Haciendo el amor. Amor sexual : el modo divino

Los más de veinte años de experiencia profesional como masajista de rolfing, unidos al conocimiento académico de la anatomía humana, permiten que el doctor Louis Schultz pueda examinar de forma precisa la pelvis masculina bajo la lente de la cultura y de la ciencia, y consiga aportarnos una guía útil e imprescindible tanto para el trabajador corporal como para el profano, abordando temas tales como:

- Erección, masturbación y eyaculación.
- Estructura y desarrollos pélvicos.
- El vínculo entre la emoción y la sexualidad masculina.
- Mitos y estereotipos sexuales.
- Ejercicios físicos y mentales.


DR. R. LOUIS SCHULTZ es un experto terapeuta de masaje Rolf, profesor de esta misma especialidad y miembro emérito del profesorado del Rolf Institute. Fundó el programa de anatomía del Instituto Rolf y ha impartido talleres de Rolfing en EE. UU., Alemania, Italia, Inglaterra, Brasil y Australia. Profesor emérito y presidente del departamento de Biología Humana de la Facultad de Medicina de la Universidad de Colorado, es también autor de más de cuarenta publicaciones científicas. En 1955 recibió el Doctorado en Fisiología por la Universidad de Wisconsin, y actualmente practica Rolfing en la ciudad de Nueva York.


Los trabajos del fotógrafo SEAN KAHLIL han sido publicados internacionalmente en revistas, calendarios y campañas publicitarias. Es licenciado en Artes Escénicas por la Universidad de Bretton Hall (Inglaterra).

La ilustradora, LAUREN KESWICK, tiene un máster en ilustración médica por la Facultad de Medicina del Estado de Georgia y trabaja en Nueva York.

Un saludo para mis hermanos los hombres. De nuevo juntos para trabajar sobre la conciencia-energía de lo masculino, compartiendo el sentido de pertenencia a un género e intentando abrirnos a la nueva masculinidad sensible. Esa que nos hace capaces de mantener en nuestra vida cotidiana la sobriedad emocional y la serenidad mental, expresando al mismo tiempo la creatividad y la ternura. Sin que tampoco falte un cierto sentido de liderazgo protector, respetuoso y alimenticio, hacia todos aquellos que colaboran, actúan y trabajan bajo nuestra dirección.

Hay una gran confusión y perplejidad en lo masculino respecto al manejo de las emociones y de los sentimientos profundos, y cada vez un mayor porcentaje de hombres nos damos cuenta de que no queremos seguir levantando murallas para evitar que nuestra emotividad se exprese. Pero esto nos hace sentirnos muy vulnerables, casi en desventaja con lo femenino, y su capacidad para administrar una gran variedad de emociones al mismo tiempo, a veces incluso contradictorias (como las fases de la luna).

Como hombres tenemos que pasar por la apertura del pecho y la iniciación de la diosa, y para ello hemos de abandonar dos refugios, primero el del control mental y segundo el de las emociones explosivas (impulsivas) y el instinto desbordado. Aunque nos empeñemos socialmente en lo contrario, la pornografía, la fantasía sexual, el sexo duro sin sentimientos, el echar un polvo para descargarse y las bromas sociales sobre el yoni de la diosa (o el lingam del Shiva), despilfarran nuestra energía, nos hunden en la materialidad de tratar como un objeto manipulable a la mujer y nos enferman por falta de amor. Y es esta desacralización del sexo y el amor lo que traumatiza a nuestros hijos pequeños y no la contemplación de los cuerpos desnudos de sus padres, ni siquiera el ser testigos del acto amoroso.

Miyo, primavera de 2013

Eros es la fuerza transformadora de la vida, una experiencia excepcional, el puente que conecta el amor y la sexualidad; el amor es la fuerza unificadora, y la sexualidad es la fuerza creativa, la expresión de nuestra naturaleza física.

Estas tres fuerzas exigen un compromiso constante con la verdad para nuestra búsqueda de la realización.

El Dr. Pierrakos explora estas fuerzas y la manera en que las bloqueamos en nuestra personalidad y en nuestro cuerpo. Afrontar estos obstáculos es nuestro mayor desafío. Es nuestra tarea en la vida, una tarea particularmente difícil porque el amor no surge espontáneamente en nosotros, sino que representa más bien la expresión de una voluntad consciente de evolucionar hacia un ser unificado.