En septiembre del 2013 me encontraba en Tokio y allí recordé al Juan Carlos de 17 años y la búsqueda que había iniciado. Decidí escribirle unas líneas para así transmitirle esos conocimientos que buscaba, recabados en los siguientes 25 años. Así llegó este decálogo, sin necesidad de influir pero sí de ayudar. En ningún momento observé el publicarlo como una posibilidad, pero las sugerencias de mis amistades y la ayuda de Jorge Liria hicieron que me decantara por la posibilidad de convertirlo en el libro que ahora tienes entre tus manos. La idea que me impulsa a hacerlo es la misma que tuve conmigo mismo, poder ayudar a cualquiera que lo necesite.

Este libro surge de una consciencia que siempre se sintió inquieta, poco conforme con el mundo en el que vivía y con la convicción de dejar el mundo mejor de lo que se lo había encontrado.

Una guía de despertar, no un despertar espiritual sino del autoconocimiento y de las herramientas y capacidades que posees para comenzar a construir los días que te restan por vivir.

Este es un tiempo de mucha claridad, si dejas que la claridad aparezca en ti. Es un momento de muchos cambios, donde suceden muchas cosas, en distintas direcciones. Y en el interior de las personas que se escuchan, que miran, aparecen muchas resonancias que modifican su vida y su forma de vivir.

 El que está en ese intento, lo vive y encuentra que quizá en estos momentos está recibiendo muchísimas clarificaciones que le producen una gran clarividencia. Y otras personas, lo que estarán haciendo es todo lo contrario, cerrar los ojos y encogerse.
Nuestro intento en este tiempo es vestir la malla de luz personal, reconocer ese vestido que te recubre, y ampliarlo eliminando falsa realidad de tipo estadístico.

Como ejemplo diremos que el año no tiene 365 días, sino que ese es el año medio. Es un acuerdo estadístico, pero falso.

Si tu puerta de madera se hincha y crece unos milímetros, no la podrás cerrar. Tal vez estás diciendo algo y construyendo una realidad basada en tremendas imprecisiones, las cuales están llevando a la humanidad y a ti mismo al estrés, sentimiento de crisis, enfermedades auto agresivas, depresión,…

Pero la realidad no es eso, y tal vez sea más real que tienes un cuerpo físico visible y un cuerpo espiritual no visible aunque sí accesible.

Si construyes tu vida con valores falsos, exteriores a ti, es fácil que tengas estrés porque nunca estarás seguro de nada, auto-agresión porque nunca podrás reconocer la verdad, o depresión.

-Ken Mogi es autor de IKIGAI ESENCIAL, con millones de ejemplaresvendidos en todo el mundo.
-Una visión actualizada del amoren un mundo digitalizado.
-La cultura japonesa es tendencia y este libro nos da muchos detalles sobre su visión del amor y lavida.
El concepto japonés de ikigai -aquello queda sentido a tu vida y te induce a levantarte por las mañanas; tupasión, tu «razón de ser»- se ha convertido en el gran lema del tercer milenio. ¿Cómo nos puede ayudar esta filosofía a vivir yrelacionarnos en unas sociedades dominadas por internet, donde laincertidumbre es la norma y la capacidad de adaptación cada vez máscrucial?
Thomas Leoncini, joven discípulo de gran sociólogoZygmunt Bauman, y Ken Mogi, uno de los grandes neurocientíficos deJapón, comparten un apasionante diálogo sobre el amor y la sociedad en estos tiempos de globalización, pandemia y un concepto del amor cadavez más diverso y digitalizado.