Meditaciones sobre la belleza y la muerte
Sinopsis de MEDITACIONES SOBRE LA BELLEZA Y LA MUERTE
Esta obra reúne, por primera vez, Cinco meditaciones sobre la belleza y Cinco meditaciones sobre la muerte, es decir, sobre la vida, dos libros canónicos en el pensamiento del autor francés.
El primer volumen constituye un breve pero intenso diálogo entre la estética occidental, fundamentalmente la renacentista, y la estética oriental, en especial la china, que nos adentra en el misterio de la belleza como luz y como espíritu. Es la belleza lo que, en estos tiempos de miserias, de violencia y de catástrofes naturales, se sitúa como oposición al mal, en el otro extremo de una realidad a la que debemos hacer frente.
Por su parte, en el segundo volumen el autor indaga en la dualidad que integran la muerte y la vida para mostrarnos un «doble reino de la vida y de la muerte»; en él, la primera, elevada a su más alta dimensión, supera y engloba a la segunda. Así, François Cheng no pretende en esta obra darnos un «mensaje» sobre la vida después de la muerte ni elaborar un discurso dogmático, sino ofrecer su testimonio de una visión de la «vida abierta». Una visión en movimiento ascendente que invierte nuestra percepción de la existencia humana y nos invita a observar cómo la muerte transforma cada vida en un destino singular y la hace partícipe de una gran aventura por venir.
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Mirar y pensar la belleza
CONTRA ¿Qué es la belleza? ¿Necesita el universo ser bello?En un momento en el que parece haber quedado relegada al aspecto de las cosas y los seres,François Cheng nos introduce, siguiendo las grandes tradiciones de Oriente y Occidente, a una visión filosófica y ética de la belleza.A lo largo de los dos textos recogidos en este libro, el académico francés reflexiona en torno a la antigua convicción de que existe un lazo íntimo que une belleza y bondad, un viaje que abarca desde la representación de la santidad, pasando por la singularidad de la creación artística y la simbología de la pintura China, hasta las virtudes humanas que Confucio atribuía a las grandes entidades vivas de la naturaleza. Una invitación a renovar la mirada, a descubrir el pálpito estético que late en cada acción y la dimensión moral que se esconde en toda belleza.Xavier Antich
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