Arte de prudencia
Arte de prudencia
- EAN: 9788476518069
- ISBN: 9788476518069
- Editorial: José J. de Olañeta, Editor
- Año de la edición: 1753
- Encuadernación: Rústica
- Medidas: 110 X 140 mm.
- Páginas: 185
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Disponible 48/72 horas
Descripción
En forma de aforismos, Baltasar Gracián ofrece una serie de avisos de validez general aplicables a la experiencia diaria que quieren ayudar a forjar un tipo de hombre capaz de navegar sin problemas, incluso con elegancia y una suerte de aristocracia interior, entre los peligros de la vida en sociedad, de la vida urbana. Esta antología de los aforismos de Gracián va acompañada de una selección de dichos y refranes que, como los primeros, nos dan amplia materia de reflexión.
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dto.
Fases evolutivas del alma
En la plaza mayor de un lejano y pintoresco pueblo, ocurrió el suceso que a continuación te cuento. Un día de primavera a la salida del sol, apareció un caballero como sacado de un cuento. Tenía los ojos grandes, llenos de paz y serenos.
Su piel era morena quemada por el sol y el viento, vestía camisa blanca, chaleco y pantalones vaqueros, calzaba zapatos marrones viejos con agujeros. Como equipaje llevaba una guitarra, una mochila, un libro, bastón y un perro. Deleitaba a los transeúntes que pasaban por su entorno pensativos y en silencio. Pronto cambió todo cuando comenzaron a sonar las notas musicales que tocaba el forastero, que además de la guitarra, cantaba sus coplas con buen sonido y talento. Al sonido de la música, se acercó la gente del pueblo, un corro de personas lo rodearon al momento. Le aplauden y muestran su alegría y contento.- ¿Cómo recompensarlo? Pues poniendo monedas en su sombrero. El hombre continuó tocando y cantando por largo tiempo. Los jóvenes se le acercaron para pedirle consejo y él, con sabiduría y amor les complacía con alegría y respeto hasta que un buen día, después de mucho tiempo, la gente
fue a la plaza en busca del forastero para, como siempre, pedir ayuda y consejo a ese buen hombre sabio y bueno, pero el personaje de nuestra historia había desaparecido, su guitarra, su libro, su bastón, su perro, nada se volvió a saber del forastero. La plaza quedó en silencio, pero en el corazón de la gente quedó grabado su música, voz y consejos. ¿De dónde vino y a donde fue este gran maestro que
tanto bien hizo a la gente del pueblo? Nunca más se supo del forastero.
dto.
