La creación
La creación
- EAN: 9788495134714
- ISBN: 9788495134714
- Editorial: Arola Editors, S.L.
- Encuadernación: Rústica
- Medidas: 150 X 210 mm.
- Páginas: 150
(0 Comentarios)
Comenta y valora este libro
AGOTADO
Otros libros de Religiones
Matrimonio entre Oriente y Occidente
Es imposible que una religión viva aislada de las otras. Cada una debe poder mantener la verdad fundamental dentro de su propia tradición y, al exponerse a otros aspectos de la verdad, permitir que esa tradición crezca. De esta manera comenzamos a darnos cuenta que la verdad es una, pero con muchas caras. Cada religión es una cara de esa única verdad, que se manifiesta bajo signos y símbolos diferentes y bajo tradiciones históricas distintas. Bede Griffiths (1906-1993) fue un sacerdote y monje benedictino nacido en Gran Bretaña. Marchó al sur de la India en busca de la comprensión y enriquecimiento de su fe cristiana a la luz del hinduismo y budismo. También exploró sobre la integración entre ciencia y misticismo.
dto.
Religión sin Dios
Albert Einstein, ateo confeso, se consideraba a sí mismo entre las filas de los hombres devotamente religiosos. ¿Qué significa entonces ser religioso? En esta obra, que retoma las Conferencias Einstein impartidas por Ronald Dworkin en la Universidad de Berna en 2011, se invita al lector a reconocer que muchas personas experimentan la misma paradoja del brillante físico alemán, pues la creencia en una divinidad sobrenatural es sólo una expresión posible del asombro frente a un mundo inabarcable, valioso y lleno de sentido.
Ronald Dworkin es en la actualidad catedrático de Filosofía del Derecho de la New York University y de Oxford. Se licenció en Derecho en Harvard y Oxford y ha sido profesor en ambas universidades, además de en Yale. Es miembro de la British Academy y de la American Academy of Arts and Sciences. Colabora con el New York Times Book Review y autor de más de una veintena de libros sobre Filosofía del Derecho que han sido publicados alrededor del mundo.
dto.
Año 303 : inventan el cristianismo
Se necesita imaginación para suponer que el Emperador Constantino, en el año 303, reuniera un pequeño equipo redactor y les encargara escribir los cuatro Evangelios y varios textos más, todos ellos falsificados, con el fin de implantar en todo el Imperio su nueva religión, el Cristianismo.
Pero conforme avanza el relato, el autor se encarga de demostrar que la trama que expone en este libro no es una ficción, ni una invención suya, sino la exacta descripción de lo que sucedió. Para ello aporta pruebas documentales irrefutables, presentes en los propios textos, en el Evangelio de Marcos, en el de Mateo, en el de Lucas, en el de Juan y en varios escritos más del Nuevo Testamento, que demuestran que todos ellos son obra de la misma persona, de uno de los miembros del equipo redactor reunido por Constantino.
dto.
Libro del Justo Viraf . Un texto religioso del Zoroastrismo
Este pequeño pero importante texto religioso mazdeísta narra el viaje onírico del sacerdote Viraf al cielo y al infierno con la misión de comprobar la autenticidad de los dogmas de la religión y la eficacia de la doctrina. La fecha exacta de su redacción sólo se puede aventurar gracias a la arqueología filológica, aunque su redacción final en lengua pahlavi se sitúe algo antes de la conquista islámica del imperio sasánida (siglo VI). Esta falta de concreción se debe a los avatares que envuelven la evolución de la religión de Zaratustra. El libro narra, pues, la elección de Viraf entre otros sacerdotes virtuosos para emprender un viaje al mundo de los muertos con la misión de comprobar la vigencia de la religión frente al peligro de las herejías y el debilitamiento de la fe. Para ello Viraf bebe un narcótico llamado mang, mezclado con vino, sin que sepamos a ciencia cierta de qué planta alucinógena se trata. Viraf entra en el infierno, para atestiguar los diferentes castigos y tormentos que sufren las almas condenadas por los distintos pecados. Algunos castigos son tan nauseabundos que hasta E. W. West, un erudito del mazdeísmo escribió: «el retrato de las almas torturadas es demasiado asqueroso para continuar». También el Apocalipsis de Pedro (del siglo II) describe el infierno y los tormentos, por cierto, algunos muy parecidos a los que ve Viraf.
dto.