En esta sexta obra, Carlos Castaneda prosigue relatando sus encuentros con los restantes nueve aprendices de don Juan y don Genaro, así como con su grupo de guerreros. A lo largo de estos encuentros se le revela la regla del nagual y es instruido en los principios y prácticas del arte de ensoñar y del arte del acecho.

«Al poder que gobierna el destino de todos los seres se le llama el Águila, no porque sea un águila o porque tenga algo que ver con las águilas, sino porque los videntes se les aparece como una incomensurable y negrísima águila, de altura infinita, empinada como se empinan las águilas».

«El Águila ha concedido un regalo a cada uno de todos los seres. A su propio modo y por su propio derecho, cualquiera de ellos, si así lo desea, tiene el poder de conservar la llama de la conciencia, el poder de desobedecer, el emplazamiento para morir y ser consumido. A cada cosa viviente se le ha concedido el poder, si así lo desea, de buscar una apertura hacia la libertad y de pasar por ella».
LA REGLA DEL NAGUAL

En este libro se revelan los secretos de esta planta sagrada y de manera sencilla, nos ofrece el conocimiento sobre los problemas pasados y presentes de esta planta mágica. La misteriosa historia de la planta anticonceptiva Silphium es una de las más emblemáticas. Su destino está ligado a los acontecimientos contemporáneos. Esta planta es el símbolo de una epoca olvidada en la que las mujeres tenían poder sobre su sexualidad y fertilidad. La Diosa que “controla al león” y su planta sagrada Silphium, encarnaban el poder supremo. En los tiempos olvidados donde las mujeres tenían el monopolio de esta planta, tenían el control sobre su propio cuerpo: podían elegir quedarse embarazadas o utilizar metodos anticonceptivos. Tenían todo el poder sobre la fertilidad y la riqueza que les proporcionaba esta planta medicinal.