"El servicio sin amor, se convierte en trabajo». Esta cita de Dr. Stone -autor de esta obra- resume el espíritu y la esencia de todo su trabajo. Era un gran espíritu y un médico pionero que causó un impacto inolvidable en todos aquellos con los que se relacionó. El Dr. Robert K. Hall le llamó «padre de un nuevo campo de estudios energéticos».

La ciencia de la Terapia de Polaridad es un arte curativo que consta de dos partes:

• Principios vitales, principios energéticos y leyes de la naturaleza con aplicación universal.

• Técnicas, métodos y directrices terapéuticas específicas.

Los principios universales explicados por et Dr. Stone se han mostrado reveladores y aclaratorios no sólo para los estudiantes y los profesionales de las artes curativas, sino también para mucha gente que busca la verdad en el ejercicio de explorar los misterios y el significado de la vida humana.

La Terapia de Polaridad puede considerarse como una elaboración de las leyes de la naturaleza. Las personas que la experimentan durante algún tiempo descubren lo que podría llamarse un «Proceso de Polaridad», una transformación que sufre el individuo que hace cambiar su vida a mejor.

Los principios fundamentales de la Terapia de Polaridad, explicados en profundidad en esta obra, se originan en algunos de los siguientes supuestos:

• Existe una fuente de energía dentro de cada sistema (ya sea un átomo, el sistema solar, un ser humano o el universo), y el Dr. Stone se refiere a esta fuente en una persona como «alma».
• La energía tiene sus propios patrones y sentido de flujo a través de polos negativos y positivos. Para el equilibrio y la salud, la energía debe circular libremente a través de sus campos, desde y hacia su fuente.
• La energía «reduce su intensidad» a través de diferentes niveles: espiritual, mental, emocional y físico. El Dr. Stone explica la manera en que interactúan, reflejándose entre ellos a medida que la energía fluye a través del individuo.

Nuestro cerebro necesita a cada instante saber que estamos “bien vivos”, antes de ponerse a cumplir sus funciones de vigilancia y de conciencia, como apunta el neurobiólogo Antonio R. Damasio.

Y para ello serán necesarios los cinco sentidos que, a partir de sus receptores sensoriales, tendrán la misión de captar e incorporar los estímulos físicos y químicos, externos e internos.

A través de los órganos sensoriales nos comunicamos con un mundo exterior que solo existe para percibirnos a nosotros mismos.

Los sentidos son las ventanas que nos muestran cómo nos viven los demás, son el vehículo de la comunicación física y psico-emocional que recibirá la información por medio de la percepción, e impactará nuestra psique y nuestro mapa corporal.

En este libro se desarrollan todos ellos desde la anatomofisiología, la simbología y los remedios homeopáticos indicados en cada patología.

La sensorialidad “nos despierta”.

Implica sentir lo que realmente se está viviendo en este momento y en este lugar; nos ayuda a identificar qué es lo que está sucediendo, para verbalizarlo, ponerlo en movimiento, en colores, en cantos, etcétera.

Es vivenciar este continuum como seres indisolubles con el Todo.

La doctora Carmen López Sales es licenciada en medicina y cirugía por la Universidad de Barcelona y diplomada en acupuntura. Cuenta asimismo con la diplomatura como médico homeópata por la Association pour l´Enseignement Post-Universitaire de l´Homéopathie de Genève. Espagirista con una amplia experiencia terapéutica, actualmente es miembro de la AMEHB (Asociación Médica Española de Homeopatía y Bioterapia). Autora de Tipologías homeopáticas, Homeopatía y Psique de esta misma editorial y coautora de Tipologías femeninas

"La medicina además de no ser tan eficaz como los profesionales pretenden y como los profanos le atribuyen, además de no atacar las causas profundas de las enfermedades actualmente en ascenso, se está convirtiendo en una de las industrias más despilfarradoras polucionantes y patógenas que existen.” (A.Embid). En España más de 350.000 personas hospitalizadas sufren daños de salud derivados de la asistencia médica. Un 10 por ciento de los pacientes sufren daños en su salud derivados de la asistencia sanitaria. Los tratamientos médicos constituyen ya la primera causa de muerte. Sólo en Estados Unidos fallecen cada año más de 780.000 personas a causa de los errores cometidos, entre los que destacan las cirugías innecesarias, los errores

de medicación, los efectos iatrogénicos de los fármacos y las infecciones que se cogen en los propios hospitales. Los datos, demoledores, demuestran la tragedia del paradigma médico tradicional.