El ojo de la Sarmouni: desarrollando el cuarto cerebro

El ojo de la Sarmouni: desarrollando el cuarto cerebro
- EAN: 9788477208204
- ISBN: 9788477208204
- Editorial: Ediciones Obelisco, S.L.
- Encuadernación: Rústica
- Medidas: 200 X 270 mm.
- Páginas: 320
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DESCATALOGADO
Otros libros de Eneagrama
El eneagrama
El eneagrama ha estado siempre rodeado por un halo de misterio. Este símbolo en realidad encierra parte de la enseñanza transmitida en el Cuarto Camino. Esta colección nos ayuda a verter luz sobre la interpretación, el uso y el verdadero origen del Eneagrama que nos trajo por primera vez a Occidente G.I. Gurdjieff.
CONTIENE: 12 CUADERNOS DE ESTUDIO
Temas principales
• El eneagrama sagrado
• El eneagrama y el árbol de la vida
• El eneagrama de Gurdjieff
• El eneagrama en movimiento
• El eneagrama psicológico de las pasiones
• Los seis principios del eneagrama
• Los puntos del eneagrama
• La luna – Mercurio
• Venus – Marte
• Júpiter – Saturno
OTROS TEMAS CONTENIDOS EN ESTE PACK:
Gurdjieff y el Cuarto Camino
• El dinero y el trabajo sobre uno mismo
• El significado del ejercicio del stop
• Los secretos de G.I. Gurdjieff
• Hablando de Amor con Gurdjieff
• La belleza de una obra de arte
• ¿Cómo funciona un grupo de Cuarto Camino?
• Carta de un maestro a su alumno
• Gurdjieff y la Gnosis
• La disciplina necesaria y la inútil
• Los orígenes del Cuarto Camino
• ¿Hay vida después de la muerte?
El Cuarto Camino en las Sagradas Escrituras
• Las tablas de la Ley
• El maná y el canto del amor
• El paso del mar Rojo
• Los símbolos de la pascua judía
• La última prueba antes de la pascua
• Moisés y el faraón de Egipto
• L a muerte de Moisés
• El ángel del Eterno
• Esaú y el plato de lentejas
• Noé: el comandante del arca
• Abram: el amigo de Dios.
EL CUARTO CAMINO
Nuestros Cuadernos de Estudio te ofrecen la posibilidad de profundizar en todos los temas relacionados con el método de Gurdjieff, situando su enseñanza en un contexto cristiano-gnóstico, que fue de gran influencia para el maestro armenio
dto.
La danza del eneagrama
Cuando me pongo a meditar en el Eneagrama y su dinámica, tratando de conectar con la sabiduría profunda que esconde, lo que acaba llegando invariablemente es la sensación de moverme en una corriente de totalidad ondeante que de pronto adquiere distintas tonalidades, cambiando el ritmo, la frecuencia, la pulsación. Tonos y colores distintos, que devienen en patrones de organización: palabras, gestos, actitudes, visiones de mí misma y el mundo a través de lentes que cambian de color.
El impulso creador hacia la Vida adquiere distintas formas y en los seres humanos, cuando se encuentran con la fricción de fuerzas opuestas limitantes puede ocurrir que estas formas respondan a necesidades adaptativas que no se sabe cómo resolver si no es desconectando de ese impulso poderoso que me mantiene unido e íntegro. Los iniciados nos recuerdan que todavía la humanidad no conoce el verdadero alcance del Eneagrama como instrumento de la conciencia, como herramienta para el conocimiento de uno mismo, de los demás, de las leyes que rigen el universo, de la estructura ternaria de la conciencia.
dto.
Envidia
La envidia es la pasión por controlar y calibrar la propia existencia comparándola con la del otro. Su objetivo no es satisfacerse, sino perpetuar un estado de infelicidad y carencia con el que las personas de este carácter tratan de llenar su vacío existencial. El envidioso idealiza tanto el amor que nada ni nadie consigue satisfacerlo, a la vez que se condena a mirar al otro con ojos eternamente demandantes. Los subtipos de la envidia son, además, los más contrastantes del eneagrama, con grandes diferencias entre los abnegados —que han aprendido a introyectar su voracidad y tragarse las lágrimas—, los odiadores —competitivos, de intensos deseos «canibalísticos»— y los melancólicos — especie de sirenas quejumbrosas con una exagerada dependencia afectiva que, a la vez, saben estimular en los demás su necesidad de sentirse protegidas.
Envidia, séptimo volumen de la obra Psicología de los eneatipos, describe al eneatipo Cuatro como un carácter propenso a las relaciones de dependencia y de abuso, con tendencias autolesivas e incluso de enfermedad, y con una gran sensibilidad al sufrimiento ajeno que tiene la función de subrayar el propio. A la vez, los envidiosos suelen invalidar, despreciar y minusvalorar el objeto envidiado, recordándonos, no en vano, que la envidia es el «pecado de Caín».
dto.