«Para plantar hace falta tierra, pero conocer el tipo de tierra que eres es esencial para elegir bien tus semillas».

Con apenas veinte años, Marta Abril se puso en camino y comenzó su búsqueda que nunca ha parado. Entonces se rapó el pelo, hizo una mochila que aún conserva y la niña bien con sueños de exploradora voló, pero para encontrar su lugar en el mundo. Y ese sigue siendo su propósito: buscar la esencia, dentro y fuera de ella, creciendo cada día, cayéndose y levantándose, como tantas otras veces.

India, Brasil, México, Indonesia, Australia? son escenarios de autoconocimiento, de etapas vitales, que Marta lleva impregnados en lo más profundo de su ser.

Semillas para el alma es el libro de una mujer ávida de sentir todas y cada una de las experiencias que le ha tocado vivir. Es un relato íntimo, sincero y rebosante de verdad. Su fiel comunidad de Instagram disfruta a diario de su modo de vivir que moldea día a día a través de personas, palabras y deseos.

«Lo que no sabemos las personas es que la mejor de las herramientas es la fe en el universo y en lo que tiene preparado para nosotros».

Un manual sencillo y práctico para conocer los trastornos de ansiedad y aprender a superarlos.

NUEVA EDICIÓN ACTUALIZADA

Soy Ferran Cases, conferenciante, escritor y divulgador experto en ansiedad. La primera persona que contactó conmigo desde que me dedico a esto me dijo que no se creía que aplicando lo que le estaba contando pudiese salir de la ansiedad. Desde ese día hemos ayudado junto a mi equipo de psicólogos a miles de personas en los últimos once años. Habrás visto muchos libros en los últimos meses que hablan sobre ansiedad. Este no es uno más, déjame decirte por qué.

Esta es la historia de Bruno Arsuaga, un neurocientífico candidato al premio Nobel por sus descubrimientos sobre como extraer la totalidad de los recuerdos y reprogramar a un ser humano. Materialista convenido, orgulloso de su éxito y encumbrado en la élite de la sociedad londinense, pero carente de paz mental, es víctima de un secuestro. Castigado por las circunstancias, la Vida lo aparta a su pesar, llevándolo posteriormente a experimentar en toda su plenitud la belleza salvaje de la selva centroamericana y a conocer y asimilar las enseñanzas de un chamán tolteca.

Tras sobrevivir a su muerte clínica por ahogamiento y fascinado por todo lo experimentado, reconoce y acepta nuevos aspectos de sí mismo y su relación con el Todo. Especialmente que la Realidad es infinitamente mayor que lo abarcado y explicado mediante sus conocimientos técnicos.

Años después, habiendo madurado en su espíritu, su proceso evolutivo continua y debe enfrentarse a un desafío imposible, demostrar científicamente que Dios no existe, una encomienda del propio Dalai Lama, haciéndole ver durante dicha investigación que ciencia y espíritu son campos coincidentes, una síntesis que le aportará una nueva sabiduría.

La concesión del premio Albert Einstein nos sitúa en la Universidad de Princeton, donde relata su vida de una forma absolutamente nueva a un periodista científico que registra gráficamente su historia personal. A su regreso reconoce nuevamente que todo en aquella inmensa selva son teofanías, que ciertos mensajes numéricos y un sonido interno no material, son señales de la Fuente. Y nos invita a disolvernos en esa sabiduría dichosa del vivir cotidiano según la no-dualidad del Advaita y el Zen.