Dos silencios exaltan la noche, el del enjambre estelar y el de las abejas en su sueño de miel.

En este ensayo la autora rinde homenaje a la mujer japonesa y al importante papel que ésta desempeñó en el desarrollo de la cultura y la escritura en el Japón medieval. Hay que tener en cuenta que la caligrafía en kana ha sido injustamente desatendida por la historia cuando fue precisamente la mujer del medievo japonés quien depositó su alma dejando en este arte la impronta de la sensibilidad artística de su corazón. Japón no puede ser concebido sin la mujer, así como la caligrafía tampoco puede ser concebida sin ella y ambas a su vez no podrían concebirse sin el silencio. El signo caligráfico intermedia en la comunicación y el silencio es su aliado más preciado. La caligrafía más representativa de Japón tiene alma de mujer y sin alma no existiría la caligrafía. Japón no puede dejar de mirarse con ojos de mujer.

¿Se puede decir que vivimos en una Democracia cuando se incumplen constantemente los auténticos sentidos de la libertad, la justicia, la igualdad y la Solidaridad? ¿Es el dinero actualmente el "Dios" de la vida y de las personas? ¿Y la economía (especialmente la financiera) la sangre de ese "Dios"? En este libro el autor ex pone qué nudos gordianos hay que desenmarañar para permitir al ser humano evolucionar y progresar verdaderamente. El primer nudo gordiano o toma de Bastilla, fue la derogación del feudalismo, dando un paso importante a la libertad de los pueblos, que se cumplirá definitivamente en la Era de Acuario. El segundo nudo gordiano será cambiar y/o reformar el capitalismo y la utilización del dinero por sistemas más adecuados para la vida de los seres humanos. La tercera Toma de Bastilla (rotura del tercer nudo gordiano), trata de la adecuación de todas las ideologías (filosóficas, científicas, sociales, políticas y religiosas), con el fin de analogarlas y acordarlas con lo que se conoce como Sabiduría.