Los mandalas tienen una función transformadora en el plano espiritual, que nos permite conocer nuestro espacio interior y lograr un equilibrio y una purificación energéticos. Al colorear un mandala, expresamos nuestros estados de ánimo y con ello exteriorizamos y comprendemos nuestros sentimientos, recomponiendo lo que esté roto, con una práctica sencilla que nos permite lograr grandes beneficios personales. Por eso colorear mandalas es tan divertido como saludable.

El libro que tienes en tus manos se parece a la madre Tierra. Te envía mensajes en forma de frases para que las leas y pienses qué quieren decirte.

Después continúa coloreando los rangolis. No importa cómo lo hagas, ni cuánto tiempo necesites para acabado.
Pintar es un placer. Es un acto que une tu alma con el Universo; pero si lo haces pensando y asimilando el pequeño mensaje, verás que tu dibujo se convierte en el símbolo de lo que sientes en lo más profundo de tu ser. Es una pequeña acción y a la vez un gran gesto para empezar a cambiar el mundo.

Disfruta y deja, por unos momentos, que tus manos y tus colores tomen prestada el alma de la madre Tierra.

Meditar con mandalas

Seguimos progresando en nuestra evolución interior a la vez que disfrutamos de hermosos motivos que nos transportan a un mundo mágico en el que no tienen cabida el estrés ni el ritmo frenético. Tranquilidad y sosiego son los objetivos a lograr con estos hermosos doodles interactivos.