Desde los tiempos de Enoch, la comunidad esenia ha intentado preservar la Sabiduría en este planeta, al que ellos denominan “El Huerto de la Hermandad”. Moisés, Essen, Elías y el Maestro Jesús difundieron aquellas Enseñanzas para que los seres humanos fueran capaces de recordar cuál es su verdadera esencia.

Tras la partida del Maestro Jesús, la comunidad esenia sufrió persecuciones, torturas y vejaciones; la población quedó tan mermada que casi rozó la extinción. Los pocos Maestros Esenios que sobrevivieron se recluyeron voluntariamente en templos recónditos, con el objetivo de perpetuar y salvaguardar la Sabiduría. Allí transcribieron las Enseñanzas en los “Rollos Sagrados” y los ocultaron en los mismos santuarios; sin embargo, tuvieron en cuenta que debían llevar a cabo otras acciones inmediatas para que su pueblo y su cultura no desaparecieran, perdiéndose a su vez la oportunidad de que la humanidad algún día llegara a reconocerse a sí misma, recordando la luz que hay en el interior de cada ser humano y conociendo la Verdad que los hará libres... La Verdad que los Maestros conocen y sirven, la Verdad que hará que un buen día nos demos cuenta de lo que es la vida en realidad, sintiendo el despertar de nuestros corazones.

Ése día abriremos los ojos, dejaremos de sobrevivir y dándonos cuenta de cuál es el sentido de vivir, impediremos que jamás vuelva a existir un ÚLTIMO ESENIO.

Este Libro es el producto de los recuerdos, investigaciones y viajes conscientes, realizados por la autora a lo más profundo de su Ser cósmico y multidimensional. Tiene el propósito de explicar nuestro Origen Estelar y las razones por las que hemos decidido encarnar en este momento. En La Raza 33 Un Puente Sagrado, Anael propone un conocimiento que resignifica la visión de lo que somos, desde el Ser Estelar que habita en nuestra esencia hasta la actual proyección en la materia. Según la autora Somos Conciencias estelares acompañando al nacimiento de esta raza, La Raza 33.

Anael nos ofrece un puente: De un lado se encuentra una realidad con cuerdas, fibras arcaicas atadas a creencias lineales, cuya carga aprisiona nuestra esencia. Del otro, existe una realidad conectada a múltiples formas e hilos cósmicos, donde podemos crear nuestra propia realidad y Ser quien en verdad somos. Para cruzarlo nos propone la práctica diaria basada en el conocimiento, la voluntad y la constancia, pero principalmente en el amor del más puro nivel hacia nosotros mismos y hacia todo hálito de vida.

Todos somos seres que venimos del universo y que hemos encarnado en infinidad de mundos y de razas. Ahora hemos elegido la humana por una razón muy puntual que debemos ir descubriendo según avanza nuestra vida ANAEL