LA OBESIDAD se ha convertido en uno de los negocios más rentables del mundo. Ahí están implicados medios de comunicación, laboratorios, farmacias, médicos, masajistas, psicólogos, herbolarios, terapeutas emocionales . . . etc. Está claro que no hay una cura definitiva de la obesidad, ya que depende de nuestra forma de vida. Muchos medios de comunicaciones difunden imágenes de la mujer"perfecta' . Lo mismo ocurre en los cines, la televisión y la publicidad de la calle. Al no ver bien el problema, la Medicina tiende a achacar el fracaso del resultado al paciente, con su incumplimiento de las recetas dietéticas. Los medios de comunicación abruman a la gente inocente difundiendo publicidades con ideales estéticos que son inalcanzables para la mayoría de los seres humanos. Se trata de una forma de colonización corporal y cultural. Muchas veces nos hacen creer que los tipos ideales o las mujeres ideales se encuentran en ciertos lugares de la tierra. Sin embargo, el problema de la obesidad es un problema de salud pública y de supervivencia.

En este libro se ofrece información importante para el paciente y se muestran tratamientos efectivos de la medicina natural para solucionar este problema, que afecta cada vez a más personas en nuestra sociedad. Apollinaire Dschoutezo Acupuntor, naturópata y especialista en medicina ayurvédica, es director de ISMEC, Instituto Superior de Medicinas Complementarias de Madrid y autor de diversas láminas de medicina ayurvédica y de numerosos libros y cursos sobre medicina natural, ayurvédica y tradicional china. Entre estos libros destacamos "Masaje Psicosomático Ayurvédico", "Nutrición Vitalista" y "Técnicas de la Medicina China" todos ellos publicados por Mandala ediciones.

Este librito está destinado a convertirse en un libro de compañía. En él no sobra ni falta una sola palabra: es conciso, claro, concreto. No dice nada que no sirva, no se va por las ramas, llama las cosas por su nombre. Ofrece a todas las personas que, desde ayer o desde hace años, recorren las consultas de médicos y terapeutas en busca de un remedio para su enfermedad, ver la luz al final del túnel, un túnel que se puede recorrer muy deprisa.
En pocos días la persona empezará a estar mejor, y al cabo de tres semanas estará curada. Todos aquellos síntomas que nadie sabía interpretar, todo aquel malestar que nadie sabía quitarle, toda aquella desesperación que nadie comprendía, llegando incluso a tildar a la enferma o al enfermo de no estar bien de la cabeza, todo aquel dolor que nadie quería comprender, desaparecerán.
No será necesario que se arruine comprando remedios costosos por meses y meses sin fin, no será necesario que se castigue con dietas insensatas, no será necesario que le quieran enseñar a aprender de la enfermedad.
Las enfermedades crónicas son muy pocas, y ésta no es una de ellas. Se puede curar. Se cura.