Dos corazones que se encuentran de una manera casual en un pueblo de la sierra de Madrid, van a emprender una singular aventura destinada a cambiar la perspectiva limitada de su aparente realidad por otra Realidad única, velada por una equivocada identificación con lo efímero. Un viaje al que se unirán otros seres con su misma inquietud, con esa sed de conocimiento y trascendencia, con maestros que transpiran una Sabiduría que nace del corazón, y lugares donde es posible tal transformación. Un viaje que ya ha sido andado y que todos en algún momento de esta o de otra vida hemos de realizar. Un viaje donde el Amor, que trasciende el apego, se vislumbra como posible meta de tan singular peregrinar.

Marta Segrelles, autora de Abraza a la niña que fuiste, vuelve con un libro muy especial para sanar las heridas de la infancia que más huella dejan: las que están en presentes en la relación con nuestra madre.

Sana las heridas en tu relación madre-hija y aprende a poner límites sanos.

¿Tu relación con tu madre es la que te gustaría tener? ¿La recuerdas presente mientras crecías o sientes rabia o abandono al pensar en tu infancia? ¿Crees que eres una mala hija por necesitar alejarte a veces de ella? Si has respondido sí a alguna de estas preguntas, este libro es para ti.

Con compasión y empatía, historias personales y recursos prácticos, Marta Segrelles, psicóloga referente en el trabajo del trauma y apego y la terapia con la niña interior, te acompaña en un viaje al pasado de la relación con tu madre, un vínculo único que deja una gran huella en nuestro interior. Con este libro aprenderás a narrar tu historia para entenderte mejor hoy y a darte como adulta aquello que, como niña, una vez necesitaste y no tuviste.

Aprende a cuidarte como te mereces, porque nunca hubo nada malo en ti.

¿Qué encontrarás en este libro?

-Relatos personales basados en casos reales de consulta y experiencias de la autora

-Materiales gráficos, esquemas e ilustraciones para facilitar la compresión de los conceptos

-Ejercicios prácticos y sencillos para reflexionar sobre tu relación madre-hija, reconocer experiencias que te marcaron y reconectar con tu niña interior, esa parte de ti más vulnerable y sensible.

«Hablar de las heridas maternas no es nada fácil; son heridas muy profundas y que nos cuesta mucho reconocer. ¿Cómo va a ser fácil asumir el daño y aceptar el dolor que proviene de la persona que, según la sociedad, más nos quiere en el mundo; aquella que nos ha dado la vida y que debería cuidarnos y querernos contra viento y marea?

Con este librono llegaremos a conclusiones ni te voy a decir lo que tienes que hacer. No te voy a pedir que la perdones, ni que cortes el contacto o te distancies; ni que la quieras más porque «madre solo hay una». Nada de eso. Quiero hablarte del dolor que sufres y ayudarte a saber cómo atravesarlo.

No es necesario haber vivido situaciones graves y extremas para que sepas de lo que hablo. A veces sencillamente sentimos que no tenemos la peor relación con nuestra madre, pero tampoco la mejor, y no sabemos bien por qué.

Este libro no va de culpar a las madres; va de acoger el dolor que sentiste cuando eras niña y que todavía te acompaña. Y, sobre todo, de abrazarte. Empecemos juntas».
Marta Segrelles

Este libro nos da las herramientas necesarias para transformar las vidas de tu familia, tus amigos e incluso de personas desconocidas. En cuestión de segundos podrás dominarlas de una manera profunda y para siempre. Y al hacerlo, también te transformarás a ti mismo. No podría ser de otro modo.Todo será exactamente igual que antes, sin embargo te notarás más afectuoso y animoso. Tus amistades notarán que has cambiado, que estás más presente y eres más generoso. Por tu parte, harás frente a los problemas con una aceptación interior que les permitirá fluir con facilidad de dentro hacia fuera, sin hallar resistencia. La paz interior será la regla, en lugar de una excepción deseada y raramente experimentada. Sin embargo, ese bienestar, siempre ha estado en tu interior, esperando pacientemente a ser reconocido. ¡Qué alegría más grande comprender finalmente que el reino de los cielos está en nuestro interior y que no hay que hacer nada para alcanzarlo!

La presencia del Alma