El año 2011 ha sido nombrado en el mundo espiritual como el año del Sanador Planetario y, naturalmente, de la sanación planetaria. Ustedes, como Grupo de Cuarenta y como Semillas Estelares y Trabajadores de Luz, se han encarnado en este planeta en este momento para participar como Sanadores Planetarios.
El concepto de Sanadores Planetarios es muy conocido entre los Maestros Ascendidos y en toda la galaxia. Es un nuevo término para la Tierra, pero hace unos seis años que apareció como término y se integró en la conciencia de los Trabajadores de Luz.
Habrá una mayor necesidad, una mayor visibilidad y una mayor oportunidad de ejercer las destrezas y el talento que cada uno de ustedes tiene para llevar a cabo este proceso conocido como Sanación Planetaria.

En esta obra volvemos a encontrarnos con un Daniel Meurois místico y escritor, que completa su excepcional testimonio con una nueva inmersión en los anales akásicos, el Libro del Tiempo.

Este texto, cuya importancia y pertinencia ya han sido reconocidas en numerosas ocasiones en diferentes países, restituye aquí de manera fiel algunas enseñanzas secretas que hace dos mil años nos dejó el Cristo, situándolas en el contexto de la Palestina esenia.

En Visiones esenias volveremos a descubrir a María Magdalena, María, Marta y otras tantas figuras cuya presencia aún permanece en nuestra memoria, y que anuncian de forma anticipada la aparición de lo que actualmente se llama «lo femenino sagrado».

La originalidad de este libro, así como su fuerza, reside en el hecho de que no solo evoca un pasado revolucionario, sino que cada una de las «visiones» que capta y revive su autor encuentra su continuación en nuestra época. La enseñanza del Maestro entre los maestros se ve aquí de forma actualizada y nos conduce a una toma de conciencia anclada particularmente en nuestra vida cotidiana.

Aunque se puede leer como una novela, este testimonio tan diferente se dirige, de manera tierna e incisiva a la vez, a esa parte de nosotros que cada vez tiene más sed de verdad.

Ésta es una historia para sonreír, emocionarse, conmoverse y comprender. Los niños de hoy son como era él. Desde el punto de vista de un niño que recuerda quién es y para qué ha venido, la novela narra la vida de Jesús de Nazaret, desde que nació hasta los nueve años aproximadamente. Poco a poco, Jesús se irá adaptando a la vida en la Tierra, mientras aprende a gestionar sus percepciones, se hace cargo de sus emociones y comprende el proceso humano, para después poder hablar desde la experiencia, cuando llegue el momento. Este libro nos ofrece las claves que los adultos necesitamos para comprender y ayudar desde el amor a los niños de la Nueva Tierra: todos los que hoy nos han sido encomendados.

Vuelve el Cristo Alfa, la energía crística original del Canal Alfa, que se anclaba y utilizaba en la Tierra en los tiempos de Lemuria y de Atlántida.

La frecuencia del Cristo es el motor de la Ascensión: como un bálsamo de luz trasforma, aligera, eleva y sutiliza la materia.

Para acompañar armónicamente a la Tierra en su viaje de transición, navegando en el salto cuántico, es fundamental adaptar nuestras estructuras de luz, permitiendo el anclaje del nuevo nivel dimensional.

Trasformación, adaptación y mutación son pasos clave para que nuestra consciencia y nuestro cuerpo caminen juntos hacia el Nuevo Tiempo.

El Or Is Ra, la antigua Enseñanza de Isis, después de la conexión del RA, nos propone hoy la activación del Ojo de RA, esa estructura energética geométrica que permite el anclaje del Cristo Alfa en los cuerpos de luz, y que se sujeta gracias a la profunda conexión del Ser con su Divinidad Sagrada.

Con un Ojo de RA activo volvemos a trabajar con la energía crística original, a conectar con el sistema cristalino del planeta y a trasformar nuestra materia, alineándonos con el plan de Ascensión.

Después de ¨OR IS RA, la enseñanza de Isis y la vuelta del RA¨, aquí tenemos un nuevo fascículo del Conocimiento de las Estrellas, entregado a través del Canal de Soria.

Volvemos a ser pilares del Cristo en la Tierra.

Es tiempo de despertar nuestro Ojo interior y de activar nuestro Cristo Alfa.