Agni
Agni
- EAN: 8488011555
- ISBN: 8488011555
- Editorial: Ediciones Dhanishtha
- Año de la edición: 2005
- Encuadernación: Rústica
- Medidas: 120 X 180 mm.
- Páginas: 115
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Descripción
El Fuego es la esencia de la creación. El Fuego es llamado Agni en los Vedas. Agni significa el primigenio. Agni es la primera emanación. Esta emanación causa el surgimiento de la aparente nada en el aparente algo. La emanación produce la Luz. La luz es llamada Consciencia. El Fuego se divide nuevamente en 3 fuegos y genera el 4° fuego. Luego se ramifica en 7 y en 12. El Fuego es el Creador, el constructor y el destructor. El Fuego trabaja con todo. Este libro presenta en breve el simbolismo profundo de Agni, así como el del Ritual del Fuego
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La esencia del yoga Vol 4
Astadala Yogamala. Volumen IV
La esencia del Yoga consiste en un vasto proyecto editorial cuyo objetivo es reunir todo el material de artículos, conferencias, entrevistas, sesiones de preguntas y respuestas y cursos de formación, ofrecidos por Yogacarya Iyengar.
Este cuarto volumen inicia la publicación de entrevistas concedidas a una gran variedad de revistas y periódicos de todo el mundo, ofreciendo las realizadas entre los años 1958 y 1986.
La obra, seleccionada, corregida y supervisada por el propio Iyengar, está destinada a convertirse en otro referente tanto para practicantes de Yoga como para aquellos que deseen introducirse en su práctica.
dto.
Días de prisión
Esta edición ha sido posible gracias a la financiación de Prashant y, como siempre, gracias a las inestimables traducciones de José María Martín.
Días de Prisión es uno de los libros más importantes escritos por Sri Aurobindo. Bajo forma de relato, él mismo narra como transcurrió la vida en la prisión de Alipore durante el año que permaneció allí encerrado hasta el día del juicio en que fue absuelto y su inmediata decisión de partir a Pondicherry siguiendo un adesh divino (una orden divina). Sri Aurobindo iba entonces a involucrarse en otra revolución –una revolución espiritual– cuyo desafío no era ya solamente el destino de la India, sino el futuro de la tierra.
Cuando me aproximé a Él por primera vez, yo no estaba enteramente inmerso en el espíritu del bhakta, ni tampoco en el del jnani. Me acerqué a Él hace mucho tiempo, en Baroda, algunos años antes de que comenzase el Svadeshi, antes de que me hubiese introducido en la vida pública. En esta época, apenas tenía una fe viva en Él. Había en mí un agnóstico, unateo y un escéptico, y no estaba absolutamente seguro de que existiera un Dios en todo lo que existe. Yo no sentía Su presencia. Sin embargo algo me atraía hacia las verdades de los Vedas, de la Gita, de la religión hindú. Sentía que debía existir una verdad poderosa en alguna parte de este Yoga, y una verdad poderosa en esta religión basada en el vedanta. Así pues, cuandoabordé el Yoga y resolví practicarlo con el fin de comprobar si mi idea estaba en lo cierto, lo hice en este estado de ánimo y Le dirigí esta plegaria. «Si Tú existes, entonces conoces mi corazón. Tú sabes que yo no pido la mukti (liberación), no pido nada de lo que Te puedan pedir otros; pido solamente fuerza para elevar esta nación; pido solamente que se me conceda la gracia de vivir y de trabajar para este pueblo que amo, y ruego que se me permita consagrarle mi vida». Durante largo tiempo me esforcé por lograr larealización del Yoga y al menos en alguna medida la conseguí, pero no me quedé satisfecho en cuanto al plano en el que yo estaba más empeñado. Entonces, durante mi reclusión en la cárcel, en la soledad de mi celda imploré de nuevo al Señor. Dije: «Dame a conocer Tu adesh (mandato divino). No sé qué trabajo debo hacer ni cómo llevarlo a cabo. Hazme conocer Tu voluntad»2. Entonces, en la comunión del Yoga percibí dos mensajes.
El primero decía: «Te he dado una obra que cumplir, y es ayudar a que esta nación se eleve. Pronto llegará el momento en el que serás liberado, porque, esta vez, no es Mi voluntad que tú seas condenado, o que tengas quepasar el tiempo sufriendo por tu país, como tantos otros. Tú reclamabas un adesh; helo aquí: Ve a realizar mi obra; esto es lo que he oído para ti».
El segundo mensaje que recibí fue este: «Algo te ha sido mostrado en este año de reclusión, algo acerca de lo cual tenías tus dudas, y este algo es la verdad de la religión hindú. Es esta religión la que Yo he reavivado y que ahora ofrezco al mundo, y es ésta la que Yo he desarrollado y perfeccionado a través de los rishis, santos y avatares, y que ahora comienza a propagarse entre las naciones a fin de llevar a cabo mi obra. Estoy haciendo resurgir esta nación para que difunda mi palabra. Ésta es el sanatan dharma, laeterna religión de la que tú no tenías antes un conocimiento real, y que te he revelado ahora. El agnóstico y el escéptico en ti han recibido su respuesta, porque te he dado pruebas, dentro y fuera de ti, físicas y subjetivas, que te han convencido. Cuando te lances a la acción, habla a tu nación, recuérdalesiempre esta palabra: que si ella se yergue actualmente, es para el sanatan dharma, para el mundo y no para ella misma. Esta libertad que le doy es para el servicio del mundo
"Yo sabía, a lo largo de todo el proceso, lo que Dios significaba para mí, porque le oía una y otra vez, siempre atento a esta voz interior: «Te estoy guiando; así pues, no temas», me decía. «Conságrate al trabajo para el que te he traído a esta prisión y cuando salgas, ten presente esto: no tengas miedo jamás, ni dudes jamás. Acuérdate de que soy Yo quien está haciendo esto, no tú, ni ningún otro. Por lo tanto, cualesquiera que sean las nubes que puedan llegar, cualesquiera que sean los peligros y sufrimientos, cualesquiera dificultades, cualesquiera imposibilidades, no hay, de hecho, nada imposible ni difícil. Yo estoy presente en la nación y en su renacer, y Yo soy Vasudeva, Yo soy Narayana, y es Mi voluntad la que se ejecutará, no la de otros. Lo que Yo deseo hacer, ningún poder humano puede evitarlo».
Durante su encierro aprendió a conocer a fondo el alma de los indios y de la madre India y su particular misión en el mundo. A lo largo de su estancia en prisión, el contacto con los guardianes, indios o ingleses, prisioneros de todas clasessociales, intelectuales o delincuentes, jueces y abogados que iban cambiando durante todo el proceso, le iban enseñando como Dios estaba en todo. En prisión descubrió que el alma milenaria de los indios les permitía disfrutar del precioso legado de su libertad interior, donde el miedo no existía, incluso en medio de las dificultades más extremas, descubrió las risas y la atmósfera pacífica y risueña de personas que, condenadas a muerte, eran capaces de jugar, cantar y disfrutar de lecturas espirituales como el Gita, los Upanishads o los Puranas. Nos habla también largamente de las cualidades que debe tener el alma aria.
“Esta alegría espontánea, esta forma de sabiduría, son la marca del sattwa, y sólo ellos tienen la capacidad de iniciar el yoga, ya que no se dejan dominar por el sufrimiento y permanecen alegres y llenos de buen humor en todas las situaciones." "Pero el hindú, como tal, condenado a la soledad y sumergido en las circunstancias más penosas, se dirige irresistiblemente hacia Dios, arrastrado por la eterna atracción que le lleva hacia Él. Así fue para nosotros. ¿De dónde procedía esa ola que nos envolvía a todos? Nadie sabría decirlo. Algunos, que jamás habían invocado a Dios, se involucraron en una disciplina espiritual y, asentándose sobre ellos la gracia del Todo-Compasivo, se mantuvieron sumergidos en la beatitud. En tres o cuatro meses estos jóvenes realizaron lo que un yogui no logra tras largos años depráctica." "Las olas sáttwicas barrían el banco de los acusados y, salvo cuatro o cinco, todos nos sentíamos inundados de una gran alegría, una alegría tal que cualquiera que la haya saboreado no puede ya ni olvidarla ni compararla con ninguna. En verdad, la esperanza del país, la esperanza de su futuro, reposa sobre la plenitud de sus cualidades sáttwicas. La soltura con la que el espíritu de fraternidad y el amor de Dios se apoderan del corazón del hindú y se expresan en sus actos, y la habilidad con la cual alcanza él mismo el conocimiento de sí, no se encuentran en tal grado en ningún otro pueblo."
dto.
Agenda De Madre Tomo 3 - 1962
La curva del año 1962... El año del enfrenamiento Kennedy-Kruschev en Cuba“, y del primer conflicto chino-indio. “Será, realmente, el signo de algo muy considerable?” Parece que, en el fondo, algo se hubiera trastornado profundamente”. Toda la Tierra fue trastornada. Es el año en que Madre, en su cuerpo, emerge a una “tercera posición” que ya no es ni la vida ni la muerte que nosotros conocemos; un reverso de la “trama” en donde las leyes físicas ya no funcionan, y que se parece asombrosamente al mundo subcuántico de los “agujeros negros”: el tiempo cambia, el espacio cambia, la muerte cambia... ¿Y si eso fuera el lugar de la Materia, en el cuerpo, en donde todas las leyes de nuestra mente, y en donde la Evolución, desembocan en una libertad corporal impensable? ¿Una tercera posición que sería la posición de la próxima especie sobre la Tierra?
“El cuerpo comienza a obedecer a otra ley. El sentido del tiempo desaparece en una inmovilidad en movimiento... Una masa de fuerza infinita, como una super-electricidad pura... Un movimiento de ondas corporales, ondulatorio, vasto como la Tierra. Todos los órganos transformados; pertenece a otro ritmo. ¿Una potencia formidable, y tan libre! ¡otra cosa... otra cosa! Ya no se si estoy viva o estoy muerta... La vibración física se está volviendo como porosa... Las noches han cambiado de carácter, los días también... ¡No hay ya eje alguno, voló, se ha ido!, y puedo ir hacia delante, puedo ir hacia atrás, puedo ir a cualquier sitio... La ubicuidad, algo así”. Y luego este grito: “¡La muerte es una ilusión, la enfermedad es una ilusión! ¿La vida y la muerte son los mismo! es solo la consciencia que se desplaza. ¡Es fantástico!”.
Y después este descubrimiento, vivido, así de sencillo: “Cuanto más se acerca uno a la célula, más dice la célula: ¡pero si yo soy inmortal!”. Una tercera posición celular, en la que uno se vuelve incapaz de morir porque la muerte no tiene ya realidad. ¿Acaso Madre, ese año, a sus 84 años, descubrió otra realidad de la Materia? ”Hay, ahí detrás, como un cuento de hadas... Algo que está preparándose, y que será bello, muy bello, más allá de cuanto puede expresarse: una hermosa historia que Sri Aurobindo intentaba atraer a la Tierra, ¡y es seguro que llegará!”.
dto.