar nervioso; tenía pesadillas, malestar y me sentía inseguro de mí mismo. Hasta que comencé con mi padre a practicar la meditación e inicié un camino que hoy sigo recorriendo. Con la meditación aprendí a combatir y calmar dentro de mí toda esa energía negativa y a transformarla en energía sana, positiva, y más poderosa; conseguí entender mis errores, ser parte de la solución y no del problema, enfrentarme a mis temores y controlar la ira y la rabia; logré tener seguridad en mí mismo y absoluta confianza en todas mis acciones. Con una mente sana, el cuerpo es más sano y fuerte, y afronta mucho mejor los estudios y toda nuestra actividad física y mental. Con la meditación he conseguido encarar esos obstáculos que, más tarde o más temprano, todos debemos afrontar y que, conforme vamos creciendo, se multiplican y son más difíciles, aunque no imposibles, de superar.
A mí me ha ayudado mucho haber empezado a meditar siendo todavía un niño, cuando llegaba del colegio, hacía mis deberes y le decía a mi padre: "Papa, ¿hacemos Buda?”
dto.