Humor, espontaneidad y profunda sabiduría son los ingredientes que conforman este último libro escrito por Barry Stevens. "Coincidiremos en ciertos puntos y Pero eso sucede siempre".disentiremos en otros y lo que tú veas en él, raramente será aquello que yo puse.

La salud es el pilar sobre el que edificamos nuestras vidas. Sabemos que este pilar se construye día a día con los alimentos, el ejercicio físico y el descanso, pero también con nuestros pensamientos, nuestras emociones, nuestras palabras y la red de afectos que tejemos a nuestro alrededor. Los avances científicos demuestran que el cerebro y la mente son los dos elementos básicos sobre los que construimos nuestra salud.Y solo contando con una energía biológica excepcional podemos fortalecer estos dos elementos, mejorar nuestro vigor y resistencia y aumentar nuestra creatividad para poder alcanzar nuestras metas personales y profesionales. Esa energía biológica es la Felicidad.

Este libro te aproxima a una nueva forma de entender la salud y la felicidad. A través del cuidado de nuestro cerebro y nuestra mente, embárcate en un apasionante viaje personal y conoce las 20 vitaminas extraordinarias con las que podrás edificar tu vida con Salud y Felicidad.

Si un sentimiento es una emoción que permanece, se afianza y define, una emoción es, a su vez, el manantial vivo del que el alma extrae sus movimientos. Estamos animados porque tenemos emociones, buenas y malas. Al mismo tiempo el alma se educa primero emocionándose y luego sintiendo y calibrando su sentir, hasta que aparece el pensamiento para filtrar a la conciencia los rasgos que definirán nuestra personalidad. Es el pensamiento, en efecto, el que alumbrado por debajo de las pulsiones emocionales, configura la idea que tenemos de nosotros mismos y de nuestro carácter. Sin el pensamiento, sin el lenguaje, no podríamos expresar lo que somos o nos gustaría ser, pero sin las emociones difícilmente podríamos alcanzar los matices que el pensar nos brinda.

El Eje Sereno parte, pues, de la premisa de que las emociones nos atraviesan para enseñamos a vivir entre virtudes y defectos, y que así como la polaridad luz-sombra nos exige, para nuestro propio beneficio, hallar un término medio entre ambas, a una emoción negativa le corresponde una positiva para que, alternando alegría y tristeza, descubramos al fin un eje, el de la serenidad, que neutraliza el exceso de la primera y evita el desánimo de la segunda. A semejanza de cómo la mácula lútea en la retina permite una visión más clara del ojo, la serenidad constituye el punto central hacia el que todas las emociones quieren ir para volver, después, de nuevo hacia la periferia de su acción.