* El sendero hacia el conocimiento directo no es fácil.
Nada realmente valioso se obtiene sin esfuerzo. Nunca se repetirá bastante que no existen ni «regalos» ni «suerte». Todo lo que cada uno es o tiene es el resultado de su propio esfuerzo. Aquello de lo que uno carece, en comparación con otro, está latente en él y es susceptible de desarrollo mediante los métodos apropiados.

* Cristo dijo: «La Verdad os hará libres». Pero la . verdad no se encuentra de una vez y para siempre. La verdad es eterna y la búsqueda de la verdad debe también ser eterna.

* La mente pide a gritos, y se satisface solamente con explicaciones materialmente demostrables sobre el hombre y los demás seres que forman el mundo fenoménico. El corazón siente, de un modo instintivo, que hay algo más grande, y clama por eso que intuye que es una verdad más elevada de la que puede la mente alcanzar sola.

MAX HEINDEL

El ser humano es por ello, Asclepios, un gran milagro, un ser vivo digno de veneración y honor, un ser que muda a la naturaleza de un dios como si realmente lo fuera, un ser que se entiende con el género de los demonios, conocedor de que su naturaleza es congénita a la suya, un ser que desprecia su componente de mera naturaleza humana fiado en el carácter divino de su otra parte.

El movimiento rosacruz ha sido considerado durante muchos años como una Sociedad Secreta e incluso oculta por algunos investigadores del esoterismo, permaneciendo desconocido por el público en general.

No obstante, es una de las corrientes iniciáticas más antiguas y fascinantes de occidente, llegando a ser calificada de "Joya del esoterismo occidental" por algunos autores reconocidos en este campo. Su historia está plagada de hechos legendarios y de grandes iniciados, de relaciones con la alquimia y la francmasonería, de símbolos y ritos que en muchas ocasiones permanecen envueltos en el misterio.

Actualmente la Antigua y Mística Orden de la Rosa-Cruz, también conocida como Orden Rosacruz AMORC, sigue suscitando un interés creciente en muchos buscadores de una espiritualidad adogmática y no religiosa, que hunde sus raíces en un misticismo ancestral y que transmite un conocimiento esotérico que tiene que ve con los misterios del universo, de la naturaleza y del propio hombre.

A través de este libro, que constituye un acercamiento único en su género, podemos comprender mejor esta Orden iniciática y mística, que busca transmitir un mensaje humanista y espiritual a la sociedad moderna en la que está inmersa. A través de sus páginas, el lector tendrá acceso a un conocimiento amplio y preciso, que sin duda contribuirá a iluminar muchos aspectos sobre los rosacruces que hasta ahora permanecían oscuros.

Este volumen refleja el compromiso experiencial de su autor con la enseñanza gnóstica en tanto que «conocimiento que lleva en su seno una fuerza de redención», según se apunta en su contraportada.

«El campo magnético que ha dado origen a la naturaleza dialéctica genera una serie de periodos y, de esta manera, una marcha espacio-temporal de la humanidad (…). Lo que existe en el campo magnético se proyecta en el cerebro y se manifiesta como conciencia, y lo que está en el hombre en forma de conciencia, le conduce a la manifestación vital.»

Así se dirige Jan van Rijckenborgh al ser humano en los albores de la era acuariana, haciendo especial hincapié en la existencia de dos campos magnéticos, uno de los cuales influye en la Humanidad en virtud de su estado natural y el segundo, de naturaleza gnóstica, cuando concurran ciertas condiciones, que con profusión “La Gnosis en su manifestación actual” se encarga de dilucidar.

La primera edición española de este volumen data del año 1989, si bien se publicó en Holanda en 1953, en un periodo en el que la Escuela Espiritual impulsada por su autor y la Sra. Catarhose de Petri se acercaba a su madurez espiritual.